Saw y los orígenes de James Wan

Hasta la fecha el director James Wan logró construir una filmografía muy sólida donde no aparecen grandes decepciones.

Inclusive Dead Silence, que tal vez es su película menos popular, tiene momentos de suspenso muy bien elaborados donde se percibe su talento como narrador.

El debut oficial de Wan se produjo en el 2000 con el film Stygian que se exhibió en festivales de cine y lamentablemente es un material difícil de conseguir.

La película que lo impulsó en Hollywood fue la primera entrega de SAW, cuyo final quedó marcado a fuego en nuestras mentes para siempre.

Era una producción que te dejaba impactado por los continuos giros sorpresivos y a la salida del cine se la querías recomendar a todos los seguidores del género que conocías.

Wan y su socio el guionista Leigh Whanell le dieron una complejidad mayor al subgénero slasher a través de una historia que sobresalía por el suspenso más que la situaciones de violencia.

Jigsaw no era el clásico loquito estilo Jason Voorhees, sino que tenía un origen más complejo que le otorgaba una ambigüedad interesante al personaje.

Al calificar a esta historia como una simple expresión de tortura porno, como hicieron muchos críticos en su momento, se desmerece la esencia de esta historia cuyo atractivo nunca pasó por las mutilaciones que sufrían los personajes.

Por supuesto que había escenas sangrientas pero ese no era el atractivo de Saw y es un error ubicarla al mismo nivel que un típico film mediocre de Eli Roth.

Jigsaw y la marioneta Billy tuvieron su origen en este corto del 2003 que Wan y Whanell hicieron para venderle la propuesta a los estudios de cine.

El material era contundente y no encontraron grandes obstáculos para hacer la película.

En menos de un año Saw llegaba a los cines y de esa manera nacía una de las sagas más populares del siglo 21 en el cine de terror.

A continuación pueden disfrutar el corto que se titula Saw 0.5.