La rosa de Versalles: La remake musical en Netflix
La rosa de Versalles, también conocida como Lady Oscar, es un manga de Riyoko Ikeda que a comienzos de la década de 1970 contribuyó a redefinir la historieta asiática con historias más complejas.
En el continente americano tomamos contacto con esta obra a través de la brillante serie de animación realizada por Tadao Nagahama (Ulises 31) y el Gran Osamu Dezaki (Cobra) que cosechó su popularidad en los años ´80.
El drama histórico de Ikeda se ambienta en el siglo 18 y tiene como protagonista Oscar de Jarjayes, una joven que fue criada como un hombre debido al deseo de su padre por tener un hijo varón.
Al cumplir 14 años es asignada protectora de la princesa María Antonieta y entre ellas se desarrolla una amistad íntima.
Las cosas se complican para Oscar cuando entra en la etapa de la adultez y su feminidad se rebela contra su comportamiento masculino, un conflicto interno que la convierte en una persona trágica e inestable.
Todo este dramón se desarrolla en el contexto socio-político que precedió la Revolución Francesa, un condimento que intensifica la intriga del conflicto central.
El animé original es una joya de visionado obligatorio para todo fan que sigue estos temas y mi opinión retiene la corona como la mejor versión de Lady Oscar.
Hace una semanas se estrenó una nueva película que adapta el manga de Ikeda desde una perspectiva diferente.
La nueva producción toma el contenido del cómic pero toma como fuente principal los numerosos espectáculos musicales que tuvieron una enorme popularidad en Japón.
En el continente asiático el espectáculo teatral tiene la misma reputación popular que El fantasma de la Ópera y desde 1974 fue visto por millones de espectadores de todas partes del mundo.
De hecho, su estatus de culto es tan grande que los personajes principales cuentan con un monumento en la entrada del Teatro Takarazuka en la localidad de Hyogo.
Una particularidad de la obra es que está interpretada por un reparto íntegramente femenino que también le da vida a los roles masculinos.
El nuevo film inspirado en las versiones musicales fue desarrollado por la productora MAPPA de la que no tengo referencias.
Uno de sus títulos más populares es Attack of the Titan que no llegué a ver.
La dirección de Ai Yoshimura (Kabukichou Sherlock) sigue la trama del cómic y se luce con la reconstrucción del periódo histórico.
Todas las ambientaciones y el diseño de los personajes, más cercanos a las ilustraciones del manga, son impecables y en los aspectos técnicos no se le puede objetar nada.
El tema es el enfoque musical que por lo menos para mí resultó una piedra.
La película cuenta con 15 canciones y después de la quinta confieso que deseaba tirarle con un cañón a Oscar, André y María Antonieta porque se me hicieron infumables.
Cuando empecé a verla no tenía idea que estaba inspirada en las adaptaciones teatrales y se me hizo muy pesada.
Obviamente al tratarse de una película el relato central se presenta más condensado pero para mí ese no fue un problema sino las canciones que me resultaron irritantes.
Los seguidores de los musicales supongo que la disfrutarán más y si desconocían esta propuesta recomiendo que sigan con el animé de los ´70 que es excelente.
El film distribuido por Netflix no está mal pero no era para mí.
No me ví el anime original y no sabía si ver está versión (en su gran mayoría, me encantan los trabajos del estudio MAPPA, por su nivel tecnico, y veo que acá no decepciona en ese aspecto, el tema debe ser el staff que llevo las rindas seguramente).
Pero al ver que es un musical, yo creo que paso, capaz veo el de los 70′ .
Una aclaración final Hugo, el estudio MAPPA se encargo de adaptar solo el desenlace final de la obra Attack On Titan (4ta temporada y peliculas).
Ya lo dijo el genio de nuestro tiempo, Homero J. Simpson (la J justamente es de Jenio), el musical es la forma de expresion mas baja del ser humano.
ah buen detalle Gus, pensé que hicieron toda la serie.
ja ja!!
Depende de las historias, a veces me puedo enganchar pero esta fue complicada.