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Retrospectiva Sherwood: El Robin Hood anarquista (1984)

Llegamos finalmente a una de las entregas más importantes de este informe.

A mediados de los años ´80 se produjo un cambio histórico en la representación del justiciero inglés, cuya influencia todavía se puede apreciar en muchas producciones de la actualidad.

Si hay una versión de Hood que no se puede desconocer es esta.

Sin embargo, antes de meternos de lleno en las características artísticas de esta serie de televisión es imprescindible conocer el contexto social y político en el que surgió, ya que su concepción estuvo vinculada con esta cuestión.

A mediados de los años ´80 Margareth Thatcher, quien por entonces era la Primer Ministro de Inglaterra, se convirtió en una de las grandes pioneras del neoliberalismo económico que más tarde llegaría a Argentina con el gobierno de Carlos Menen.

La Dama de Hierro logró bajar el índice de inflación que afectaba al país pero con efectos demoledores para la clase trabajadora británica.

El fuerte recorte que generó en los costos sociales y la flexibilización laboral, la llevaron a tener grandes enfrentamientos con los gremios sindicales, muy especialmente con la Unión Nacional de los Mineros.

Thatcher privatizó el transporte público y las empresas estatales de luz, agua, gas y telefóno, además de la línea aérea British Airways y la automotriz Roll Royce y aunque esos cambios generaron transformaciones importantes en esos ámbitos, tambien aumentó el descontento social.

El fin de la Guerra de Malvinas en 1982 consiguió que en Argentina se acelerara la apertura a la democracia, mientras que en el Reino Unido consolidó el poder de la Primer Ministro que obtuvo una reelección al año siguiente.

Pese a todo, para 1984 la producción industrual inglesa cayó drásticamente y el desempleo se triplicó.

Durante este período se produjo la famosa huelga masiva de los mineros ingleses que paralizó la industria del carbón hasta 1985.

Una gran película de Ewan McGregor como es Tocando el viento (1997) se relaciona con esta cuestión y merece su recomendación.

La realidad es que la gran mayoría de los ingleses que pertenecían a la clase trabajadora odiaron a Thatcher y no fue casualidad que su muerte en el 2013 despertó celebraciones públicas, debido a que le hizo daño a mucha gente.

Lo cierto es que todo esa angustia, bronca y pesimismo que había frente a la clase política eventualmente encontró una catarsis en los contenidos de ficción.

Asi fue que el productor de televisión Richard Carpenter, quien venía de realizar el drama histórico Dick Turpin, entendíó que ese era el momento perfecto para revivir al mayor representante inglés de la justicia social.

El héroe icónico que estaba del lado de los pobres en este caso se convertiría en un símbolo de la resistencia contra las políticas conservadoras de Thatcher.

A partir de este concepto se originó la revolucionaría serie Robin de Sherwood que marcaría una bisagra en la filmografia del personaje.

Su influencia fue descomunal en todas las cosas que vinieron después, muy especialmente en las película que Kevin Costner y Patrick Bergin protagonizaron en 1991.

Hay varias características en esta producción que definieron la deconstrucción del héroe.

Carpenter en principio elevaba la rebeldía de Robin a otro nivel que no tenía precedentes.

En esta versión se lo introduce claramente como un anarquista que no busca ayudar al bondadoso Richard Lion Heart sino acabar directamente con la monarquía y toda la corrupción que sostiene el sistema.

Hood pretende que la libertad esté por encima de las autoridades.

Cabe resaltar en este sentido la influencia del movimiento punk inglés que abogaba por las mismas cuestiones y odiaba directamente a Thatcher.

Por otra parte, Carpenter sepultaba toda noción de romanticismo en la representación de la Edad Media para crear una ambientación oscura donde además entraban en juego los elementos paganos.

«Ya que estamos también nos cagamos en la religión y la Iglesia Católica,» expresaba el espíritu creativo de este muchacho.

Robin de Sherwood fue una propuesta disruptiva que evadía los clichés tradicionales asociados a este relato.

La crítica política estaba maquillada a través de un argumento que tenía marcados elementos de ocultimo y fantasía relacionados con el folclore celta.

