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A House of Dynamite: reseña del thriller político de Kathryn Bigelow

Todavía me sorprende que Tormenta Roja, la brillante novela de Tom Clancy que imagina un posible escenario de la Tercera Guerra Mundial, nunca haya tenido una adaptación cinematográfica en Hollywood.

En una próxima nota recomendaré ese libro de 1986, que llegó a ser estudiado por líderes mundiales e incluso anticipó estrategias militares que Estados Unidos aplicó luego en la Guerra del Golfo en 1991.

Menciono esto porque la primera media hora de A House of Dynamite se siente como un típico thriller del creador de Jack Ryan. Hace tiempo que no teníamos novedades de la directora Kathryn Bigelow (Punto límite), quien este año regresó con este thriller político estrenado en Netflix.

Un comienzo prometedor al estilo Clancy

La trama desarrolla una crisis de emergencia dentro del gobierno estadounidense cuando un misil nuclear es lanzado al país por un enemigo no identificado. El film recibió más reseñas positivas en la prensa que en el público, donde las opiniones estuvieron bastante polarizadas.

Dentro de esta temática, el referente clásico es Fail Safe (1964), la obra maestra de Sidney Lumet con Henry Fonda y Walter Matthau, que sigue siendo relevante por su retrato de la amenaza de los conflictos nucleares.

La estructura narrativa, el mayor obstáculo

Rebecca Ferguson en A House of Dynamite, durante la escena en el Comando de Emergencias

El primer acto de Bigelow amaga con desarrollar una propuesta similar, ambientada en un escenario geopolítico actual, pero se desinfla demasiado pronto debido a una narración no lineal que termina afectando el desarrollo del film.

El problema no es el formato narrativo, sino los puntos de vista escogidos por la directora y el guionista Noah Oppeheim para construir el conflicto. En lugar de trabajarlo desde perspectivas diversas, optaron por recrear tres veces la misma premisa desde distintos ángulos, que resultan poco atractivos.

La película comienza fuerte con un segmento protagonizado por Rebecca Ferguson, narrando la crisis desde la Sala de Situaciones de la Casa Blanca. Bigelow demuestra un gran dominio del suspenso, y enseguida surge la intriga sobre cómo sostendrá ese nivel de tensión durante el resto de la historia.

El incoveniente es que se trata de un fragmento de media hora; luego se repiten los mismos hechos desde la visión del Comando Estratégico y finalmente desde la perspectiva del presidente, interpretado por Idris Elba.

Como el público ya conoce cómo terminará en el primer segmento, la intriga decrece notablemente en los episodios siguientes.

Tampoco ayuda una conclusión ambigua, que deja a la imaginación del espectador las consecuencias de los hechos y el destino de los personajes principales.

Un comentario sólido con una ejecución irregular

El mensaje antibelicista es contudendente y la crítica a la burocracia gubernamental no pasa desapercibida; sin embargo, la película pierde fuerza tras el primer acto debido a una estructura narrativa redundante.

Por este motivo, aunque es una obra correcta, queda opacada frente a producciones pasadas que abordaron la misma temática con mayor efectividad.

A House of Dynamite se deja ver, pero no quedará en el recuerdo entre las obras esenciales de Kathryn Bigelow.

Calificación: B

13 comentarios en «A House of Dynamite: reseña del thriller político de Kathryn Bigelow»

  • Elegí no verla y encima haberlo escuchado al ‘critico’ (entre muchas comillas) de Lértora alabandola cómo si fuese la nueva escritura, ya me la bajaba bastante.
    Gracias Hugo por bajarla a tierra, probablemente la dejaré para un dia de lluvia si se agotan las opciones. Saludos!

  • Tomás es para un día de lluvia, tal cual.
    Si te interesa el tema buscá Fail Safe de Lumet que es tremenda y de paso explorás un clásico.

  • La vi. Me aburrió totalmente. Me esperaba un thriller onda Clancy, me encontré con un ejercicio de facultad, a lo Nolan, sin el mambo temporal. La misma media hora, desde tres puntos de vista. Me hubieran vendido eso en el tráiler y no perdía tiempo. Los de los tres puntos de vista son un ejercicio, nada más.
    Como crítica antibelicista… qué se yo… parece más bien un llamado de atención al pueblo estadounidense para que se banquen aumentar el presupuesto de Defensa, que otra cosa. Somos vulnerables, gastemos más plata, tengamos más misiles.
    Con el elenco que tenían, la verdad que esperaba más. Idris Elba me parece el menos logrado de los personajes. Un tipo que es presidente y no tiene ni la menor idea de nada, en ningún momento.
    La jugada del cuento inconcluso «porque no es importante, lo importante es el mensaje»… la verdad que no me gustó, no me gusta, ni me gustará. Y el mensaje… a esta altura… es una utopía. Ningún país que tiene armas nucleares las quiere largar, y cada vez más países quieren tenerlas, y la tecnología está más al alcance.
    Sabiendo que que a Hugo no le gusta, dentro del tema, me quedo con Suma de Todos los Miedos. Y si quiero contacto con la realidad, «13 Días» me parece absolutamente superior a todas.

  • ¡Hola Hugo! Comparto la reseña, el formato capitular lo vuelve problemático. Me costó entender la necesidad del segundo, porque el primero es el más interesante (crack Rebecca) y el tercero, que podría funcionar porque es la perspectiva del presidente, parece llegar tarde. ¡Saludos!

