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Retrospectiva Sherwood: Robin y Marian (1976)

La película bajón del mítico héroe inglés que en 1976 tuvo al menos la creatividad de hacer algo diferente con el personaje.

Como vimos en esta retrospectiva, desde el debut del héroe en el cine mudo hasta los años ´70, por lo general las películas relacionadas con esta temática solían reunir a menudo las mismas características.

El director Richard Lester, quien sería más conocido luego por su labor en Superman 2 y 3 en este proyecto ofreció una mirada revisionista de la leyenda inglesa que no tenía antecedentes en la pantalla grande.

El título original del proyecto era La muerte de Robin Hood pero el estudio Columbia lo cambió por Robin y Marian ya que lo consideraban más comercial.

De todos modos el contenido del film era el mismo y tenía la particularidad de narrar los días finales del justiciero de Sherwood,.

En  su momento este producción consiguió una enorme notoriedad en la prensa por el hecho que representaba el regreso al cine de Audrey Hepburn, en el rol de Marian, tras un retiro de nueve años.

Su última aparición había sido en el thriller pscológico de Terence Young, Wait Until Dark, de 1967, y si a esto le sumanos que su pareja iba a ser Sean Connery en el papel de Robin, podrán imaginarse la expectativa que generó el anuncio del film.

Connery por su parte intentaba redimirse tras el fracaso de Zardoz (1974), la obra de ciencia ficción de John Boorman que fue aniquilada por la prensa y con el paso de las décadas de se convirtió en una película mucho más apreciada.

El guión corrió por cuenta de James Goldman, quien había ganado un Oscar por el drama histórico El león en invierno (1968), que representó el debut cinematográfico de Anthony Hopkins.

Su propuesta introducía a los personajes clásicos envejecidos y alejados de la vida de aventuras del pasado.

Sin embargo, la banda de Sherwood volvía a reunirse cuando Robin regresaba de las cruzadas y descubría que Inglaterra no había cambiado en absoluto desde su partida, ya que el pueblo seguía oprimido por la monarquía corrupta.

Los héroes entonces organizaban una última rebelión pero las cosas no serían las mismas ya que el tiempo pasó para todos.

Robin y Marian es una propuesta interesante de analizar debido a que aportó algunos contenidos novedosos, pese a que también cuenta con algunas falencias notables.

Empecemos con las cuestiones positivas.

Richard Lester en este proyecto optó por alejarse del romanticismo medieval que se había establecido en la gran mayoría de las películas previas.

Su visión del contexto histórico era mucho más realista y los personajes se desenvolvían en un mundo lúgubre donde no había demasiado lugar para la esperanza y aquellos que podían cambiar esa realidad se encontraban en las etapas finales de sus vidas.

El vestuario de los personajes se aleja de las clásicas calzas verdes para recrear con mayor fidelidad la estética habitual de ese período.

La química entre Sean Connery y Audrey Hepburn  era extraordinaria y le hacían creer al público que Robin y Marian habían sido amantes de toda la vida.

Lo loco de esta situación es que los artistas tampoco eran ancianos.

Connery en 1976 tenía 46 años y Audrey 47, sin embargo aparecían mucho más avejentados, especialmente Robin Hood que daba la impresión de tener 70 años.

El director reviste al film de un marcado tono meláncolico que a medida que se desarrolla el relato se vuelve cada vez más dramático.

La interacción de los dos protagonistas y el romance del reencuentro se destaca entro lo mejor de esta película junto con la fotografía de David Watkin.

Dentro del reparto secundario se destacaron también Robert Shaw (Tiburón), como el Sheriff de Notthingam y Richard Harris, en una particular representación de Richard the Lionheart.

Un personaje que históricamente siempre fue retratado como un monarca bondadoso que estaba del lado del héroe y acá tenía el perfil de un tirano.

Otras dos figuras del elenco que no eran conocidas pero luego tuvieron una larga carrera en el cine fueron Ian Holm y la actriz española Victoria Abril.

El resto la verdad que es bastante olvidable.

Las escenas de acción son pobres y genéricas y los momentos donde Connery usa el arco directamente son dolorosos de ver.

Hay una  secuencia que tiene un poco más de onda que luego se homenajeó en la película con Kevin Costner, donde Robin salta de una torre, pero en general la labor de Lester en este aspecto es mediocre.

Los pocos momentos humorísticos no terminan de funcionar y el tono del argumento es prácticamente depresivo.

No es divertido ver a un Robin Hood en decadencia que sufre los achaques de la edad y el público sabe de entrada que se va a morir.

Por este motivo el film tampoco fue un gran suceso comercial, ya que no era una propuesta atractiva para todos los públicos.

Robin y Marian fue mejor recibida por el target de espectadores «senior» (por ponerlo en términos decorosos) que buscaba reecontrase con Audrey Hepburn en la pantalla grande.

El resto del público asociaba a Robin Hood con otro tipo de representación y el film de Lester no despertaba interés.

Con el paso de los años también quedó completamente opacada por las cosas que vinieron después que fueron mucho más entretenidas.

De todos modos la película no deja de ser una rareza de la filmografía de este personaje que al menos contribuyó a imponer una recreación más realista de la Edad Media.

Una característica que se repetiría en las películas y series de televisión que se estrenaron en las décadas siguientes.

3 comentarios en «Retrospectiva Sherwood: Robin y Marian (1976)»

  • o sea que esta pelicula seria precursora de historias como the dark knight returns, old man logan y the kingdom come en cierto sentido

  • Si Juan Gabriel es muy probable que haya tenido una influencia en esos titulos que mencionás.

  • Pobre Sean Connery siempre daba mas viejo que su edad real, ja ja. Lo mismo pasó con Indiana Jones en donde hacía del padre de Harrison Ford siendo que solo era 12 años mas viejo. En Dr No yo pensé que tenía como 40 y recien tenía 32.

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