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Reseña de La ballena

Calificación: C
Una inspirada y profesional interpretación de Bendan Fraser levanta una película que se siente redundante en la filmografía de Darren Aronofsky.
La ballena es un exponente tradicional del cine de miseria porno que llega todos los años para estas fechas y suele enamorar a los votantes de la Academia de Hollywood.
En el pasado la misma clase de propuesta se presentó con otros títulos como Monster Ball, Crash, Albert Nobbs, Precious y Moonlight que contaron también con una recepción positiva exagerada por parte de la crítica.
La particularidad del caso es que Aronofsky en esta oportunidad ofrece una copia carbón inferior de lo que fue El luchador, un film por el que Mickey Rourke obtuvo una nominación al Oscar con un regreso que lamentablemente después no se terminó de consolidar.
Otra vez nos encontramos con un pobre desgraciado con conductas autodestructivas que tras una situación complicada de salud, que pone en jaque su existencia, decide reconectarse con su hija para enmendar los errores del pasado y conseguir una última redención.
El concepto es el mismo con la diferencia que esta producción carece de una enorme virtud que tuvo la película del 2008.
La sobriedad en el tratamiento de los elementos dramáticos.
En aquella historia la interacción entre los personajes se sentía real porque el director no exageraba el contexto miserable y decadente que rodeaba al protagonista.
En este relato a los problemas de salud que sufre Charlie, producto de una obesidad extrema, se suma la culpa por su inclinación homosexual que puso fin a su matrimonio, el duelo por el suicidio de un novio y los pases de factura y maltratos de su insoportable hija adolescente, interpretada por una sobreactuada Sadie Sink.
El personaje más sufrido en la historia de las telenovelas no padeció tantas tribulaciones juntas como el rol que encarna Fraser en esta producción.
Es más, comparado con esto Albert Nobbs parece un cuento inspirador de Frank Capra.

A través de este catálogo de lugares comunes, disfrazado de retrato profundo de la condición humana, Arpnofsky elabora un drama grandilocuente que eventualmente se convierte en el tipo de película que Ben Stiller parodiaba y criticaba en Tropic Thunder.
Dentro de este panorama Brendan Fraser consigue sacar adelante un rol muy complicado que en manos de un actor menos experimentado hubiera resultado un desastre.
Una cualidad de su interpretación reside en que logra distraer al público de las prótesis de maquillaje para aportarle cierta humanidad al profesor universitario que encarna.
La labor de Fraser encuentra sus mejores momentos en cada oportunidad que el director no derrapa con el grotesco.
Un ejemplo que encontramos en la escena donde Charlie se pone a devorar comida como si hubiera sido poseído por el fantasma Slimmer de Ghostbusters.
Innecesario.
Creo que la adicción del personaje con la comida producto de su depresión se podría haber retratado de un modo menos sensacionalista.
Dentro del reparto secundario Hong Chau y Samantha Morton elevan el contenido del film con muy buenas interpretaciones que superan la labor de las figuras juveniles.
Entre ellos Ty Simpkins, quien compone a un misionero evangelista, cuyos sermones confusos dejan la impresión que debe un par de materias de catequesis.
Un rol que no tiene razón de ser en la trama y sirve para que Aronofsky incluya un trillado palo a esa religión.
Para este proyecto optó por narrar la trama con una puesta en escena teatral donde la gran mayoría del conflicto se desarrolla en el departamento lúgubre del protagonista.
Una elección artística que tal vez tenía la intención de resaltar la ambientación claustrofóbica que rodea a Charlie pero termina por ofrecer una obra de teatro filmada para el cine.
El argumento de Samuel Hunter proviene de esa fuente y queda la impresión que su propuesta funciona mejor en ese tipo de espectáculos.
Fraser hace un gran trabajo pero bajo ningún punto de vista encarna al personaje que definirá su carrera. Dentro de su filmografía Charlie sobresale como una rareza de un modo similar a lo que fue A Love Song for Bobby Long para John Travolta.
En resumen, La ballena es un melodrama redundante y pretencioso que consigue ser llevadero por la labor de su protagonista y nos recuerda que Darren Aronofsky desde Black Swan no atraviesa su mejor momento creativo.

