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El Sargento Kirk: Gran western de Héctor Oesterheld

En la nota que hice sobre los cómics del western surgió un tema muy interesante en los comentarios que deja mucha tela para cortar y no había abordado en otros artículos.

Me refiero a uno de los grandes tabúes de la historieta argentina que tiene defensores y detractores pasionales.

La polémica editorial Columba.

Mi primer contacto con revistas como El Tony o D´Artagnan lo tuve a través de un tío que las coleccionaba.

Por una cuestión de edad no entendía las tramas pero me atraían las ilustraciones, muy especialmente las portadas que eran magníficas.

Muchos años después llegué a disfrutar los trabajos de Robin Wood , como Nippur, Dago y Pepe Sánchez, una sátira autóctona del gran Ric Hochet de la producción franco-belga.

Después descubrí que en el ambiente comiquero la mención de Columba despertaba una incomodidad en algunas personas al tratarse de una compañía que estuvo muy alineada con todas las dictaduras que surgieron en nuestro país durante el siglo 20.

En los años ´70 se sabe que los primeros camiones que salian de la editorial siempre se dirijían al ejército ya que las revistas se utilizaban para entretener a los soldados.

Los detractores afirman que las revistas proponían una ficción retrógrada donde los militares eran los héroes y el mal estaba representado en los cubanos, los indios, los extraterrestres y la minoría que se te ocurra.

La realidad es que si bien los contenidos  no eran precisamente progresistas el pueblo consumía esos cómics por el entretenimiento que ofrecían.

No se puede ignorar que Columba fue un semillero descomunal de artistas donde sobresalieron los nombres de Lucho Olivera, Ricardo Ferrari, Eduardo Risso, Enrique Breccia, Ray Collins, Alberto Breccia, Francisco Solano López y el gran José García López, entre tantos otros.

Inclusive Héctor Oesterheld pasó por la editorial en 1972 donde desarrolló la propuesta de La brigada Madeleine.

Más allá de la visión anti-comunista que tenían los contenidos de las revistas también hay que resaltar que nunca se utilizaron los personajes como dispositivos de propaganda de la dictadura.

En ese sentido me parecen mucho más nocivas las nefastas películas de Palito Ortega y Carlitos Balá, estrenadas en los años ´70,  que tenían una clara bajada de línea adoctrinadora.

Estoy releyendo por estos días cosas de Columba que desconocía o tenía borrada de la mente y encontré un montón de personajes que merecen una nota.

 

Sin embargo, hoy quiero recomendarles una historieta muy importante que abrió muchas cabezas a partir de su debut en la revista Misteríx, en enero de 1953.

 

 

El Sargento Kirk, al igual que otros personajes de Héctor Oesterheld, quedó opacado por la popularidad de El Eternauta pero es una historieta tremenda que no debe ser ignorada.

Dentro del género western fue muy innovador al adelantarse unos años al revisionimo histórico que recién cobraría fuerza en Hollywood a fines de la decada de 1950.

La propuesta fue creada originalmente como un cómic gauchesco que tomaba su inspiración del Martín Fierro de José Hernández.  Sin embargo, la editorial Abril le pidió al autor que adaptara el personaje al western norteamericano porque consideraban que tenía un mayor potencial comercial.

De ese modo nació este anti-héroe que pertenecía al Séptimo Regimiento de Caballeria del Ejército estadounidense y cuyas aventuras se desarrollaban unos años después de la Guerra Civil.

Las historias más famosas contaron con las ilustraciones de Hugo Pratt (quien más tarde crearía El Corto Maltés) y luego continuó con diversos artistas, entre ellos Gustavo Trigo colaborador de Oesterheld en La guerra de los Antartes.

Es importante recordar el escenario editorial en el que aparece Kirk para apreciar su enorme contribición al género.

Por entonces los cómics de cowboys eran bastantes básicos y no presentaban argumentos complejos, los indios eran el enemigo y los héroes tenian una personalidad inmaculada.

Los relatos a menudo se centraban en la acción y jugaban con el romanticismo del Viejo Oeste impuesto por Hollywood.

En este panorama Oesterheld y Pratt salieron a la cancha con los tapones de punta al presentar una historia disruptiva ( La caza del comanche) que introducía al protagonista y retrataba una realidad histórica ignorada en los cómics y el cine.

Me refiero al genocidio indígena perpetrado por el Ejército estadounidense.

Kirk era un ex combatiente que acarreaba la culpa por haber participado de las matanzas y desertaba del regimiento cuando le ordenaban liderar una expedición contra los comanches.

En los años ´50 esto fue algo revolucionario ya ningún otro título del género se habia animado a trabajar este tema con la honestidad intelectual que presentaban los autores.

Por ese me parece exagerado cuando la prensa se desbanda con los elogios hacia Blueberry de Moebius, un gran cómic que le debe muchísimo al Sargento Kirk de Oesterheld.

Es imposible que el artista francés no conociera la propuesta argentina debido al enorme suceso que tuvo en Europa.

Todo lo que se considera innovador y progresita en Blueberry, Oesterheld lo hizo primero con las historias de Kirk.

