Reseña de The Liberator

Calificación: A

Una excelente propuesta relacionada con la animación y el género bélico que no tuvo mucha difusion y se encuentra perdida en la programación de Netflix.

The Liberator es un experimento muy interesante que representa el primer trabajo del estudio Trioscope, una compañía que tiene la intención de combinar el cine live action con la animación 2D y el CGI.

Si hubiera que describir de alguna manera la estética visual que proponen se podría decir que es la evolución moderna del viejo sistema de Rotoscopio que solía implementar Ralph Bakshi en sus largometrajes de los años ´70.

El director Richard Linklater también hizo algo parecido a comienzos del siglo 21 en Waking Life (2001) y A Scanner Darkly  (2006) que seguían este tipo de realización.

Trioscope lleva el mismo concepto a otro nivel con una mayor definición en la imágenes que capturan con realismo las expresiones de los actores, mientras que los fondos y detalles de los escenarios parecen ilustraciones.

Este híbrido audiovisual da como resultado la experiencia de encontrarse frente a un cómic donde las viñetas cobraron vida.

Al principio es raro de ver pero con el transcurso de los episodios te acostumbrás y en lo personal me pareció un concepto muy atractivo donde por lo menos hicieron el esfuerzo de ofrecer algo diferente.

Ahora bien, más allá de las cuestiones técnicas, The Liberator es una obra importante ya que rescata dentro del género bélico una historia tremenda que Hollywood escondió debajo de la alfombra durante muchas décadas.

La trama narra las experiencias del General Felix Sparks, quien lideró el Regimiento 157 de Infantería, más conocido como los Thunderbirds.

La particularidad de este comando es que reunía a un grupo de soldados indígenas, mexicanos y cowboys del sur de los Estados Unidos que habían terminados presos por malas conductas en las fuerzas armadas.

 

Tipos que solían ser discriminados en la sociedad norteamericana y ni siquiera podían entrar en un bar, en este comando terminaron por integrarse en un mismo equipo, gracias a la dirección de Sparks que rompió con todos los prejuicios raciales de la cultura de ese momento.

Felix llegó a combatir 500 horas durante el desarrollo de la guerra y participó junto a los Thunderbirds de importantes misiones en la campaña de las Fuerzas Aliadas en Italia.

Junto con sus hombres fue uno de los primeros soldados en descubrir y liberar el campo de concentración de Dachau en el sudeste de Alemania.

Por alguna razón, las vivencias documentadas de Felix, quien llegó a contar con la admiración del General Patton, jamás se narraron en el cine y solo eran conocidas por los historiadores y aficionados a los temas de la Segunda Guerra Mundial.

La miniserie de Netflix está basada en el libro de investigación The Liberator: One World War II Soldier’s 500-Day Odyssey, del periodista Alex Kershaw, quien rescató del olvido la historia de Sparks y sus hombres para la nuevas generaciones que desconocián el caso.

El proyecto fue creado por Jeb Stuart, productor de la serie Vikingos, que en los años ´90 fue guionista de película clásicas de acción como Duro de matar y El fugitivo.

Una enorme cualidad de esta obra es que adapta las experiencias de Sparks con mucho realismo, sin caer en exageraciones o exaltaciones patrioteras.

En ese sentido se puede percibir una influencia de Band of Brothers.

El relato también evade la demonización de los alemanes y establece una clara diferencia entre la perversión de los criminales nazis y los soldados rasos que no tenían otra opción que cumplir órdenes.

Inclusive dentro de las tropas americanas se retrata que no todos eran héroes inmaculados y hubo comandantes que cometieron excesos en el tratamiento de los prisioneros.

Luego de ver la miniserie empecé a buscar más información sobre el caso de Sparks y los Thunderbirds y me sorprendió que varias escenas que yo creía habían sido  inventadas con propósitos dramáticos sucedieron en la vida real y forman parte del testimonio del soldado.

Entre ellas el caso del francotirador alemán de las fuerzas de elite que pemitió que Sparks rescatara a sus compañeros heridos y fallecidos en una emboscada y se negó a dispararle.

Cabe destacar la interpretación de Bradley James (el recordado Arturo de la serie Merlín) quien ofrece una muy buena interpretación como el líder de los Thunderbirds.

Me enganchó muchísimo esta miniserie que estaba para seguir más allá de cuatro capítulos.

Será interesante ver que propone el estudio Trioscope en el futuro con esta fusión del cine live action y la animación.

Si no la vieron todavía se las recomiendo.