¿Plagio o casualidad?
Un misterio que probablemente nunca tendrá solución aunque resulte complicado comprar la teoría de la coincidencia, especialmente en el campo de la animación.
En Julio de 1990 el estudio japonés Tatsunoko estrenó el innovador animé de Robin Hood que trabajaba la clásica leyenda inglesa con elementos inéditos.
El programa tuvo un enorme éxito en Europa donde compitió con productos que tenían colocados Hanna-Barbera en diversos canales de televisión de esa región.
Un año después la productora americana trabajó el mismo concepto en Young Robin Hood, una propuesta que nunca llegó a ser popular pero cosechó una audiencia para llegar a las dos temporadas.
El programa tomaba la misma premisa que la versión japonesa donde los personajes clásicos eran representados como adolescentes.
La mayor diferencia entre ambas obras es que el producto norteamericano no tenía las tramas dramáticas del animé ni el desarrollo elaborado de los personajes y tampoco incluía elementos fantásticos.
Hanna-Barbera apostaba por la aventura medieval clásica con capítulos autoconclusivos, donde Robin y sus amigos siempre frustraban lo planes del Sheriff de Notthingham y el Príncipe Juan para racaudar impuestos.
El protagonista en este caso era introducido como el hijo de un noble del condado de Huntington que había acompañado al Rey Richard I en las cruzadas.
Una característica que distinguió a este programa de la versión japonesa fue la representación de Marian.
Mientras que en la serie asiática seguía el rol tradicional de la damisela en apuros, en la propuesta de Hanna-Barbera era una heroína más de la banda de Sherwood que operaba como espía de Robin dentro de la monarquía.
En ese sentido le dieron un enfoque más moderno orientado a la cultura de los años ´90.
Young Robin Hood no tuvo la misma calidad artística que presentaron otros títulos del mismo periódo de la compañía, como Piratas de las aguas negras o SWAT Kats, pero ofreció un entretenimiento digno para el público infantil.
Tras el estreno de esta serie pasarían 21 años hasta que el justiciero de Sherwood regresara a la animación en un rol protagónico junto a Tom y Jerry.