En el segundo relato, Hermanos de sangre, se introdujo a Maha, un niño sobreviviente de la tribu Tchatoga, que luego se convirtió en el principal sidekick del protagonista.

Durante la primera temporada de Kirk  se sumaron El Corto, un ex delincuente que buscaba una existencia más digna y el doctor Forbes, un médico que había padecido la adicción al alcohol y se negaba a atender «a los burgueses de Dallas».

Kirk también tenía un interés romántico representado en Reina, una chica que trabajaba en un salón y como en todos los cómics de Oesterheld sus intervenciones eran irrelevantes, ya que el escritor era horrendo a la hora de crear personajes femeninos interesantes.

Al menos en esta etapa de su carrera.

El punto es que la complejidad que presentaban las personalidades del reparto principal no la encontrabas en ningún otro cómic del género editado en ese momento.

Otro detalle fantástico lo encontramos en la tarea de investigación que presentaban las aventuras.

Este fue la única historieta del western donde podías identificar con facilidad a las naciones indígenas por el modo en que se retrataban la cultura y vestimentas de cada tribu.

Sin olvidarse de la acción y la aventura, Oesterheld y Pratt le abrieron la cabeza a toda una generación de pibes que a través de este peculiar cowboy tomaron contacto con una visión del Viejo Oeste más profunda y realista.

En 1958 las aventuras de Kirk continuaron en la editorial Frontera, un empredimiento personal del autor, y su despedida tuvo lugar en la revista Billiken en 1973.

La popularidad del cómic marcó a toda una generación de lectores y artistas y décadas después obtuvo estatus de culto en Italia y España.

Esta propuesta la pueden encontrar en las librerías especializadas en las recopilaciones de Norma y el tomo que le dedicó la Biblioteca Clarín de la historieta.

En Argentina la editorial Colihue también editó el primer arco argumental que introduce a los protagonista en el formato de prosa en una saga de cuatro novelas.

 

 

17 comentarios en «El Sargento Kirk: Gran western de Héctor Oesterheld»

  • ¡Tengo el librito de Clarín! Tal como lo comentás, las historias del Sargento Kirk son muy entretenidas y el nivel de detalle del dibujo de Pratt era una maravilla. La mejor historia de la recopilación de Clarín es, para mí, La Balada de los Tres Hombres Muertos. Medio Off Topic: ¿qué te parece la idea de un top de Historietas de Oesterheld que no sean El Eternauta y su continuación? Mis primeros lugares serían Ernie Pike, con la historia de los tanquistas en el desierto, y Sherlock Time, con su proto Alien en la Antártida que, a riesgo de sonar sacrílego, me parece mucho mejor que historia de Juan Salvo

  • Hace poco mi tio me paso la cancion Revistas de andres calamaro que describe con pasion el gran paso de la historieta argentina.
    Mi papa me dijo que tenia revistas de columba para heredarnosla a mi hermana y a mi pero una tia nuestra las tiro y no sabe a donde fueron a parar.
    Mejor me consigo la coleccion de clarin asi fue como aprendi a leer de chico.
    Los primeros 12 años de mi vida estuvieron marcados por todo lo que leia y veia en tv y lo que me contaban mis padres y hasta otra tia que querian que leyera.
    Apartir de los 13 años sufri unos cambios un poco diferentes

  • No te puedo creer Martín, esos lideran mi top también. Sherlock me enganchó más que El eternauta. Opinion impopular en estos días.
    Mortcinder es genial también pero a esos dos cómics los ubico un poco más arriba.
    Voy a preparar esa nota.

  • Para mi esa division entre izquierda y derecha ya no deberia ser.
    Y menos con algo que es nuestro como los comics y la literatura argentina.
    Es como los progres y anti progres de hoy en dia yo no quiero leer o ver cosas politizadas por el opinologo de turno, quiero disfrutar.
    Y tampoco me quedo solo con la opinion de un critico se supone que debe ser una guia pero los youtubers e influencers han arruinado la critica cinematografica y puesto agendas.

  • Uh me tocaste una fibra intima, a ver por donde empiezo….tengo 55 años y empece a leer mas o menos allá por 1976, cómics obviamente. Principalmente de superhéroes en gral mayormente de Novaro y algo de Columba, pero cuando el dólar se va al joraca (en 1981 si no me equivoco) deja de haber en los kioscos revistas importadas de DC y Marvel, y ahí nos volcamos masivamente a Columba por años. De los cientos de historias que leí en los 70s y 80s no recuerdo una que hable de Cuba o que tenga contenido anticomunista. No recuerdo bajada de linea política en Columba, como si hay en los cómics de Oesterheld. Podes tildarla de pasatista a Columba, pero tanto como a Marvel o Dc, pero no de fascista pro dictadura es una locura eso. Es mas Oesterheld trabajó mucho en Columba hizo Kabul de Bengala, Roland el Corsario y un montón mas, no sabia que había creado Brigada Madeleine (leí muchísimo de Madeleine escrita por el seudónimo Carl Trench post desaparición de Oesterheld). El tema es que en decenas de personajes en 8 décadas tenés de todo y tal vez cierta intelectualidad de izquierda de fines de los 60s y principio de los 70s no acepta el arte en ninguna de sus formas sin contenido social. Da para largo el tema, no quiero hablar de política pero históricamente en Argentina la izquierda habla «en nombre del pueblo» y el pueblo elige otra cosa.
    Los obreros «los descamisados» leían El Tony en el tren cuando volvían a sus hogares del conurbano después de trabajar todo el día en la burguesa ciudad de Buenos Aires….

