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Los clones de James Bond: Our Man Flint (1966)

Durante la manía por las historias de agente secretos en los años ´60, los clones de James Bond brindaron otro gran personaje que tenía un enorme potencial para desarrollar su propia saga.

Cuando Columbia anunció The Silencers, la primera entrega de Matt Helm, el estudio Fox no quiso quedarse afuera del fenómeno y desarrollaron su propia versión de 007.

Un mes antes del estreno de la película con Dean Martin, en febrero de 1966 llegó a los cines Our Man Flint, protagonizada por James Coburn.

En ese momento el actor era parte de esa camada de artistas de Hollywood que eran reconocidos por encarnar tipo duros que se consideraban cool.

Un grupo integrado por Lee Marvin, Steve McQueen, Charles Bronson, Clint Easrwood y Burt Reynolds.

Coburn ya era famoso y había participado de producciones muy populares como Los siete magníficos (1960), El gran escape (1963) y Charada (1963).

Con este proyecto Fox le dio la posibilidad de protagonizar una película que proponía una satira del cine Bond.

Derek Flint era un personaje original que no tenía antecedentes literarios y presentaba algunos puntos en común con el Matt Helm de Dean Martin.

El agente secreto de Coburn estaba más encarado en el perfil del anti-héroe y no le importaba en absoluto el mundo del espionaje y la política.

Flint tenía un estilo de vida desopilante.

El tipo vivía en un departamento lujoso de Nueva York con cinco novias, hablaba 45 idiomas y cuando no daba clases de danza, se dedicaba a la práctica de esgrima y  karate.

Las Naciones Unidas lo obligabaa a dejar de su vida hedonista cuando las computadoras de los diversos servicios de inteligencia del mundo decidían que era el mejor hombre para resolver una crisis internacional.

En este caso había un trío de científicos locos que extorsionaban a la ONU con una máquina que les permitía manipular el clima y generar desastres naturales.

Flint tenía la misión de salvar a la humanidad y lo gracioso de la premisa es que recién le ponía onda a su trabajo cuando sus novias eran secuestradas.

Los villanos eran olvidables y los roles femeninos intrascendentes, ya que la película se enfocó especialmente en la figura de James Coburn, quien en un punto se mofaba de esos tipos duros que había encarnado en otras películas.

A diferencia de las saga de Matt Helm, acá no había una chica Flint que cobrara protagonismo y mucho menos que estuviera a su par, debido a que la gracia del héroe pasaba por ser exageradamente perfecto.

Coburn claramente no se lo tomaba en serio en su interpretación y esto le permitió demostrar su versatilidad en un rol más comico que era muy divertido.

Un aspecto que diferenció a Flint de Helm y Bond fue el tratamiento de las secuencias de acción, donde el protagonista opacó de un modo humillante a Sean Connery y Dean Martin.

James Coburn fue amigo íntimo y alumno de Bruce Lee y contaba con una formación en artes marciales.

Motivo por el cual, su desempeño físico en las secuencias de acción era extraordinario.

De toda la camada mencionada de tipos duros de Hollywood, sólo Coburn podía desempeñarse con la velocidad y energía que él le aportaba a las escenas de pelea.

Queda claro al ver este film que era una arista marcial profesional y el director Daniel Mann supo aprovechar esta cualidad que ofrecía el protagonista y carecían otras figuras de aquellos años.

Our Man Flint no tenía la secuencias de acción ambiciosas de Bond ni el sarcasmo humorístico ni la banda sonora de la propuesta con Dean Martin, pero contaba con su propia identidad y brindaba un buen entretenimiento.

Un elemento gracioso que tomaron años más tarde los filmes de Austin Powers de esta historia fue el famoso ringtone del teléfono del presidente norteamericano que también se evocó en Hudson Hawk, con Bruce Willis.

Dentro del reparto otra figuras conocidas fueron Lee J.Cobb (Nido de ratas) y Edward Mulhane, recordado como el jefe de David Hasselhoff en la serie El aurto fantástico.

En el momento de su estreno la película recibió muy buenas críticas y fue un éxito comercial, algo que no todos los clones de 007 podían conseguir.

Flint era un personaje que estaba destinado a continuar en una nueva saga pero el estudio Fox arruinó todo en la siguiente entrega estrenada en 1967.

Los motivos se los contaré en la próxima nota.

Este es el avance original del film.

 

 

 

5 comentarios en «Los clones de James Bond: Our Man Flint (1966)»

  • Interesante lo de los clones de James Bond.
    Las escenas de artes marciales están bien logradas. Y funciona el carácter del personaje, dado a la diversión, el vivir con 5 novias, que se llevan bien entre si. Y que se preocupe por rescatarlas más que por los científicos malvados, que eran un elemento esencial en las películas de agentes secretos.
    Aunque también me gustan los personajes femeninos que se destacan en escenas de acción.
    Dan ganas de ver la película.
    En el trailer, funciona bien lo paródico.

  • Pero en esta película no hay personajes femeninos que se destaquen en la acción…

  • Esta era la peli que el tipo tenía un reloj de pulsera que la corona era como un martillito que se movia y golpeaba el brazo para despertarlo o algo asi? No recuerdo mucho, debo haber visto hace como 40 años las pelis de Flint en tv!!!

  • Qué buena memoria, era esa misma.
    El martillito lo sacaba de un coman auto inducido! Un genio.

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