Usagi Yojimbo: La obra de Stan Sakai

Como mucha gente de mi generación el primer contacto con el conejo samurái lo tuve en la serie de animación de las Tortugas Ninjas de 1987, donde Usagi Yojimbo se destacó en par de episodios como un carismático aliado de los protagonistas.

Su popularidad fue tan grande que inclusive llegó a ser parte de la colección original de juguetes que brindó la franquicia.

Sin embargo en ese momento no tenía la menor idea que el personaje ya era una figura icónica del cómic independiente.

Muchos años después tomé contacto con ese material y me pareció fascinante.

Para ir al grano y hacerla simple, si sos fan del cine japonés de samuráis y la cultura asiática la lectura de esta historieta ofrece una experiencia muy gratificante.

Usagi fue creado en 1984 por Stan Sakai, un artista japonés que inició su carrera en este arte como rotulador del humorista español Sergio Aragonés en la revista Groo the Wanderer; una desopilante sátira de Conan, el bárbaro.

A mediados de los años ´80 gestó este proyecto basado en la biografía del famoso espadachín Miyamoto Musashi, un personaje histórico que inspiró numerosas películas y propuestas literarias.

Entre ellas el popular manga Vagabond, de Takehiko Inoue (Slam Dunk).

La particularidad de la obra de Sakai es que la historia se desarrolla a través de un reparto de animales antropomórficos que se desenvuelven en el período Edo del Japón Feudal.

Usagi es un conejo samurái que emprende un viaje de autodescubrimiento personal tras la muerte de su maestro.

Dotado de un carácter honorable y un dominio extraordinario de la espada el simpático héroe ofrece sus servicios como guardaespaldas en los pueblos que visita.

A lo largo de la épica travesía termina involucrado en numerosas intrigas políticas e inclusive misterios sobrenaturales.

Los primeros relatos de Sakai presentan aventuras cortas autoconclusivas pero con el transcurso de la serie luego se desarrollan arcos argumentales más extensos.

A través de una estética de caricatura y un sentido del humor que toma su influencia de los trabajos de Aragonés, el cómic brinda una experiencia muy especial donde el perfil excéntrico de los personajes se fusiona a la perfección con el tratamiento realista del contexto histórico.

El nivel de detalle con el que se recrea el antiguo Japón en los vestuarios, la arquitectura de los edificios y las costumbres sociales de la época es impactante a tal punto que la colección llegó a ser galardonada por su valor educativo.

Cabe resaltar que no se trata de una propuesta infantil ya que su contenido, sobre todo el tratamiento de la violencia, está dirigido a un público adulto.

Orginalmente las aventuras del conejo se publicaron en blanco y negro pero en los últimos años la obra de Sakai se reeditó en una versión en colores que también es muy atractiva.

La trama tiene una notable influencia cinematográfica donde no faltan las referencias a los filmes de Akira Kurosawa, las sagas de Lonewolf and Cub y Zatoichi y por supuesto el cine Kaiju.

Hace poco la editorial IDW publicó un par de cross-overs con las Tortugas Ninjas con guión de Sakai que cosecharon muy buenas reseña y merecen su recomendación.

Tambien hay un spinoff titulado Space Usagi que trabaja al personaje en un contexto de ciencia ficción, aunque nunca llegó a obtener la misma repercusión que la serie original.

En los últimos años la popularidad de esta franquicia se expandió también al campo de los videojuegos y  la animación, a través de una serie infantil que se estrenó en Netflix el año pasado.

No llegué a ver el programa pero el trailer deja la impresión que se trata de una adaptación libre del cómic.

Si nunca leyeron nada de Usagi recomiendo buscar la obra de Sakai que no tiene desperdicio y se consigue en castellano.