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150 grandes películas de artes marciales (XXX)

Vuelvo de cenar y me encuentro en el blog con 14 comentarios que retrataban una batalla campal de Hoolligans con lectores insultándose entre sí.

En los 12 años que tengo este espacio jamás había visto algo así.

En ocasiones aparece algún paracaidista que insulta por un tema específico y después desaparece y es natural porque forma parte del mundo de internet. Ahora insultos y amenazas entre lectores (wtf) nunca había ocurrido a este nivel y me parece que lo que era un debate se distorsionó el algo muy feo que me da vergüenza tener publicado.

Esto no es un foro de Clarín donde la gente entra y se agreden en todas las noticias.

La verdad que no me interesa tener numerosos comentarios por entrada con gente completamente sacada insultándose entre sí.

Es la simple nota de cine de un blog no el manifiesto internacional de la comunidad de artistas marciales. Hubo gente que nunca lo terminó de entender.

Todo empezó cuando expresé que no me enganchaban los personajes de Bruce Lee porque solían ser demasiado perfectos y los villanos por lo general no lo podían tocar.

Ese tipo de personajes me parecen aburridos porque todo les sale bien y no tienen adversidades interesantes.

Eso se tomó como una falta de respeto hacia su figura (?) que despertó todo un debate sobre diversos estilos de cine y aunque la discusión venía acalorada no había violencia.

Anoche esto se descontroló por completo y decidí pararlo acá. Tal vez cometí el error de no hacerlo antes.

Por ese motivo quedan desabilitados todos los comentarios del informe de cine de artes marciales. En estas condiciones no se puede debatir nada porque es una locura.

Voy a completar el informe porque ya quedaba poquito y además me llevó su laburo pero sin comentarios. Al que le interese lo va a leer y el que no lo pasará de largo y está perfecto.

No pierdan el tiempo escribiendo sobre este asunto en otro post porque no voy a publicar nada, salvo que sea por otro tema.

Este informe va a terminar como los partidos de fútbol sin público.

Mis disculpas a los que no formaron parte del conventillo y a los que participaron pero nunca agredieron a nadie. Estoy seguro que entenderán la decisión que tomé.

Encima hoy en esta entrada caía la siguiente película…

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7-OPERACIÓN DRAGÓN (1973)

Suelo disfrutar esta película, tengo su edición especial de dos discos en dvd y cada tanto la repaso pero la verdad que no es mi gran favorita del género.

Para analizarla en serio es necesario comprender el contexto cultural en el que surgió para explorarla con sus virtudes y falencias.

Operación Dragón es muy importante porque se trata de la primera producción Hollywoodense que se atrevió a explorar el género y trascendió por acercar esta clase de propuestas a un público mainstream.

Hasta el estreno del film las pocas películas de esta categoría que llegaban a los cines lo hacían en salas ubicadas en zonas marginales de los guettos de Los Ángeles, Chicago y Nueva York.

Al igual que sucedió con el Blaxploitation, cuando en los estudios se dieron cuenta que había un público considerable que consumía este entretenimiento decidieron explotar ese nicho comercial al que no le se prestaba atención.

En 1971 Warner ya había hecho algo parecido con Shaft y tras los números que hizo Five Fingers of Death, cuyos derechos de distribución habían comprado, optaron por hacer una película con Bruce Lee, quien era la máxima estrella en China por aquellos días.

Sin embargo, los ejecutivos de la compañía tenían sus reparos en concentrar toda la atención en Bruce y las artes marciales, ya que era algo que nunca se había hecho en Hollywood.

Como no se la quisieron jugar y tenían miedo que fuera un fracaso armaron un híbrido de géneros, donde combinaron las artes marciales con el Blaxploitation y el cine de Bond de Roger Moore que era un suceso de taquilla.

Por consiguiente, Operación Dragón no es una película pura de artes marciales sino una fusión de temáticas donde intentaron matar varios pájaros de un tiro.

En otras palabras, Warner se tiró a la pileta con flotadores. Si Bruce Lee no pegaba en el público por lo menos quedaba un pseudo Bond a cargo de John Saxon, quien tenía la misma relevancia en los créditos iniciales que el artista asiático.

El film dirigido por Robert Clouse, un cineasta menor de producciones clase B, superó todas las expectativas y más allá de la plata que recaudó, (en parte por la trágica muerte de Lee, un mes antes del estreno que generó atención), su mayor contribución no pasó tanto por lo artístico sino por lo social.

Operación Dragón inspiró a millones de personas a dedicarse a las artes marciales que adquirieron un enorme popularidad en Occidente a partir de los años 70.

Por eso es tan triste que Bruce Lee no haya podido disfrutar lo que generó su trabajo en vida.

La película disparó una autentico fenómeno cultural que transformó vidas al acercar las filosofías orientales en la idiosincracia americana.

Ahora bien, de ahí a considerarla la mejor película del género me parece una falta de respeto obscena a la cultura del pueblo que originó este tipo de relatos.

