Drácula: La versión romántica de Luc Besson
En lo que va del año, esta es la tercera producción que revive al vampiro de Bram Stoker, después de Nosferatu (Robert Eggers) y la fallida Abraham’s Boys, adaptación de un relato de Joe Hill.
Hace unos meses, el director Luc Besson declaró en entrevistas para la televisión francesa —todas ellas en medios de derecha, ya que en el otro bando sigue cancelado— que nunca le interesó el género de terror y concibió este proyecto para trabajar nuevamente con Caleb Landry Jones, protagonista de Dogman, su film previo.
Un dato interesante que sirve para entender esta particular adaptación del personaje donde el género de horror fue reemplazado por el drama romántico relacionado con vidas pasadas.
La comparación con la recordada obra de Francis Ford Coppola es inevitable ya que Besson la toma como referencia e inclusive presenta un par de escenas que remiten al film de 1992.
Su desapego al cine de terror llega a tal punto que ignora por completo las características tradicionales de los vampiros, un tema que podría ofuscar a los puristas de Stoker.
En esta versión Drácula no tiene inconvenientes con el sol y enfrenta a sus enemigos con la espada, como si se tratara de un anti-héroe de Alexandre Dumas. Hay una clara intención de humanizar al monstruo, representado como una figura trágica que sólo busca encontrar a su amor perdido.
Durante su travesía consume algún snack para alimentarse pero no es el villano perverso e implacable que vimos en otros filmes.
De hecho, por momentos el tono del relato se acerca más a La bella y la bestia, con triángulo amoroso incluido, que la representación tradicional del vampiro.

Laundry Jones evita copiar la labor de Gary Oldman y le aporta matices interesantes a la personalidad sensible de Drácula, en un claro contraste con el psicópata desquiciado que encarnó en Dogman.
Dentro del reparto Zoe Blue, la hija de Rosanna Arquette, deja una muy buena impresión como Mina mientras que Christoph Waltz termina desdibujado en el papel de un sacerdote que reemplaza al doctor Van Helsing.
Lo mejor de esta película se encuentra en la fantástica puesta en escena que propone Besson, donde se lucen los diseños de producción, vestuarios y la fotografía de Colin Wandersman.
Que el terror quede relegado a un plano muy secundario puede alejar al público más fan del personaje. Aun con sus debilidades argumentales, baches narrativos y algunos efectos de CGI que necesitaban pulirse, la versión de Besson resulta mucho más digna que los recientes mamarrachos de Darío Argento y la última serie de la BBC.
Si le das una oportunidad con la mente abierta para aceptar una versión diferente del clásico vampiro la película es entretenida y se deja ver.
Justamente este año encontre mi version en español del libro de dracula de bram stocker y a pesar de estar entre examenes me di el tiempo para volver a leerlo.
Lo busque como loco en mi casa y estaba en un cajon de libros.
Y tambien vi dracula 2000 el giro como judas fue brillante porque explica los puntos debiles de dracula y su repudio a cristo.
Que loco que en la novela, si mal no recuerdo, toda esa cosa romantica no existe.
Que se yo, a mi la version de Coppola me gusto mucho en su momento y creo que tal cual me paso con Nosferatu, me la pasaria comparandola. La musica, el entorno gotico, la sensualidad de Goldman (que era terriblemente erotico pero a la vez un monstruo hijo de puta), las actuaciones (menos la de Keanu), que se yo.
Exactamenre Diego, de hecho el romance lo introdujo Coppola porque antes de esa versión el vampiro era un monstruo tradicional.
Ya se le notaba la influencia del de Coppola en el trailer, bueno, la veremos con la patrona en plan romántico.
Hugo, pregunta, sé que no solés ir a todas las avants, pero fuiste a la de Homo Argentum? Supe que hubo un embargo sobre los que fueron, que no pueden hablar de la película hasta que se estrene y me pareció un montón
No no la pude cubrir esa Arquero, es incomprensible lo del embargo para una película de Francella.
No habla bien del contenido si necesitan blindarlo.
Decime que vas a cubrir La Vida de Chuck, te lo pido por Dalma y Gianina…Fue uno de los cuentos que más me marcó del Tío Esteban y vengo escuchando y leyendo buenas reseñas y la espero con muchas ganas.
Sí ja ja, esa la tengo para cubrir. Sale la semana que viene creo.
Hugo, movieron la fecha de estreno de The Running Man del 7 de noviembre al 14 para tener mas copias en las salas Imax. Hacía falta el cambio para no chocar con la nueva Depredador. Ganas todos.
Sí no tenía sentido la competencia.
En realidad la visión romántica ya la había instaurado John Badham en su versión del 79 con Frank Langella, (que personalmente me gusta bastante más que la de Coppola), después se siguió currando con el mismo tema, pero esa fue la primera. Y ahí Drácula, además de estar enamorado, sigue siendo un mal bicho en serio..
Disiento con esa lectura Nacho. El Drácula de Langella es un claro depredaror psicópata, de hecho la película volvió a establecer a Drácula como ícono de terror. En la de Coppola el tono romántico está mucho más acentuado y a nivel popular es la que se recuerda como la versión romántica. No en vano Besson la toma como referencia.
De todos modos si nos ponemos muy detallistas es cierto que la del 79 fue el primer caso que jugó con el cocepto del romance, la película inclusive se promocionó como una historia de amor, el tema es que nadie la recordó por eso sino por la interpretación aterradora de Langella.
La que impuso y consolidó el romance es la de Coppola.
Lo que llama la atención es la pocas copias que tiene, en Corrientes tiene un solo funciones y en Resistencia también, pense que tenvría más por ser del Luc Besson, por lo menos tiene algo de acción?
no tanto José, al comienzo cuando se expande la historia de Vlad y hacia el final, es más bien un drama romántico.
Sí, estoy de acuerdo contigo, Hugo. La de Coppola acentúa muchísimo más ese aspecto y hasta lo coloca en primer lugar, pero lo que quise decir es que el concepto como tal para nada lo inventó Coppola como erróneamente se afirma en muchas críticas que he leído. Y si nos ponemos exquisitos, tampoco fue Badham sino Dan Curtis en su versión de 1974. Fue la primera en que Drácula tiene un interés romántico sobre Mina y se subraya en el guión explícitamente. La versión posterior de Badham acentúa todavía más ese tema hasta el punto que en los primeros posters se promocionaba como «Dracula: a love story». En la publicidad posterior ese tagline fue quitado, quizás pensando que el público se iba a confundir sobre lo que iba a ver. Me causa gracia leer en criticas actuales de la película de Besson a (supongo que jovencitos que no han visto demasiado cine) decir con total desparpajo la «originalidad del tratamiento romántico». En fin…
Ah… Y no quería dejar pasar esta perlita. En Uruguay y Argentina el Drácula de Curtis (en realidad una TV movie) fue estrenada en cines con el título de «Drácula, el último romántico», y en el poster promocional decía «¡El vampiro se enamora!
Gran dato Nacho, me había olvidado por completo la de Curtis que creo la reseñé en algún momento.