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Rolling Thunder Revue: El pseudo documental de Martin Scorsese

La vida y carrera de Bob Dylan es tan apasionante que de una simple anécdota se puede hacer una película de más de dos horas e inclusive un documental falso.

Ese el es curioso caso de este bizarro trabajo de Martin Scorsese que puede dejar a los fans del músico un poco desconcertados.

Rolling Thunder Revue se centra en un período muy interesante de la carrera del músico que tuvo a lugar a mediados de los años ´70, tras la bochornosa renuncia de Nixon en Washington y el retiro de las tropas norteamericanas en Vietnam.

En ese momento el artista gozaba de una enorme popularidad y se encontraba entre las figuras más relevantes del rock.

En 1976 se le ocurrió organizar una gira, inspirada por los espectáculos de circo y variedades de principios del siglo 20, con el objetivo de tocar en pueblos pequeños de Estados Unidos donde las grandes figuras de la música nunca se acercaban.

Localidades que no estaban acostumbradas a tener conciertos de rock y que probablemente tampoco esperaban a una figura como Dylan.

No deja de ser emotivo pensar lo que deben haber experimentado los fans cuando descubrieron que su ídolo, en el pináculo de su carrera, tocaría en el club deportivo del barrio para no más de 2000 personas.

Entre los artistas conocidos que se sumaron a la gira se destacan los nombres de Joan Baez, Joni Mitchell ( que cuenta las malas lenguas no se llevaban bien entre sí), Roger McGuinn, Ronee Blakeley (recordada protagonista de la película Nashville, de Robert Altman), Ramblin´Jack Elliot,  Bob Newirt y Scarlet Rivera, la excéntrica violinista quien colaboró en el emblemático álbum de Bob, Desire, de 1976.

Los afortunados que tuvieron la suerte de asistir a estos espectáculos, que en un principio tenían una duración de tres horas, fueron testigos de un acontecimiento muy especial que no volvería a repetirse en la carrera del músico.

La gira Rolling Thunder quedó en el recuerdo por ofrecer las presentaciones en vivo más excéntricas y carismáticas de Dylan, quien aparecía en el escenario completamente suelto y extrovertido.

El músico aparecía con el rostro pintado de blanco, interactuaba con el público y se movía alrededor de todo el escenario, algo que nunca más volvería ocurrir en sus espectáculos.

Dylan en modo Goku super sayayin 4 era la representación definitiva del rocker de los años ´70 y sus interpretaciones en vivo resultaban fascinantes por este motivo.

Durante este período filmó la bizarra película Renaldo y Clara, su única incursión como director que fusionaba fragmentos de estos recitales con el detrás de escena de la gira y situaciones de ficción improvisadas entre los músicos.

En el año 2005 Martin Scorsese estrenó No Direction Home, el tremendo documental de 208 minutos que retrataba la vida de Dylan y su ascenso a la fama hasta el período de 1965, donde se alejó del folk para concentrarse en el rock, un momento controversial de su carrera.

En consecuencia, debido a la calidad que había tenido ese film y el hecho que Scorsese estaba detrás del proyecto, Rolling Thunder Revue despertaba muchas expectactivas, ya que en cierta manera parecía funcionar como una continuación de la producción previa.

Para sorpresa de todo el mundo las cosas resultaron diferentes ya que este nuevo documental estrenado en Netflix la semana pasada es una broma de los artistas.

Una película donde la realidad y la fantasía se mezclan entre sí para explorar los supuestos orígenes de la mencionada gira, con testimonios que a veces son verídicos y en otros casos completamente falsos.

El film comienza con un Dylan fastidioso por tener que hablar sobre un tema que no recuerda en absoluto y a medida que se desarrolla el relato aporta más información.

El tema es que el espectador es quien tiene la tarea de discernir lo que puede ser real o ficticio a lo largo de su relato..

Lo mismo ocurre con el resto de los testimonios donde aparecen músicos que formaron parte del tour y recuerdan sus experiencias y otros artistas que jamás tuvieron relación con Dylan e inventan historias para la película.

Entre las participaciones más bizarras se destacan la de Sharon Stone, quien cuenta cómo se unió al staff de Rolling Thunder cuando tenía 16 años y Dylan que recuerda que por entonces ella le había mencionado que algún día sería una actriz famosa.

Otros casos curioso es el del actor Michael Murphy, quien vuelve a interpretar el rol de político que encarnó en la clásica miniserie de Robert Altman, Tanner´88, que también funcionaba como un documental falso.

El mismo caso se da con el artista Martin Von Haselberg, quien compone a un director de ficción encargado de registrar el detrás de escena de la gira de 1976.

Estos elementos de ficción se combinan con testimonios reales de los músicos que participaron en los espectáculos y el relato de Scorsese se desenvuelve permanentemente entre la fantasía y lo hechos verídicos.

Lo mejor de Rolling Thunder Revue pasa por el material de archivo con el backstage de estos conciertos que son auténticos tesoros audiovisuales.

Dylan aparece rodeados de una corte de aduladores, los clásicos amigos del campeón, mientras que los músicos del show aparentemente sólo lo trataban en el escenario o en alguna zapada previa al comienzo del espectáculo.

Otro momento destacado es la parte que se recuerda el origen de la canción de protesta, Hurricane, basada en la historia del boxeador Ruby Carter, quien presta su testimonio en este film.

El film es una propuesta interesante por el período histórico que se explora, sin embargo, no estoy completamente seguro que la idea del falso documental terminara de funcionar por completo.

La película tiene una duración de 142 minutos y le sobra fácil media hora.

El relato se extiende con los testimonios falsos y monólogos superficiales que entiendo forman parte de la propuesta de Scorsese pero alargan esta producción sin mucho sentido.

La película no me disgustó pero hubiera preferido ver más momentos musicales y menos testimonios ficticios o escenas irrelevantes con el poeta pedófilo Allen Guinsberg.

Reitero esta cuestión, con todas la objeciones que se le puedan hacer, Rolling Thunder Review es de visión obligatoria para cualquier fan de Bob.

El avance.