Crows Zero 2: Otro delirio de Takashi Miike

Vuelven los desquiciados pandilleros estudiantiles de la escuela secundaria Susuran en esta segunda adaptación de uno de los mangas más populares de los últimos años.

Si la primera entrega fue un delirio absoluto en la continuación el director Takashi Miike levantó la apuesta en esta producción que dio como resultado una de las historias sobre pandilleros más bizarrras que se hicieron en mucho tiempo.

Crows Zero 2 es el segundo episodio de una trilogía y la despedida de Miike de la serie quien no realizará la tercera película.

La verdad que me intriga que va a salir de la última parte porque el amigo  Takashi cerró bastante la historia en esta producción y la verdad que esto no da para mucho más.

Este film retoma las historia de los protagonistas desde los eventos del primer episodio.

Es decir,tenés que tenerlo visto para entender la relación de los personajes porque de otro modo se complica.

Takiya Gengi se convirtió  en pandillero capo de la escuela Susura y finalmente consiguió un dominio sobre el resto de las bandas.

Ahora las cosas se complican cuando los psicópatas alumnos de la escuela Housen le declaran la guerra a las bandas de Susuran cuando un miembros de estos rompe un pacto que había entre las dos instituciones.

En este caso, quienes fueron enemigos en el film anterior ahora se unen para enfrentar a un enemigo en común que es mucho más peligroso.

Crow Zero 2 es muy loca porque Takashi Miike prácticamente desarrolló un western sin armas de fuego.

Los pibes acá se muelen a palos con palos o a las piñas pero no usan armas de ningún otro tipo y los climas de tensión remite bastante a las viejas historias de cowboys.

La película dura 133 minutos de los cuales 40 minutos están dedicado a la delirante batalla final!

Durante la primera hora Miike se toma su tiempo para construir la tensión y la guerra entre las escuelas.

La verdad que para el público occidental que no está acostumbrado a ver seguido los filmes de estos actores por momentos se complica seguir el hilo de las subtramas porque los personajes tienen un look muy parecido y hay momentos donde si no prestás atención te perdés para identificarlos.

En esta primera hora me quedó la sensación que Miike se fue de mambo con las subtramas dramáticas que se podía haber recortado un poco.

La película tampoco es una obra de Shakeaspeare, sino un cuento sobre dos grupos de pendejos que se agarran a la piñas porque no tienen nada que hacer de sus vidas.

En un punto eso también es lo divertido y absurdo de Crows Zero porque los personajes viven y respiran para pelearse entre sí.

Las mujeres no tienen ningún tipo de importancia igual que sus familiares o el ambiente  que los rodea.

El único mundo para ellos es el de las pandillas.

Cuando la batalla final se desata empieza los mejor de este film que se extiende durante los siguientes 40 minutos a pura acción.

Me pasó como espectador que terminé completamente agotado de ver a estos pibes envueltos a las piñas sin parar. La batalla que es el gran momento de la trama es TREMENDA.

Si no estamos ante una de las secuencias de pelea más largas de la historia del cine pega en el palo.

En materia de realización el trabajo de Miike es impecable igual que el laburo físico de los actores que es tremendo.

Si uno se cansa mirando las secuencias de acción no me imagino lo que fue para estos flacos que trabajaron en el film.

Es probable que una escena tan ambiciosa de este tipo haya llevado varias semanas de producción.

En términos de acción la continuación de Crows Zero 2 es mucho más épica y te vas a enganchar si te gustó la primera.

Para los que tienen Netflix la película se encuentra disponible en la programación.

El trailer.

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