El tema con esta propuesta es que ofrece una obra clase B olvidable cada vez que Bruce no aparece en escena y está contaminada por esas actitudes nefastas de la cultura occidental que eran normales en aquellas días.

Veamos algunos ejemplos.

Angela Mao, la máxima estrella femenina del cine de artes marciales de ese momento, en Hollywood era tratada como una damisela en apuros, que tiraba un par de patadas y se terminaba suicidando frente a un villano. Si el guión hubiera sido chino, Angela y Bruce Lee hubieran peleado juntos como hermanos en el clímax asistidos por Jim Kelly.

Sin embargo, el negro también tenía que morir para darle prioridad al héroe blanco. El asesinato del rol de Kelly fue abominable porque ni siquiera tenía su momento de gloria y arruinaba un personaje muy carismático que se ganaba enseguida la simpatía del público.

En el guión original el rol de Williams (Kelly) sobrevivía junto con Bruce, pero el representante de John Saxon hizo una gran campaña de lobby para que su cliente tuviera más protagonismo y los productores cambiaran el argumento.

Debido a que Kelly no tenía experiencia en el cine y para los artistas negros no era fácil ser parte de una producción de los grandes estudios, el actor simplemente estaba feliz con el hecho de poder trabajar con Lee y aceptó los cambios. Tampoco podía hacer demasiado para cambiar la situación.

-Después había que fumarse las paupérrimas escenas de pelea de Saxon, quien no era creíble como héroe de acción, pese a que en la vida real contaba con un cinturón negro de karate y terminaba venciendo a Bolo Yeung en un combate ridículo. Otra figura desperdiciada que se podía haber aprovechado mejor.

-Tampoco faltaban las secuencias con Bruce en modo superhéroe imbatible masacrando extras (entre ellos Jackie Chan), que hacían cola para ser golpeados sin que nadie pudiera tocarlo, con coreografías muy similares a las que había presentado en sus filmes anteriores. Esas son las cosas que siempre me aburrieron de Lee.

Escenas que el propio artista detestó filmar porque el quería hacer otra cosa para el público norteamericano.

Su idea era que las artes marciales no quedaran asociadas con la violencia sino que pudieran ser representadas a través de sus aspectos filosóficos, una cuestión con la que batalló durante todo el rodaje.

Esto nos lleva directamente a la mejores virtudes de Operación Dragón.

Un héroe más empático.

Mr. Lee trascendió como el personaje más positivo de la filmografía de Bruce que rompía con la imagen del vengador ultraviolento  o psicópata que había encarnado el en Fist Of Fury.

Las escenas que escribió con la bajada de linea espiritual que el quería mechar fueron brillantes y no las encontrás en ninguna de sus películas previas.

Acá tenemos un ejemplo que además aleja al personaje del rol de superhéroe perfecto.

Otro escena donde en apenas dos minutos se come crudo a todos sus  personajes previos.

Lamentablemente los ejecutivos de Warner consideraban que ese tipo de escenas eran aburridas y las eliminaron en el primer corte que se estrenó en los cines en 1973.

El diálogo que Lee mantiene con su maestro recién se integró al film en 1998 para su edición en televisión y video.

Dato Loco: El chico que interpreta al estudiante de Bruce, Stephen Tung Wai, luego se convirtió en uno de los coreógrafos de acción más buscados de Hong Kong. Entre sus trabajos más reconocidos sobresalen las secuencias de A Better Tomorrow (John Woo) y The Blade, de Tsui Hark, que previamente destaqué en este informe.

La pelea inicial con Sammo Hung

Si prestan atención al trabajo de Bruce en este film se puede percibir que la energía de su interpretación cambia radicalmente con el transcurso de la trama.

Comienza con mucha fuerza, inspirado en estas primeras escenas, porque estaba feliz de poder plasmar en la pantalla la visión que tenía de la historia.

Sin embargo a partir de las situaciones que tienen lugar en la isla del villano Han, su actitud cambia por completo. Se lo nota más apagado y actúa en piloto automático como si no quisiera estar ahí.

Esto se relaciona con todos los problemas que tuvo en el rodaje con el director Robert Clouse y el productor Jerry Weintraub,  quienes tenían una visión creativa muy diferente sobre el rumbo que debía tener el film.

La paciencia de Bruce eventualmente se agotó al punto que un día contrató personalmente a un equipo de técnicos y se fue a Hong Kong a filmar solo esta secuencia de acción que no estaba planificada en el guión.

Lee entendía y con razón que el film de Clouse tardaba una eternidad en establecer a los personajes y era necesario incluir antes una pelea para retratar las habilidades del protagonista.

Si a Operación Dragón le quitás esta escena no hay un combate decente hasta los primeros 45 minutos. Tenías la presentación de Saxon y Jim Kelly y Bruce quedaba limitado a la lección con su alumno.

Para esta secuencia convocó especialmente a Sammo, quien estaba ocupado con otro film y dejó todo para hacerle el favor personal a Lee.

