Starkweather y Caril Fugate — la masacre que desató la fuga

CARIL

Caril Ann Fugate conoció a Charlie Starkweather cuando apenas era una adolescente, sin imaginar que un año después se convertiría en la mujer más joven en la historia de los Estados Unidos en ser condenada por homicidio.

Nació el 31 de octubre de 1943 y a los 13 años se enamoró del joven que marcaría su destino. Velda y Marion Fugate, sus padres, formaban un matrimonio de clase media baja en Lincoln, Nebraska. Además de Caril, tenían una nena de dos años y medio llamada Betty Jean.

Caril conoció a Starkweather a través de su hermana mayor, Bárbara, quien salía con el mejor amigo del delincuente, Bob Von Fousch. Era una chica linda, rebelde, de apenas un metro cincuenta, y al igual que Charlie, una pésima estudiante que había repetido un grado en la primaria.

Desde el primer momento, se sintió atraída por aquel joven que parecía salido de una película de James Dean.

La imagen de chico duro fue la principal atracción. Pese a su pobreza, ella sentía que él podía conseguir o hacer cualquier cosa que deseara. A su lado, Charlie se sentía contenido y validado. Sin embargo, los padres de Caril no lo veían con buenos ojos.

A los 16 años, el muchacho abandonó la escuela y consiguió trabajo como basurero cerca de la casa de los Fugate para poder verla todos los días. En poco tiempo fue despedido, y tras chocar el auto de su padre —con quien tuvo una fuerte pelea— terminó siendo expulsado de su hogar.

Cuando Starkweather cometió su primer crimen, Caril era todo lo que tenía en el mundo. En los meses siguientes, el joven comenzó a decirle a sus amigos que iba a casarse con ella y que la chica esperaba un bebé suyo, algo completamente falso.

En Lincoln los chismes volaban, y cuando la noticia llegó a los padres de Caril, Starkweather tuvo problemas para verla.

El 21 de enero de 1959, Charlie se presentó en la casa de los Fugate para limar asperezas. Caril no estaba. Velda, furiosa, lo echó a golpes. Ese nuevo rechazo desató la furia del joven.

Minutos después, regresó con un rifle. Al verlo otra vez en el living, Velda intentó echarlo, pero nunca tuvo oportunidad: Starkweather le voló la cabeza de un disparo. Luego asesinó a Marion con otro tiro. Según la investigación posterior, el hombre no murió al instante, y Charlie le clavó una cuchilla de cocina en la garganta.

Cuando Caril regresó de la escuela, se encontró con la masacre. Charlie acababa de apuñalar a Betty Jean, la niña de dos años y medio. Juntos limpiaron los restos de sangre del piso y escondieron los cuerpos.

La reacción de Caril desconcertó a la policía. Tiempo después, confesó que había roto su relación con Starkweather semanas antes y que al ver la escena quedó paralizada por el terror. Sin embargo, su versión nunca convenció del todo a los investigadores debido a lo que ocurrió después.

Tras esconder los cuerpos, los jóvenes pasaron el resto del día tomando gaseosa y comiendo papas fritas. Durante seis días permanecieron en la casa. En la puerta, colgaron un cartel que decía: “Manténganse alejados. Estamos con gripe. La señora Fugate.”

Por más absurdo que parezca, el plan funcionó. Incluso el jefe de Marion visitó la casa y se fue tranquilo luego de que Caril lo atendiera amablemente, asegurando que su padre se estaba recuperando.

Con el correr de los días, los allegados empezaron a preocuparse. La madre de Velda llamó a la policía el 26 de enero, pero los oficiales, sin orden de allanamiento y al no ver señales de violencia, se marcharon.

Bob Von Fousch, esposo de Bárbara, decidió revisar la casa con su hermano y descubrieron los cuerpos. La niña estaba dentro de una caja en el granero, junto a los restos del matrimonio.

La policía de Nebraska inició una cacería por todo el estado.

La únicas huellas que la pareja dejó fueron los cádaveres de sus víctimas.

Continuará…