Reseña de Clerks III

CALIFICACIÓN: B+

En Clerks III Kevin Smith presenta su mejor obra desde Red State (2011) a través de un relato que retrata su madurez como realizador.

Me desconciertan bastante los comentarios negativos hacia este film cuando el director tomó el riesgo de hacer algo diferente con el fin de cerrar la historia que catapultó su carrera a mediados de los años ´90.

Parecería que cierto sector del fandom del realizador quiere ver siempre lo mismo y se ofusca cuando el artista intenta explorar otros territorios.

Hace unos días en You Tube se subieron fragmentos de una larga entrevista que Howard Stern le hizo a Bruce Springsteen donde hablan justamente sobre este tema.

Bruce comenta que si hubiera tenido que escuchar a los fans que le pedían más canciones de autos y chicas su carrera no hubiera sobrevivido los ´80.

Al público le cuesta entender que los artistas como el resto de la humanidad cambian con el paso de tiempo y por consiguiente esto se ve manifestado en sus trabajos.

Clerks III tal vez no es la comedia que hubiera esperado la mayoría de los espectadores pero es una muy buena propuesta de Smith que sorprende con un giro sentimental inesperado.

Sin alejarse por completo del tipo  humor que caracterizan sus proyectos en esta oportunidad el relato toma un rumbo mucho más dramático donde explorar temas como la muerte, el duelo por la pérdida de seres queridos y la amistad verdadera.

Sí, también aparecen Jay y Silent Bob con sus chistes de fumones pero el conflicto central toma una influencia importante del ataque cardíaco que casi acabo con la vida de Smith en el 2018.

El guión está claramente influenciado por esta cuestión y le permite al público explorar la relación de los protagonistas desde una perspectiva madura diferente.

Es más, salvo por alguna referencia ingeniosa no me pareció tan graciosa esta entrega de Clerks y varios escenas humorísticas inclusive no terminan de funcionar

.

Ahora cuando el relato se pone un poco más serio y evade la tontería que rodea habitualmente a los personajes nos encontramos con algunos momentos fantásticos.

La escena de Dante en el cementerio brinda una de las mejores interpretaciones de Brian O´Halloran en toda su filmografía.

Un momento similar también tiene Jeff Anderson como Randall en el emotivo tercer acto donde se muestra una faceta completamente diferente de su rol.

La película tampoco le escapa a la nostalgia y hay varias referencias puntuales a la primera entrega y cameos sorpresivos.

Mi única objeción hacia Clerks 3 va por otro lado.

La musicalización me pareció horrenda.

A lo largo de los 100 minutos que dura el relato son muy pocas las secuencias donde Smith le deja espacio a los silencios.

La narración está contaminada por canciones olvidables que suenan permanentemente de modo incidental como si el público mirara el film al lado de una radio encendida.

Los temas por lo general no tienen ninguna conexión con las situaciones que se presentan y resultan una molestia.

Al margen de ese detalle el resto me gustó y la considero una buena película del director.

Pueden encontrarla disponible en el puerto de Jack,