Crónicas policiales

Herbert Mullin: El hippie asesino

SEGUNDA PARTE.

Mary Guilfoyle estaba apurada.

La chica de 24 años tenía una entrevista de trabajo y sabía que no iba a llegar a tiempo si no hacía dedo en una autopista y conseguía que la llevaran a su destino.

No era la mejor idea por aquellos días en Santa Cruz. Los diarios comenzaban a enfocarse en las misteriosas despariciones de chicas que hacían dedo en la ruta y nunca se las volvía a ver. Era el tema del momento.

Mary había escuchado en las noticias de los cuerpos decapitados que se habían encontrado en esa zona , pero cuando vio al conductor que manejaba el viejo Chevy, que se detuvo para llevarla, supo que estaba a salvo.

Era un joven de su misma edad (en realidad le llevaba un año) y que no presentaba para nada un aspecto amenazador.

Mary se relajó en el vehículo hasta que Herbert se detuvo en una calle solitaria. Tomó el cuchilló y sin decir una palabra apuñaló a la chica hasta matarla.

Llevo el cuerpo hacia una colina cercana y lo desmembró para estudiar los órganos.

El cuerpo de la joven no se encontró durante meses y su desaparición se sumó a los extraños casos de las rutas de Santa Cruz.

La siguiente víctima de Mullin fue el sacerdote Tomei.

Su historial criminal hasta ese momento no seguía ningún patrón determinado y esto generaba que Mullin fuera invisible para la Ley.

Su padre que le enviaba mensajes telepáticos para ordenarle los homicidios había sido un héroe de la segunda Guerra Mundial y Herbert pensó que la mejor manera de honrarlo, como decían los Mandamientos, era uniéndose al ejército.

Increíblemente cuando se alistó al cuerpo de los marines pasó los exámenes físicos y psíquicos y a último momento lo rechazaron en la infantería cuando el ejército descubrió que había sido arrestado por delitos menores años atrás, en su etapa de hippie, por malas conductas.

Esto generó en él un enorme resentimiento hacia la cultura hippie que a su modo de ver le había impedido honrar a su padre.

Para enero de 1973 Mullin había llegado a la conclusión que las drogas le habían arruinado la vida.

Su furia hacia quienes las consumían aumentó y decidió ir tras la persona que lo había incertado en ese mundo.

Jim Gianera, el viejo amigo de Herbert, se convirtió entonces en la causa principal de los males que afectaban su mente.

Él lo había introducido a la drogas y debía morir. Esa era su lógica.

El 25 de enero de 1973 Herbert se dirigió a la casa de su amigo en una zona de bosques que solía ser explorada por los turistas.

Para su sorpresa Mullin descubrió que Jim ya no vivía en ese lugar y la casa era habitada por la familia Francis.

Kathy Francis estaba sola en el lugar con sus dos hijos David y Daemon, que tenían 9 y 4 años respectivamente.

Su esposo Bob que era vendedor de drogas había salido para concretar una operación.

La mujer le dio la nueva dirección de Jim al asesino y lo despidió.

Mullin se dirigió al nuevo hogar de Gianera y al reencontrarse con su viejo amigo lo increpó por haberlo metido en el mundo de las drogas. Jim no tuvo demasiado tiempo para reaccionar ya que el criminal le disparó a la cabeza.

Su pareja que en ese momento se estaba bañando corrió con la misma suerte. Herbert apuñaló con su cuhillo reiteradas veces los cuerpos y se retiró del lugar.

Le quedaba algo más por hacer.

Kathy Francis sabía que él se había dirigido a la casa de los Gianera y era una testigo clave.

Otra vez actuó rápido.  Volvió a la casa de los Francis y ejecutó de un tiro en la cabeza a Kathy. Luego hizo lo mismo con los dos niños.

Ya nadie podía delatarlo.

Debido a la actividad de Bob Francis, el caso fue catalogado como una venganza entre bandas de narcotraficantes.

Los asesinatos sin sentido seguían conmocionando a la ciudad de Santa Cruz.

La policía no daba a basto y no podía conectar los crímenes.

Las ejecuciones de los Gianera sumada a las muertes en las rutas no tenían motivos claros y los detectives estaban desconcertados.

Los habitantes de Santa Cruz estaban aterrorizados. Lo que no sabían todavía es que por las calles andaban sueltos dos asesinos seriales que operaban en la misma región y tenían motivaciones distintas.

Herbert Mullin no era el único psicópata desenfrenado que no paraba de asesinar.

Edmund Kemper también estaba suelto y los cadáveres que iba dejando por el camino contribuían a confundir más las investigaciones.

No había manera de dar con ellos.

Continuará…

6 comentarios en «Herbert Mullin: El hippie asesino»

  • me habia olvidado el caso de ed kempler, linda epoca para vivir en san fransisco.
    genial como siempre estos relatos, hugo.

  • Muy bueno Hugo! ya se extrañaban estas cronicas. Igual se nota que te debe llevar bastante tiempo armarlo todo bien, por la forma en que esta narrado seguro lo tuviste que releer varias veces para que quedara bien.
    Anda dando vueltas el trailer de Scream 4, cuando salga en buena buena calidad te lo paso. Y te dejo esta noticia http://www.movieweb.com/news/NEaGj1j7ag9fcd de que Hugh Jackman confirmo que Darren Aronofsky va a dirigir Wolverine 2, es muy loco que este chabon se meta en estas propuestas, es como si David Lynch se pusiera a dirigir Transformers 4 .Igual me encanta la noticia, y segun palabras de Hugh va a ser bastante oscura esta pelicula, bah en realidad como siempre deberia haber sido este personaje. Espero que tambien solucionen los Fx de las garras que habia quedado bastante choto en la primera. Saludos Hugo!

  • Hugo!!! Como siempre geniales tus informes sobre los loquitos estos… (todavía no lo leí…) pero seguro que es buenísimo, ya me lo pongo a leer, porque como te he dicho cada vez que pones algo de esto, me encanta la locura de los tipos, tratar de entender que les pasaba… por que hicieron las cosas que hicieron… hablando de esto… viste algo de esto, «America’s Serial Killers: Portraits in Evil»? (http://www.amazon.com/Americas-Serial-Killers-Portraits-Evil/dp/B001LN6NRE)

    Saludos!

  • Gracias Mauro! Sí, llevan su tiempo porque me dedico a investigar bien la historia antes de ponerme a escribir. Al no contar la historia de manera lineal tenés que tener el caso bien estudiado para no dejar huecos en la historia. Es un laburito, por eso no los hago seguido.

    Rodrigo ese documental lo tiene a la venta Musimundo pero no te lo recomiendo. Un amigo me lo pasó y es bastante pedorro. De hecho, mi notas sobre Charles Manson y Jeffrey Dhamer son mucho más completas. Aparte mezclan a los asesino seriales con Hitler o Stalin que no tienen nada que ver pese a también hicieron cosas terribles. Cualquiera.
    Saludos!

  • Nooooooooooo!
    Excelente!!! POr mas que me tilden de morboso no puedo para de leer!! El final simplemente me parecio digno de una gran pelicula de suspenso. Eso es lo loco, como la realidad siempre supera a la ficcion.
    Una vez mas, felicitacion y ansioso por el final de esta historia.
    Saludos.

  • Hugo una pregunta fuera del post:adelantas la reseña del el juego del miedo?

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