In the Land of Saints and Sinners

Por eso designios maléficos del destino las buenas películas de Liam Neeson siempre terminan perdidas en plataformas de streaming y a los cines llega la basura olvidable donde trabaja en piloto automático sin ganas ni compromiso.

Retribution, la remake hollywoodense del film español El desconocido, fue un claro ejmplo que tuvimos el año pasado.

In the Land of Saints and Sinner es una muy buena producción independiente que reunió a Neeson con el director Robert Lorenz, responsable del neor western, The Marksman, estrenada en el 2021.

Un cineasta que trabajó muchos años como asistente y socio productor de Clint Eastwood y hace poco empezó a desarrollar su carrera en la realización.

En esta oportunidad la dupla ofrece una propuesta diferente con un thriller muy influenciado por los dramas policiales que se hacían en Hollywood en los años ´70.

Motivo por el film deja afuera a dos generaciones de espectadores ya que rescata un tipo de cine que se convirtió en una especie en extinsión y paunta un público más maduro.

De hecho, si Lorenz no gestaba este proyecto por la via independiente no lo hubiera podido realizar ya que los grandes estudios hoy no ponen plata para esta clase de películas.

La trama se ambienta en 1974 y tiene como contexto político el conflicto norirlandés entre protestantes y católicos.

El año no es un detalle menor ya que marcó una bisagra en la grieta que padecía esa nación con el surgimiento del Ejército Irlandés de Liberación Nacional, una organización de extrema izquierda que centró sus acciones en el terrorismo y la lucha armada.

Neeson interpreta a un gánster de la vieja escuela que trabajó muchos años para la Mafia y desea retirarse con el fin de tener una vida más tranquila.

A diferencia de los que suele ocurrrir en la mayoría de estas historias sus empleadores lo dejan ir y el protagonista termina desvinnculado de la organización en buenos términos.

Murphy (no podía tener otro apellido) se instala en una pequeño pueblo costero y lleva una existencia pacífica hasta que interviene en una situación de violencia familiar.

Al proteger a una niña que es golpeada por su tío se involucra sin saberlo en una guerra con una célula terrorista, cuyos integrantes están completamente sacados y representan a una nueva clase de criminales que no tienen ningún tipo de códigos morales.

Lorenz construye la tensión a fuego lento donde el ganchó principal pasa por disfrutar las interpretaciones de reparto.

Se nota que Neeson se enganchó más con este proyecto y sobresale con su actuación como no lo pudo hacer en sus filmes previos.

En esta producción tiene muy buenos momentos junto al veterano Ciarán Hinds (Munich, Belfast) y Kerry Condon (The Banshees of Inerishing), quien actualmente atraviesa un gran momento.

En esta película sobresale como una líder terrorista  que retrata con acierto las ideologías radicalizadas que primaron en aquellos años. Muy especialmente en los grupos políticos de la extrema izquierda.

La película tiene acción y el clímax presenta una secuencia de tiroteos con la particularidad que el tono narrativo del conflicto evoca el cine de los ´70.

Lorenz se toma su tiempo para desarrollar los personajes y construir la tensión entre los protagonistas en un relato que presenta un clímax satifactorio.

Supestamente Netflix compró los derechos de distribución para la plataforma por lo que podrá tener un poco más difusión cuando llegue al streaming.

Actualmente se encuentra disponible en el puerto de Jack y la recomiendo.

Calificación: B+