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Historia de Wonder Woman: Volumen III

Episodio 5: La era de Greg Rucka

En octubre del 2003 hizo su debut en la serie regular de Wonder Woman, Greg Rucka, un artista que se destacaría en el selecto grupo de escritores que le hicieron justicia a la heroína en estas últimas décadas.

En la novela gráfica The Hiketehia, previamente comentada, ya se podía ver el potencial que tenía la amazona a cargo de este autor y durante su ciclo en la colección principal no defraudó en absoluto.

La primera labor de Rucka en Wonder Woman es conocida como la etapa Down To Earth.

Un período en los relatos volvieron a explorar diversas facetas del personaje más allá de acción y las aventuras clásicas de superhéroes.

Rucka elaboró un interesante arco argumental donde se analizaron, en el contexto del mundo moderno del siglo 21, las repercusiones políticas que generarían en la civilización humana la irrupción de una heroína como Diana.

En la trama la protagonista se posiciona en la Tierra como embajadora de paz de Themyscira en Nueva York, la locación que representará en adelante el escenario principal de sus aventuras.

A partir de esta idea Rucka desarrolla tres lineas argumentales muy interesantes.

Diana decide publicar un libro de ensallos titulado Reflexiones, donde estudia las filosofías de la amazonas y el modo en que podía ayudar a mejorar diversos aspectos de la sociedad humana.

Por una lado el autor describe la desquiciada odisea que representa la aventura de publicar un libro.

Desde la campaña de marketing, con las descabelladas ideas de los asesores publicitarios para vender la imagen de Diana como una modelo de Playboy, hasta los tours de promoción donde le preguntan todo tipo de estupideces, menos sobre los temas que trabaja el libro.

Luego tenemos el conflicto central donde el autor desarrolla las repercusiones que generan la obra de Wonder Woman en la comunidad de superhéroes, el panteón de los dioses griegos y la sociedad norteamericana que termina dividida en una grieta.

Por un lado están quienes están dispuestos a darle una oportunidad a las visiones políticas y pacifistas de las amazonas y en el bando contrario los sectores conservadores que entienden que la heroína representa un daño para los niños y la sociedad en general al provenir de una cultura pagana.

En este contexto Rucka introduce a la nueva villana de este cómic que sigue vigente en la actualidad.

Veronica Cale.

Una empresaria farmacéutica que no es otra cosa que la versión femenina de Lex Luthor.

Cale se convierte en la principal detractora pública de Wonder Woman y entiende que la filosofía de la amazona es simplista porque proviene de una semi diosa con poderes sobrenaturales.

Junto con la ayuda de Dr Pyscho, clásico villano que tuvo un buen regreso en este ciclo, se empecina en sabotear el tour del libro para crear disturbios con el fin de arruinar la imagen de la heroína.

La última línea argumental se centra en la conclusión del arco de Vanessa Kapatelis convertida en la villana Silver Swan (gran pifiada de Phil Jimenez) donde Rucka consigue darle una conclusión decorosa.

Obviamente, como le pasó a George Pérez 20 años atrás en su momento Rucka encontró el rechazo de muchos lectores de DC por «el exceso de diálogos que había en las tramas y la falta de acción».

Una objeción que era bastante estúpida porque el cómic tenía acción, la diferencia es que no se enfocaba en la violencia gratuita para retratar a la protagonista como un clon de Red Sonja.

Un error que cometieron otros autores que vinieron después.

Este artista desarrolló ideas interesantes y en esencia exploró la idea sobre lo que podría ocurrir en la sociedad si en la vida real apareciera una mujer como Wonder Woman que desafiara numerosas creencias establecidas. Tanto en la política como en la religión.

Afortunadamente el autor contó el apoyó de la editorial y pudo desarrollar su visión sin alterar sus argumentos con demandas comerciales.

Rucka le aportó madurez e ideas interesantes a un personaje que volvió a demostrar su enorme complejidad frente a otras propuestas más clásicas de DC, como pueden ser Superman o Batman.

Estos relatos donde se discuten ideas políticas son más difíciles de desarrollar en esos personajes que tiene un perfil diferente.

Muy especialmente en el caso de Superman que siempre representó los ideales del american way con los que los sectores más conservadores encuentran una mayor afinidad.

En la trama Wonder Woman no sólo desafía los roles de género sino las concepciones políticas básicas que se tienen en una república y eso desata una gran debate en los medios de cominicación sobre su rol como embajadora de las amazonas.

Cabe destacar en este ciclo otro dos aportes interesantes que le autor le brindó al cómic.

Por una lado le dio Ares un merecido descanso como villano, quien en este ciclo pasó a jugar un rol de anti-héroe con una personalidad mucho más relajada.

Un perfil similar a lo que actualmente se hace con la serie de televisión Lucifer.

Otro personaje muy colorido que le aportó humor al cómic fue el minotauro Ferdinand, que era el cheff de la embajada de Themyscira.

Un ejemplo donde quedaba claro que Rucka tampoco se tomaba todo tan en serio.

No se puede ignorar tampoco las excelentes ilustraciones de Drew Johnson, quien se desempeñó como el principal colaborador del guionista en esta etapa.

El ciclo del autor se extendió hasta abril de 2006 período en el que brindó uno de los momentos más controversiales en la historia de la heroína.

 

 

 

2 comentarios en «Historia de Wonder Woman: Volumen III»

  • Interesante el concepto de «como se manejaría el mundo si apareciera una Amazona». No quiero sonar mal pensado, pero parece un poco a la idea planteada por Nolan con su trilogía de Batman. Es increible que se quejaran de la falta de acción cuando están haciendo todo un planteo que pasa por otro lado.

    A Veronica Cale la vi parecida a Hillary jajaja.

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