  • Una cosita mas, a mi me encantan los cómics de Oesterheld mas allá de cual sea su ideología. El otro día me baje un montón de números de Hora Cero y disfrute mucho de Ernie Pike. Que se yo si la historia es buena, bien dibujada y a no ser que sea un panfleto propagandístico me importa un pito la ideología de los autores, al menos para mi. Pero bueno acá había gente que puteaba a Los Chalchaleros porque usaban botas negras altas durante los 70s…..

  • Ja ja estuviste muy bien Guille.

    Me da la impresióm de que se demonizó las revistas más de la cuenta. En el ambiente del cómic, y podés encontrar un montón de notas en Google, se analiza el caso Columba desde esa perspectiva.
    Come mencioné al comienzo es un tabú del cómic argentino.
    Curiosamente encontré una serie de Columba de 1989, Gwendolin 3-19-04, que tiene como protagonista una heroína que se rebela ante régimenes dictatoriales. Ya voy a sacar una nota al respecto.

  • Pero obvio Hugo lee Mark de ciencia ficción donde los malos son las elites poderosas. O la maravillosa Harry White!!! White era uno de los tripulantes del Enola Gay y no sabia que la bomba que iban a tirar sobre Hiroshima era tan poderosa, entonces cuando ve la destruccion que provoca el tipo no puede soportarlo y al tiempo anda deambulando borracho por las ruinas de Hiroshima dejándose morir. Hasta que lo rescata un viejo karateka y lo lleva a un templo y ahí arranca un tremendo cómic de artes marciales maravilloso. Jackaroe era un cowboy comanche o apache no recuerdo, Marco el coprotagonista de Montana Blue era un sioux, y asi mil ejemplos mas. Basta no me hagas calentar me voy a cenar jajaja abrazo y aguante la historieta en todas sus formas!!!

  • Hola Hugo… hubo un relanzamiento de HORA CERO por los primeros años de la década del noventa que incluía historias de DICK TRACY, Inspector BULL, Raza de escorpiones (tremenda), Buenos Aires las putas y el loco ( una crónica sobre los años 20 y la explotación de mujeres para la prostitución) , era excelente pero creo que no pasó de los cinco o seis números de repente desapareció de los puestos de diarios… en cuanto a Columbia era muy consumida en los pueblos del interior del país… se vendía mucho en las terminales de tren y micros de larga distancia, así fui conociendo a Dago, Nippur, Jackaroe, capitán Camacho, Mojado ( que triste era esa) y además hacían adaptaciones de las películas del momento, depredador, viaje insólito y hasta la saga Bond…

  • Buenas tardes. Gran info. Sabía lo de las pelis de palito y balá, pero nada de la Columba en la dictadura. De chico leía las viejas que compraba mi hermana.
    Y recuerdo que incluso en el 96, cuando seguramente ya estaba por cerrar, editó Preacher, compré el número 1 en una revistería de estación de tren. Y en las páginas promocionaba las ediciones de La Máscara, Barbwire y hasta nada menos que Ése Bastardo Amarillo.

  • Me pasa lo mismo que a vos Hugo, Mort y sherlock time me gustan un poco más que el Eternauta, es más siempre me parecieron materiales que, al tener episodios autoconclusivos entre otras cosas, re daban para una serie live action o animada… ( te imaginas una animación inspirada en la obra de breccia? ufff.. seria genial , aunque no sé si la gente que desconoce al artista lo recibiría bien )

  • Nooooo. No conocía todo ese bardo contra Columba. En mis recuerdos siempre tengo presente a Dago y a Nippur
    Dato sobre Oesterheld, además de escribir banda de buenos comics escribió con su hermana entre 15 y 20 cuentos infantiles de la colección «Mis animalitos», que se publicó en 1955
    Hoy la colección sigue estando pero las ilustraciones de Elsa Oesterheld fueron reemplazadas por otras que no tienen tanta gracia

  • Ojo Juan que a lo mejor con toda la repercusión del Eternauta tal vez surje algo con esos personajes.
    Ya no es tan descabellado pensarlo.

  • Hugo hacete una nota de Nippur. Para mí es una historieta muy subestimada que no tiene el reconocimiento que merece. La historia del errante me parece de las cosas más épicas que se hicieron. Obligado a escapar, recorre el mundo durante décadas hasta que tiene un ejército para recuperar sus tierras. No lei todo porque algunas me estan costando encontrar pero es algo que tengo pendiente.
    El día que Netflix o alguno quiera poner la guita se vuelve el proximo GOT.

  • Si la tengo programada Fede.
    Coincido con lo que mencionaste.

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