13 comentarios en «Reseña de La ballena»

  • No quiero sonar trillado porque esta expresión ya la usé varias veces en este blog, pero ahí va de nuevo, «Se veía venir desde el trailer que no era buena». La tengo agendada para ver hoy a la noche, solamente porque lo recontra banco a Fraser y me alegra que tenga este merecido resurgimiento. Pero el tono lacrimógeno, simplón y manipulador de la película ya se veía venir desde que se publicaron esos dos minutos online.

    Brendan se llevó hasta los centros de mesa en casi todas las ceremonias de premios donde estuvo nominado, salvo algunas excepciones. Y está cansadísimo que se lleva el Oscar también, pero si tuvieras que elegir Hugo, ¿a quién premias?, ¿Fraser, Austin Butler o Colin Farrel?, para mí que vas con Elvis, es el que yo elegiría también, la verdad que son buenos ternados.

    Sadie Sink es buena actriz, ya lo demostró en Stranger Things, pero en esta película no le gustó a nadie lo que hizo. Una pena de lo Mickey Rourke, su peor enemigo es Mickey Rourke.

  • ¡Gana Butler por afano!
    Lo que hace con Elvis en distintas etapa de su vida es impresionante sin caer en una imitación barata.
    Lo de Frazer me pareció correcto pero es muy Tropic Thunder y no me explayo sobre la ridícula escena final porque todavía no la viste.
    Hay momentos de su trabajo como la escena Slimmer donde tenés que hacer un esfuerzo para no reírte algo que no ocurre con Elvis.
    El premio a Frazer es corrección política a full y suma mucho que lo vendan como su gran regreso a la actuación que no es cierto.
    A diferencia de Mickey Rourke que estaba en la lona cuando hizo El luchador Brendan no estaba precisamente desaparecido y tuvo muy buenas reseñas por su trabajo en Doom Patrol y No Suddden Move de Soderbergh.
    No la vi a Sadie Sink en Stranger Things pero en esta película tiene algunos momentos de exageración deplorables.

  • Acá me encuentro en bastante desacuerdo con vos hugo. Si bien creo que peca en partes de caer en la porno-miseria, me terminó conmoviendo el relato y no me terminó pareciendo exagerado nada.
    Si estoy de acuerdo con que se parece al luchador y las partes grotescas no aportan nada, pero la interpretación de Brendan y compañía si me resultaron excelentes.
    Seré parte de la minoría que la disfrutó, supongo.

  • Es verdad, ya hace un tiempo que Brendan volvió a la actuación, lo que sí tuvo con esta película es un regreso a la popularidad y a la masividad que no le dieron los proyectos que acabas de mencionar.

  • Esta perfecto si te conmovió Tomás eso es parte de la experiencia personal con el film.
    Ahora el nivel de exageración que tiene el drama es más difícil de refutar porque es justamente lo que la hace inferior a El luchador, más allá de la copia carbón en la temática.

  • No la pienso ver, pero Fraser me compro como actor en «Dioses y Monstruos» con Ian McKellen

  • Me imaginaba que venía por ese lado.

    Una película pretenciosa pero que termina siendo como todo en Hollywood hoy en día: Banderita del orgullo con calzador, una familia rota y el palito a los conservadores/evangelistas todo obviamente de forma burda, barata y bastante desconectado de la realidad. Una pena porque es una premisa interesante, la obesidad no es joda -por más que la quieran normalizar y romantizar- y podía ofrecer algo que realmente dejase algo para pensar… pero termino siendo pobre, exagerada y trillada, como pasa con la gran mayoría del cine actual con la fortuna de tener un muy buen actor que la industria marginalizó hace casi 2 décadas atrás.

    Compro hasta ahí la ovación exagerada al pobre de Brendan porque Hollywood en su hipocrecía necesita lavarse las manos después de tenerlo desterrado por el caso de abuso que sufrió. Y me da fastidio, porque te terminás preguntando si los premios los gana por sus dotes artísticos -que los tiene!- o por lástima e hipocrecía. Ojalá Brendan en algún momento vuelva con alguna comeida, porque es un tipo que en la comedia siempre anduvo bien.

