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Charles Starkweather y Caril Fugate: la fuga de Nebraska

La fuga

Charles y Caril sabían que no podían quedarse mucho más tiempo en la casa de los Fugate, donde permanecían escondidos los cadáveres de la familia.

Seis días habían sido demasiados, y el cartel de la “gripe” no funcionaría por mucho tiempo más. El problema era que el auto del asesino no funcionaba bien, y eso les impedía llegar demasiado lejos.

Necesitaban un refugio.

August Meyer, de 72 años, era un viejo amigo de la familia Starkweather, que conocía a Charles desde que era chico. El 27 de enero de 1959, los jóvenes llegaron a la granja del hombre.

Allí ocurrió uno de los grandes misterios del caso: Charles le voló la cabeza de un tiro a su amigo. Luego durmieron en la casa y, tras robar dinero y un par de revólveres, escaparon sin rumbo. Nunca se supo con certeza por qué lo mataron. Ninguna investigación posterior logró resolver ese enigma.

El auto de Starkweather se atascó en el barro y los jóvenes continuaron a pie. En la ruta se cruzaron con Robert Jensen y Carol King, una pareja de novios de 17 y 16 años, respectivamente, que se detuvo al verlos solos. Parecían dos adolescentes inofensivos. Charles y Caril se subieron al coche, pero pocos minutos después el muchacho sintió el frío cañón de un revólver apuntándole al cuello.

Tras robarles el dinero, los obligaron a conducir hasta un refugio para tormentas cercano a la granja de Meyer. La pareja regresó a la casa de los padres de Caril para comprobar si la policía había descubierto los cuerpos.

Al ver un patrullero en la puerta, siguieron de largo y pasaron la noche durmiendo en el auto.

El 28 de enero, la policía descubrió el cadáver de Meyer y el vehículo de los criminales abandonado cerca de la granja. Poco después hallaron los cuerpos de Jensen y King. El joven tenía seis tiros en la cabeza; la chica fue hallada desnuda, con signos de apuñalamiento en el abdomen y la zona genital. No había rastros de violación. Desde ese momento, toda la policía de Nebraska buscaba a la pareja fugitiva.

Ese mismo día, Charles se dirigió a la casa del empresario C. Lauer Ward, a quien conocía por su trabajo como basurero. Allí estaban su esposa Clara, la mucama Lilian Fencl y una pequeña perrita poodle llamada Suzy. Cuando Lilian abrió la puerta, se encontró con el revólver del asesino apuntándole a la cabeza. Los jóvenes tomaron como rehenes a las mujeres y se sentaron a desayunar.

Alrededor de la una de la tarde, Clara Ward intentó escapar o enfrentarse a los intrusos —nunca se sabrá con certeza— y Charles la apuñaló en el pecho y el cuello. La perrita, que no paraba de ladrar, fue asesinada a golpes con la culata del arma.

Minutos después, Starkweather llamó a su padre por teléfono para enviarle un mensaje a su ex amigo Bob Von Fousch: nadie iba a interferir jamás en su relación con Caril.

A las 17:30, el sueño de Charles se hizo realidad. Cuando vio la edición vespertina del Lincoln Journal en la puerta de la casa, descubrió que él y su novia eran la noticia principal. Ya no era un don nadie: se había convertido en alguien reconocido. Pero toda la policía estaba tras ellos, y debían moverse rápido.

Media hora después, el señor Ward regresó a su hogar. Ni siquiera tuvo tiempo de comprender la escena: Charles le voló la cabeza de un disparo. Luego ataron a la mucama y la apuñalaron varias veces antes de escapar con objetos de valor y comida, huyendo en el Packard negro del empresario.

Al día siguiente, un primo de Ward descubrió la masacre.

El empresario era amigo íntimo del gobernador de Nebraska, quien ordenó reforzar la búsqueda con la Guardia Nacional, el FBI y una recompensa de mil dólares para quien los capturara, vivos o muertos.

Soldados armados patrullaban Lincoln en jeeps, y los padres retiraban a sus hijos de las escuelas. Todos buscaban el Packard negro.

Charles Starweather, bajo custodia de la policía, es escoltado tras su captura.Imagen icónica que marcó el fin de su sangrienta fuga por Estados Unidos.

El fin

El auto era demasiado vistoso y Charles y Caril estaban desesperados por cambiar de vehículo. Cuando llegaron a la ciudad de Douglas, en el estado de Wyoming, encontraron a un hombre durmiendo en un Buick al costado de la ruta.

Merle Collison era un vendedor de zapatos que, por trabajo, solía viajar largas distancias y acostumbraba a detenerse en el camino para dormir un rato cuando el cansancio lo vencía.

Charles se le apareció en la ventanilla del coche la mañana del 29 de enero de 1958. Le ofreció intercambiar su Packard último modelo por el Buick.

A Merle le pareció extraño y se negó. Charlie enfurecido le disparó en la cabeza, el cuello, un brazo y una pierna. Luego acomodó el cuerpo en el asiento del acompañante e intentó arrancar el coche, pero tenía puesto el freno de mano y ninguno de los jóvenes sabía cómo funcionaba. Jamás habían visto ese modelo.

No estaban en condiciones de perder tiempo. Un joven geólogo que pasaba por allí vio que la pareja tenía problemas con el auto y se detuvo para ayudar. Charles bajó del coche, lo apuntó con el revólver y lo amenazó.

“Ayudame a liberar el freno de mano o te mato”, dijo el criminal, según declaró después el muchacho a los diarios. Cuando el joven vio el cadáver de Merle Collison, comprendió que estaba en peligro y se lanzó sobre Starkweather en un intento desesperado por desarmarlo.

William Romer, el sheriff de Wyoming, conducía por esa ruta. Al ver a dos hombres forcejeando por un arma, detuvo enseguida su patrulla. En ese momento, Caril salió corriendo del Buick, llorando y gritando:

“¡Es Starkweather! ¡Me quiere matar! ¡Acaba de matar a un hombre!”

Charles renunció a la pelea, corrió hacia el Packard negro y se escapó a toda velocidad de la ciudad de Douglas. Romer subió a la joven a la patrulla y pidió refuerzos por radio.

El jefe de policía de Douglas, Robert Ainslie, se encontraba cerca de la zona y viajaba junto al sheriff de Converse County, Earl Hefflin. Según declararon después, el Packard negro los pasó a toda velocidad instantes después de recibir la alerta de Romer.

La patrulla aceleró para alcanzarlo.

El sheriff Hefflin disparó con su rifle contra el vehículo. La ventana trasera del Packard estalló en pedazos, y de pronto el auto giró a la derecha y se detuvo bruscamente en el medio del camino.

El caso Starkweather estaba a punto de llegar a su fin.

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