  • Suena que con un golpe de edición y narrando las tres historias en paralelo hubiera salido un poco mejor.

  • ja ja que memoria que tenés Juan. Si, no soy fan de La suma de todos los miedos porque cambiaron demasiado de la novela es que uno de los puntos más altos de la saga Ryan pero la podés repasar más veces que esta de Bigelow, que es de visionado único.

  • Una casa llena de dinamita” es una película que me ha gustado mucho, pero la forma en que está construida, a partir de diferentes puntos de vista donde se repite la misma situación, le resta fuerza a la creación de tensión fílmica y puede resultar aburrida para quienes no gustan de los temas geopolíticos. Por mi oficio, cada uno de los puntos de vista me resultó interesante, aun sabiendo el final de cada tramo.
    Obviamente, creo que la primera historia es la mejor lograda, ya que es la que engancha y sorprende. Considero que, si la historia hubiese sido contada de manera lineal y superponiendo las diferentes situaciones, la película podría haber ganado más tensión e interés por parte del espectador.
    En los títulos no está aclarado, pero la película está basada en el ensayo “Guerra Nuclear: un escenario”, de Annie Jacobsen, que, a pesar de ser un ensayo, tiene la tensión de una novela y desarrolla todo el proceso de toma de decisiones para lanzar los misiles. Nos pone en la piel de cada persona que interviene en una guerra que estalla de forma imprevista. Lo interesante de este ensayo es que termina 25.000 años después, porque explica qué ocurre con el planeta tras la guerra.
    Por otro lado, lo que mencionas sobre la novela “Tormenta Roja”, de Tom Clancy, es cierto que es raro que nadie lo haya llevado al cine o tv. A mi entender el mejor modo de llevar al gran público esta novela es en una miniserie. Creo que es su mejor obra. Es la novela que con mayor fidelidad relata cómo podría desarrollarse una Tercera Guerra Mundial. Uno empatiza con los personajes de ambos bandos y llega a sentir que está dentro de la batalla, ya sea en un tanque, en un portaaviones o en los cuarteles y oficinas donde se toman las decisiones políticas. Solo pierde algo de fuerza en los momentos clásicos de Clancy, cuando se detiene en detallar minuciosamente la tecnología.
    Otra novela para tener en cuenta es “Fénix Rojo”, de Larry Bond (coautor de “Tormenta Roja”), centrada en una segunda guerra entre Corea del Sur y Corea del Norte. Es muy entretenida y está mejor redactada que muchas novelas de Clancy, ya que no se detiene tanto en el detalle técnico.
    También recomiendo “La hija de Trinidad”, de William Prochnau, una novela sobre una guerra nuclear a pequeña escala entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Tuvo una versión para televisión producida por HBO, titulada “By Dawn’s Early Light”, que se puede ver en YouTube. Tanto el libro (especialmente la novela) como la película tienen más tensión y suspenso que la obra de Bigelow, ya que permiten empatizar más profundamente con los personajes y generan el deseo de saber cómo terminará la guerra.
    Hay otras novelas y películas que podría recomendar, pero sería extenderme demasiado sobre ficción bélica, y hoy ya comienza el feriado. Es un tema que me apasiona por mi trabajo y que considero necesario leer para comprender y prepararse para los acontecimientos que viviremos en el futuro. Lamentablemente, son pocos los títulos traducidos al castellano y pocos los autores que escriben en nuestro idioma. Espero haber despertado la curiosidad para que lean y vean los libros y películas que menciono en este comentario.

  • Comparto… Arranca tan bien con la visión del personaje de Rebecca Ferguson, que los demás luego no aportan nada «nuevo»…
    Si bien son de géneros distintos, en cierto punto como se cuenta la historia, me hizo acordar a Dr Strangelove.

  • Si sentí lo mismo que vos Nacho. No terminé de entender la finalidad del segundo cuando tenía un primero tan fuerte.
    El del presidente encima fue flojito.
    Saludos!

  • Es una película televisiva, no se que pretenden algunos…
    Es una peli correcta con piolas actuaciones y tensión bien construida.

    como peli televisiva, esta màs que bien.

    saludos!

  • No fue una película de televisión Fede, en varios países se estrenó en cines.
    En latinoamérica fue directo a streaming.
    La tensión y el suspenso desaparece después de los primeros 20 minutos. Por ahí van las objeciones.
    Saludos.

  • Pingback: Tormenta Roja de Tom Clancy: análisis y curiosidades - HUGO ZAPATA

  • Coincido, el POV de Rebecca está tan bien que el resto pierde fuerza. De por sí, a mí me aburre un poco ese recurso de la misma historia desde distintas perspectivas cuando la historia comienza una y otra vez.
    Sin embargo me pareció un ejercicio interesante el elegir contar solo esa pequeña fracción de minutos previos al posible estallido de un conflicto bélico inesperado y cómo la burocracia, aún en una nación con todos los escenarios posibles previstos, obstruye la toma rápida de decisiones o las inhibe. Incluso muestra que la vulnerabilidad ante un ataque nuclear imprevisto.
    Al principio, pensé que se iba a tratar sobre el manejo post impacto y despues me enojé con el final porque quería saber quién atacó, si la bomba explotó, etc. Pero bueno, no era el punto de esta película y está bien.
    Me quedó con tus recomendaciones para seguir viendo más de esta temática.

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