    Si tengo que ser justo, mi favorito al Oscar es Butler. El pibe encarnó 3 etapas marcadas del Rey, donde en cada una era en sí un personaje distinto al otro por los hechos puntuales que lo cambiaron. ¿Brendan? Saca una pelicula adelante él sólo (que no es poco), pero la temática es la favorita de los jueces. Sumado a que se quieren lavar culpas… gana él.

  • Es un gran tema el que tocás Juan. Creo que en este creo el premio esta muy influenciado por el relato que se construyó sobre «el regreso» de Brendan que no existe porque nunca dejó de laburar. En todo se dedicó a otro tipo de cine menos pochoclero.
    Lo que pasa que mezclan los problemas que tuvo en su vida personal con el personaje en la intención de convertir al premio en una especie de redención para el artista.
    Todo muy bizarro.
    Como siempre Ben Stiller tenía razón.

  • Algo que me hizo ruido, algunos temitas de montaje donde, de una escena a otra, ocurren hechos asi «por arte de magia» (entradas de personajes a lo «fantasma») o cuando brendan (SPOILER aunque no tanto digamos) extravia el andador y en la sgte, esta apoyado en la biblioteca leyendo con el al lado (o sea…)

    A pesar de todo, la peli me sorprendio para bien en el sentido que me engancho desde el vamos (el ultimo avance que mostraba un poco mas me habia tirado para atras) me gusta como esta filmada dado 1 sola locacion y lo teatral…y la musica, la musica me gusto muchisimo (le daba como un toque de «terror» en algunos momentos)

    Pero, estoy en la vereda que la peli hay que verla (y luego recordarla) mas por lo actoral que por historia (el luchador me gusta mas)

    Decis que Fraser hubiese estado mas peleado con butler si la peli era al diablo con el diablo? (en esa brendan hace mas de 1 personaje xD) nota mental: ver elvis

  • En realidad no pasa por el personaje Diegue, la nominación es merecida lo que pasa que en el caso de Fraser además se construyó el relato del regreso triunfal que es cualquiera porque no estaba desaparecido, como Mickey Rourke cuando hizo El luchador.
    Lo están premiando también por eso y los quilombos que tuvo en su vida personal.

  • Ahora que la vi, necesito decir algunas cosas.

    – Como lo garcaron (y lo van a garcar) a Austin Butler, la actuación de Brendan Fraser es de una entereza admirable, pero el container de premios que recibió por este rol es lo más exagerado que se haya visto en esta terna en los últimos años.

    – Efectivamente, me reí un par de veces cuando no se supone que te tenés que reír con este festival de lágrimas.

    – Esa atmosfera teatral donde los personajes entran y salen del set constantemente y nunca puede haber más de dos personas durante mucho tiempo en la misma escena le dan un tono berreta a la historia (¿será por el covid también?).

    – El personaje de Sadie Sink es irremontable desde el libreto, salvo que seas un prodigio de la actuación o que tengas mucha experiencia (lo cual es bastante difícil por la edad requerida) era inevitable que resultara un desastre.

    – La escena final es la pelotudez más grande de Aronofsky desde La Fuente de la Vida y de hecho comparte el mismo estilo falopa que aquella película.

  • Es que todo es tan exagerado que cuesta mucho contener la risa. Es muy difícil tomar en serio la secuencia inicial donde lo enganchan a Charlie en una situación complicada que se resuelve porque un misionero random le lee un ensayo de Moby Dick!!! Un tipo que además entró a la casa de la nada porque tenía la puerta abierta.
    El momento Slimmer que ya mencioné y la escena final por su estupidez hacen que sea difícil contener la risa.

    Todo esto no desmerece la labor de Brendan que es un capo pero lo inflaron a un nivel desquiciado.

  • Brendan siempre va a ser un capo al que vamos a bancar en lo que haga, pero… tenía que aparecer Aronofsky, quien no pega una con la inspiración desde el 2010 y ahora se limita a filmar «carnada de premios». No puedo sino seguir reivindicando Tropic Thunder después de esto, en especial después de leer las (hasta ahora) dos únicas (pseudo-)críticas del público en la página de Cines Argentinos, una de esas, la del tal Tomás (oh, coincidencia).

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