ArtículosPeliculas malas que divierten

Werewolves on Wheels (1971)

Hoy les voy a recomendar una película experimental rarísima que actualmente se considera una obra de culto dentro del cine clase B.

Si bien tiene momentos ridículos desopilantes, dentro de la extensa filmografía de los hombres lobo dejó su huella por tratarse de una producción que fusionó las historias de motoqueros con el cine de terror y el Neorrealismo italiano.

Una corriente cinematográfica que surgió en Italia luego de la Segunda Mundial con el objetivo de establecer una impronta visual diferente del cine más artificial que primó en ese país durante los años del fascismo.

El Neorrealismo tomaba elementos del documental para narrar historias que en muchos casos estaban centradas en la improvisación y era interpretadas por actores no profesionales, que en general hacían de ellos mismos.

Las locaciones eran reales y se contraponían con la puesta en escena de los grandes estudios.

Roma, ciudad abierta de Roberto Rosellini, la historia real de un sacerdote asesinado por los nazis debido a que colaboraba con la Resistencia, fue la gran pionera en abrir la puerta a esta corriente artística en 1945.

Cuando la censura volvió a cobrar fuerza en los años ´50 en Italia el Neorrealismo eventualmente fue desapareciendo y el cine de ese país se volvió más comercial.

Mientras tanto, en los Estados Unidos a fines de los años ´60 se pusieron de moda las películas relacionadas con la cultura motoquera a raíz del éxito de Easy Rider en 1969.

Michel Levesque, un colaborador de Roger Corman, quien había trabajado en el clásico del cine lisérgico The Trip (1968) y el film de gángsters Bloody Mama, en 1971 debutó como realizador con el experimento Werewolves on Wheels.

La película tuvo la particularidad de retratar a la cultura de las bandas de motociclistas con la misma esencia de lo que había sido en Europa el Nerorrealismo de los años ´40.

Si bien el argumento presentaba un conflicto fantástico el retrato que se hacía de la cultura motoquera tenía prácticamente un tratamiento documental.

Muy especialmente en el primer acto, donde Leves filmó a una banda real de pandilleros en sus viajes habituales. Las escenas que se ven en los primeros minutos, donde se establece el estilo vida de nómadas de estos tipos no es ficción.

Luego cuando aparecen los protagonistas el relato se encamina por el terreno fantástico sin dejar de mostrar la violencia con la que estos manejaban estos individuos.

No todos tenían precisamente la filosofía de vida pacifista de los personajes de Easy Rider.

En un momento los motoqueros acampan cerca de un monasterio habitado por una secta satánica que los droga para usar a la novia del líder en un ritual.

La ceremonia, que no tiene sentido y demuestra que los miembros de la secta tenían demasiado tiempo libre, consistía en convertir a la chica en una mujer lobo.

Luego cuando los nómadas emprenden otra vez su viaje la joven monstruo se manifiesta y ataca a su novio que se convierte en un hombre lobo.

A partir de ese momento comienza el delirio donde la pareja masacra a sus compañeros, mientras los sobrevivientes intentan cazarlos.

Afortunadamente uno de ellos, por esas casualidades de la vida, es psíquico y enseguida relaciona que los monjes fueron responsables de la fatalidad de la pandilla y organizan su venganza.

La película es un delirio absoluto pero tiene algunos momentos geniales con tributo incluido al Dark Universe de Universal, como la escena en que el hombre lobo escapa en moto perseguido por sus compañeros.

Algo que no vas a ver en ninguna otra película.

Lamentablemente esos momentos que son los más entretenidos recién llegan en el acto final, ya que buena parte del film está influenciado por esa mirada documentalista que sigue la rutina cotidiana de los motoqueros en las rutas.

Otro detalle para destacar es la excelente banda sonora a puro rock que también estaba influenciada por Easy Rider.

No es una propuesta que deleitará a todo el mundo, pero para quienes se interesan por la historia del cine, Werewolves on Wheels es interesante de ver por esa combinación extra de elementos que se reúnen en una producción experimental de muy bajo presupuesto, donde el terror se trabajó de un modo diferente.

El avance original.

 

 

 

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