Broken Rage de Takeshi Kitano: Comedia y crimen en 66 minutos

El otro día se me cruzó este pensamiento por la cabeza: ¿Qué será de la vida de Takeshi Kitano?

Un director japonés que me gusta mucho y al que le perdí el rastro en los últimos años. Lo último que vi de él fue Outrage Coda (2017), un film que completó una trilogía centrada en el género gángster.

Si bien es un artista que en esta parte del mundo conecta más con el nicho cinéfilo, en Argentina tuvimos la suerte de disfrutar en el cine sus obras más relevantes.

Violent Cop, Boiling Point, Sonatine, Hanna-Bi se exhibieron en la cartelera, al igual que otros títulos más comerciales como Brother y Zatoichi.

En 2023 incursionó en el género samurái con Kubi, que no llegué a ver, y hace unos meses estrenó Broken Rage, un proyecto realizado exclusivamente para la plataforma de streaming de Amazon.

Aunque se trata de la película más perezosa que hizo hasta la fecha, la verdad es que resulta entretenida y, si te gustan los trabajos del realizador, se disfruta.

En este proyecto presenta el relato más corto de su filmografía, con una duración de apenas 66 minutos: una respuesta del cineasta a la duración exagerada que suelen tener las películas en la actualidad.

Con un presupuesto muy limitado, Kitano desarrolla una obra experimental donde narra un cuento policial desde dos perspectivas diferentes.

En la primera parte se presenta la historia de un asesino a sueldo de la Yakuza que es atrapado por la policía y debe colaborar en una operación para desbaratar un grupo criminal.

Si bien algunas escenas cuentan con ese humor negro que suele primar en sus filmes, el tono de la propuesta es serio y evoca la clase de producciones que hizo en los años 90.

Broken Rage: Beat Takeshi con una pizca de Jerry Zucker y Blake Edwards

Lo mejor de esta producción llega en la segunda mitad, cuando el director recrea el mismo relato a través de la comedia.

Si bien Kitano obtuvo notoriedad internacional a partir de 1997 con la aclamación de Hanna-Bi, en Japón siempre fue más famoso por su labor como comediante, una faceta que no llegamos a disfrutar tanto en Occidente, debido a que los filmes que consiguieron mayor distribución siempre fueron dramáticos.

La segunda mitad de esta película es muy divertida y se percibe una influencia occidental, donde toma el absurdo de La pistola desnuda y lo combina con la comedia física de La Pantera Rosa. Tiene varios momentos delirantes muy al estilo de Jerry Zucker (como la escena del interrogatorio policial) y, aunque no todos los chistes funcionan, los buenos sacan una carcajada.

Me dio mucha gracia que el propio Kitano se hiciera cargo, con un par de bromas, de la pereza argumental que presentan estos cortos.

Aunque no sea un film relevante dentro de su filmografía y se note que lo hizo para cumplir un compromiso comercial con Amazon, si te gustan sus trabajos, vale la pena darle una oportunidad.

Calificación: B