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Drive Away Dolls: Película de Ethan Coen inspirada en Russ Meyer

 Drive Away Dolls integra la primera entrega de la trilogía de lesbianas clase B concebida por el director Ethan Coen y su esposa Tricia Cooke, quien fue editora de varios filmes de los célebres hermanos.

El concepto de la saga tiene la finalidad de recrear el espíritu del cine de explotación de los años ’70 que coparon los cines decadentes de Times Square, en New York, y Los Ángeles.

Hace poco exploré este tema en la reseña de American Grindhouse, un documental que les recomendé.

La trama combina la comedia policial con la road movie y tiene como protagonistas a dos chicas lesbianas con personalidades opuestas que emprenden un viaje por las carreteras de Tallahassee y terminan perseguidas por un grupo de mafiosos ineptos.

Un proyecto complicado de concebir

Pese a la reputación prestigiosa que tiene Ethan Coen en el ambiente de Hollywood, el realizador tardó más de 20 años en concretar este proyecto, ya que le costó muchísimo conseguir inversores.

Numerosas compañías dejaron pasar la propuesta por las características de la historia y el tipo de cine de nicho vintage que intentaba recrear. Desde un punto de vista comercial, la película no tenía grandes chances de llegar a un público masivo, más allá de los circuitos de festivales.

Originalmente la iban a protagonizar en el 2007 Holly Hunter (Raising Arizona) y Selma Blair, quien por entonces había cosechado popularidad por su trabajo en Legally Blonde y Hellboy.

La producción se suspendió y años después Coen revivió el film con Christina Applegate y Chloë Sevigny, sin embargo el rodaje nunca se llegó a concretar y quedó en la nada.

En el 2022 finalmente consiguió el presupuesto de 21 millones de dólares que necesitaba a través de la productora inglesa Working Title Film.

De este modo, la película se puso en marcha otra vez con Margaret Qualley y Geraldine Viswanathan (Bad Education), y luego se sumaron Matt Damon, Miley Cyrus, Pedro Pascal y Colman Domingo, quienes cobraron el salario mínimo estipulado por el sindicato de actores para tener una mínima participación.

margareth qualley en drive away dolls

Russ Meyer en el espíritu de Drive Away Dolls

Aunque la trama se desarrolla a fines de los años ’90, el tono del film evoca el tipo de relatos que el director Russ Meyer solía brindar en los años ’60, con las lesbianas rebeldes que trascendieron en clásicos de culto como Faster Pussycat! Kill Kill!

De hecho, el rol que encarna Beanie Feldstein presenta una versión moderna de los recordados personajes violentos que interpretó en el pasado Tura Satana.

La película consigue ser entretenida gracias a la dupla que conforman las protagonistas y las situaciones extravagantes que la conectan con las primeras comedias de los hermanos Coen, muy especialmente Raising Arizona, que también contaba con un reparto de personajes ridículos.

En este caso se destaca el gánster progresista que encarna Joey Slotnick, quien prefiere reemplazar en los interrogatorios la violencia brutal por la inteligencia emocional.

El film también le permitió a Margaret Qualley sobresalir en un rol diferente, explorando una veta más cómica.

Ethan Coen consigue desarrollar el relato en apenas 84 minutos y, si conectás con el humor que trabaja, es una película muy entretenida.

Como auguraron los inversores que rechazaron el proyecto, esta producción pasó sin pena ni gloria por los cines y tuvo una recaudación paupérrima de apenas siete millones de dólares.

Sin embargo, las reseñas positivas y la venta del film a plataformas de streaming permitieron que el director pudiera filmar la segunda entrega de la antología, Honey Don’t, que se estrenó este año.

Aunque Drive Away Dolls no conquistó la taquilla, sí aseguró el camino para que Ethan Coen siga explorando su irreverente trilogía clase B con total libertad creativa.

Calificación: B +

3 comentarios en «Drive Away Dolls: Película de Ethan Coen inspirada en Russ Meyer»

  • La vi y me gustó, lo que no entendí fueron esas tomas fumadas de Miley Cyrus, no entiendo su ubicación en la trama, si es algún tipo de transición que me perdí, si es algo artístico que no entiendo, no sé. El resto estuvo buena, material plataforma igual para mi, no sé si te pago una entrada por este subgénero por ahora.

  • Micaela te lo explico breve.
    Es una referencia a la psicodelia del cine Grindhouse, en especial el cine de Doris Wishman, una directora extravgante conocida por Bad Girls go to Hell.
    El tema es que no lo trabajaron bien porque la gran mayoría del público que no conoce o no recuerda esa referencia queda desconcertada.
    Son fragmentos homenaje que no tienen el menor sentido dentro del relato central.
    De hecho podés cortar todas las escenas de Miley y la película no se altera en absoluto, por el contrario tiene más coherencia.

  • Aaaahh okey, voy a chusmear el origen de la referencia entonces. Gracias por la data

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