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Perceval, el galés (1978)

Retrospectiva Camelot: Episodio 15

Los años ´70 fueron un período de experimentación para el mito artúrico en el cine, donde surgieron varias producciones que rompieron los convencionalismos de Hollywood.

Desde el realismo de Arturo de Bretaña (1972) hasta la sátira delirante de los Monty Phyton en Los caballeros de la mesa cuadrada (1975), las películas y series de este período se animaron a trabajar estos clásicos personajes desde ópticas diferentes.

En 1978 se estrenó una de las películas más extrañas que surgieron sobre esta temática, dirigida por Éric Rohmer.

Uno de los cineastas más famosos que integró la denominada Nueva Ola del cine francés en los años ´60, junto Jean-Luc Godard y Francois Truffaut.

Rhomer fue una de las figuras principales de ese movimiento cinematográfico que se conoció como la Novelle Vague y sus películas intelectuales, de alto contenido sociológico, marcaron toda una corriente artística que en ese momento rompió con las estructuras del cine tradicional francés.

Me refiero a esas películas que muchas veces presentaban personajes teniendo conversaciones filosóficas intrascendentes o escenas en que la cámara se queda estancada tres minutos en una taza de café mientras un hombre desayuna.

En el ambientes intelectual de aquellos días esto fue revolucionario si bien la mayoría de las películas no eran consumidas por el público general. El cine de la Novelle Vague encontró a sus seguidores en los estudiantes universitarios, artistas y críticos de cine que se identificaban con esa manera de hacer cine.

Dentro de esa camada de realizadores Éric Rohmer fue el QUE consiguió llegar a un público más amplio con sus trabajos.

En 1978 estrenó esta película de fantasía rarísima que tuvo como protagonista a uno de los caballeros más famosos de la Mesa Redonda.

Perceval quedó en el recuerdo como el prototipo del caballero perfecto, por su integridad y valentía. Un héroe muy asociado con el hijo de Lancelot, Galahad, con quien emprendió la búsqueda del Santo Grial.

perceval

Dentro del mito artúrico Percival cobró notoriedad en 1175 con la publicación de la obra de Chrétien de Troyes, Perceval o el cuento del Grial, que narró los orígenes del personajes y sus aventuras como caballero de Camelot.

Una novela inconclusa debida la muerte del autor le dio una enorme popularidad a este caballero. Sus aventuras luego fueron retomadas por Wolfram von Eschenbach en Parsifal, que fue el material en se que se basó Richard Wagner para la clásica ópera homónima.

Como vimos en capítulos anteriores, sería esta historia la primera adaptación del mito artúrico en el cine, con la producción de 1904, basada en la ópera de Wagner.

La película de Rohmer es muy loca porque narra el conflicto clásico de Chrétien de Troyes en un universo de fantasía especial donde las ambientaciones son escenarios de teatro.

Los paisajes aparecen pintados a mano sobre telas y los castillos fueron construidos con cartones. Una elección artística que por momentos trae al recuerdo los clásicos del expresionismo alemán, como El gabinete del Doctor Caligari (1920), con la diferencia que en el trabajo de Rohmer los colores tienen un peso importante en los vestuarios y la escenografía.

El director presenta una puesta en escena artificial que se fusiona con una narración muy particular, donde la historia es contada a través de canciones interpretadas por un grupo de mujeres que participan de la trama.

La película es mucho menos aburrida de lo que presentan los trailers y la trama sorprende con el tratamiento del humor y las escenas de violencia, que evocan el sangriento teatro Guignol de comienzos del siglo 20.

Hay algunos combates de Perceval que no tienen nada que envidiarle a los filmes de Lucio Fulci por el salvajismo que presentan esas situaciones.

No es una propuesta para todo el mundo, pero si sos fan del mito artúrico es una película que tenés que conocer, ya que no vas a encontrar otra similar sobre este tema.

La trama sigue a Perceval, interpretado por Fabrice Luchini, desde sus orígenes hasta que se convierte en caballero de Camelot y emprende la búsqueda del Grial.

La estética excéntrica y casi surrealista que propone Rhomer es interesante y convirtió a la visión del film en una experiencia fascinante.

Perceval, el galés se editó en dvd pero la van a encontrar con más facilidad en internet.

Este era el avance original para los cines.