El encuentro entre ellos derivó en una escena muy original donde nos encontramos ante la primera representación de un combate orientado a lo que hoy se conoce popularmente como las artes marciales mixtas.

El momento termina con una pirueta del personaje de Lee que fue interpretada por su doble, Yuen Wah, ya que el protagonista se encontraba con una lección en la espalda.

Wah, quien fue compañero de Sammo, Jackie y Yuen Biao en la Ópera de Pekín en los años ´80 , un tiempo después trascendió como uno de los mejores acróbatas y coreógrafos de acción de los Hermanos Shaw.

En la actualidad es más recordado por su labor como actor en Kung Fu Hustle, donde interpretaba al casero del edificio en el que se hospedaba el héroe.

LEE VS. O´HARA

Una secuencia ícónica que quedó inmortalizada entre los mejores momentos de Bruce Lee en el cine.

Más allá de sus habilidades físicas, el motivo por el que funciona tan bien se debe al trabajo brillante que presenta Bob Wall como villano. Si esta misma pelea se filmaba con algún otro actor tal vez no hubiera sido lo mismo.

La reacción de desconcierto en su rostro cuando recibe el primer golpe es extraordinaria porque refleja la misma sensación que tenía el público cuando veía ese momento por primera vez.

Con el desarrollo del combate O´Hara termina desequilibrado emocionalmente, alentado también por el público que aplaude a Bruce y lo hace enfurecer.

El remate de la escena con esa patada  terrible que recibe duele desde la pantalla y eso que se ve en cámara lenta.

Hay que ponerse en el lugar de Wall y bancarse una secuencia de este tipo frente a un gigante de esta naturaleza.

Un Dato Loco: Todos esos extras que rodean a los dos actores eran pandilleros que pertenecían a las Triadas chinas.

Una elección inexplicable de los productores norteamericanos que luego les trajo mucho inconvenientes.

En los momentos finales cuando la organización del villano se desmorona y terminan todos a las manos tuvieron que suspender varias veces el rodaje porque las facciones rivales de los gánsters terminaban envueltas en peleas reales.

La cámara de los espejos: Un acierto de Robert Clouse

Operación Dragón dejó en claro que todo lo bueno que tenía la película pertenecía a las ideas y coreografías de Bruce Lee.

Luego de este film la filmografía de Clouse se completó con producciones mediocres, en algunos casos muy divertidas como Gimkata. Con Cynthia Rothrock luego hizo China O´brien 1 y 2  que fueron muy pobres y desaprovechaban a la artista marcial.

Pese a todo, el director fue responsable de concebir un momento extraordinario de este género como fue la secuencia final en la cámara de espejos.

Bruce la detestaba y la filmó a regañadientes porque sentía que el espacio limitado afectaba al tratamiento de la acción.

Sin embargo el tiempo le dio la razón a Clouse y su idea fue muy efectiva.

Hasta 1973 el clímax de una película que contenía artes marciales por lo general terminaba en un descampado o algún escenario con un espacio abierto para exhibir las habilidades de los protagonistas.

A través de una secuencia que requería una enorme logística y sofisticación para evitar el reflejo de las cámaras en los espejos, Clouse le otorgó al relato una mayor tensión al duelo de Lee y Han.

En su momento fue algo muy novedoso y le aportó un giro diferente al clímax de la película.

Obviamente no se puede ignorar tampoco la extraordinaria labor del músico argentino Lalo Schifring, quien compuso una de las bandas sonoras más recordadas del cine de los años ´70.

Al igual que su labor en los filmes de Harry , el sucio en esta película experimentó con el género funk para crear una melodía que cobraba fuerza desde el avance para cines.

Dentro de esta temática fue una película importante en el momento del estreno por la repercusión cultural que tuvo en Occidente a la hora de difundir la práctica de artes marciales,

La película tuvo numerosas referencias en cosas que vinieron después en Hollywood (como Mortal Kombat) y en China derivó en el Bruceploitation, tras la muerte del actor, que representaría la mayor crisis creativa en la historia del género.

Todo lo que se hizo después en el cine de ese país, en los siguientes 30 años, no tuvo nada que ver con el estilo de acción y la representación de personajes que se ofrecía en este film.

Sin embargo, Bruce nunca dejó de ser un ícono de la cultura pop y una fuente de inspiración para muchas personas, inclusive entre las nuevas generaciones, como el pequeño Ryusei de cinco años.

Si el protagonista de Iron Fist de la serie de Marvel llega ver este video creo que cambia de carrera.

En lo personal me divierte muchísimo, es un clásico de los años ´70 y la valoro por lo que intentó hacer en ese período, pero la verdad que el cine que más me apasiona dentro de este temática es el que vino después del período de Bruce Lee. 

Por eso es parte del top ten pero no la ubico en el primer puesto por esta cuestión.

Para cerrar esta entrada, una anécdota del maestro con un recuerdo de su experiencia en el rodaje de este film.