También fue pionera en aportarle un espíritu inclusivo a la historia, al introducir entre los aliados del héroe a un guerrero árabe que luego Morgan Freeman evocaría en la película de 1991.

Maid Marian, interpretada por una hermosa Judi Trott, pasó de ser una damisela en apuros a una guerrillera medieval que peleaba a la par con los hombres.

Si bien el contexto de la trama era claramente patriarcal el retrato de la heroina tenía un tinte feminista que en el ´91 regresaría en el cine con Uma Thurman.

En mi opinión,  la mejor Marian de todas, pero ese es un tema para desarrollar en otra nota.

El casting del rol principal quedó a cargo de Michael Praed, quien pareciá el cantante de una banda de rock telonera de Def Leppard.

Otra particularidad loca de este programa es que reunió a las dos versiones famosas de Hood.

Praed interpretaba a Robin de Loxley mientras que Jason Connery, hijo de Sean Connery, encarnó a Robin de Huntingdon.

 En las primeras dos temporadas Praed la rompe como un justiciero implacable y sanguinario que no contaba con precedentes en los medios audivisuales.

Más allá de su ideología anarquista el tratamiento de la violencia era completamente zarpado para las cosas que se veían en la televisión de aquellos días.

Game of Thones le debe muchísimo a esta serie y es más que evidente que tuvo su influencia sobre todo en este aspecto.

Otro detalle fantástico que le otorgó una identidad especial al programa fue la banda sonora a cargo de la agrupacion celta Clannad, que todavía sigue vigente en la actualidad.

Cuando se juntan todos estos elementos novedosos encontramos en Robin de Sherwood una serie completamente innovadora en lo referido al tratamiento de la leyenda clásica.

En su momento representó ese descontento social que se vivía en Inglaterra contra las politicas de Margareth Thatcher y si bien es un producto de su tiempo como propuesta artística tenía una realización impecable.

Dos miembros del reparto  que luego cobraron popularidad internacional fueron Ray Winstone, quien interpretó a Will Scarlett y John Rhys-Davies (Gimli en El señor de los Anillos y Sallah en la saga de Indiana Jones), quien encarnó a el Rey Richard.

Hasta el capítulo final de la segunda temporada, Robin de Sherwood fue una obra maestra, por el contenido dramático de la historia, el tratamiento de la acción, la ambientación de la época medieval, las interpretaciones del elenco y el contenido místico.

Lamentablemente Michael Praed luego arruinó todo cuando decidió abandonar el programa y dejar colgado a los productores para seguir una carrera musical en Broadway, donde se desempeñó hasta el 2016.

Para mantener la serie a flote a Robin de Loxley le dieron una muerte «Che Guevara» y el liderazgo de los rebeldes pasó a manos de Robin de Huntingdon.

El problema fue que Connery Jr. no tenía el carisma de Praed y esto afectó la trama porque ya no era lo mismo.

Su desempeño era correcto pero le faltaba esa rudeza que tenía Loxley.

Los índices de audiencia decayeron y sumado a los costos que generaban cada episodio la serie llegó a su fin con la tercera temporada.

A pesar del final precipitado, ya que estaba para seguir, el legado que dejó fue muy importante y en los años siguientes la creación de Carpenter fue homenajeada en numerosas propuestas cinematográficas y televisivas.

El tema principal de Clannad con imágenes de la serie.

 

 

 

 

 

4 comentarios en «Retrospectiva Sherwood: El Robin Hood anarquista (1984)»

  • Que buena la banda Celta..hace rato que no la escuchaba. Hugo puede ser que está serie la pasaron en los 90 en Telefe, o recuerdo mal.??

  • Ésta la verdad que no la tenía ¿Puede ser que sea porque leí alguna vez que las series inglesas desaparecieron del mapa de la televisión argentina post guerra de Malvinas? Y agendada la peli de McGregor. Si no me equivoco Billy Elliot también tenía de trasfondo todo el conflicto de las huelgas de los mineros.

  • Yo la relacionaba con el viejo canal de 2 pero me parece que tenés razón vos Javier.
    Me las confundo porque hubo también otra en los ´90 que ya comentaré más adelante.

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