Retrospectiva Sherwood: The Bandits of Sherwood Forest (1946)

Tras el enorme suceso de Warner con Las aventuras de Robin Hood el personaje desapareció de los cines por ocho años y esto se relacionó con dos motivos concretos.

En primer lugar la irrupción de la Segunda Guerra Mundial.

A partir que Estados Unidos se unió al conflicto en diciembre de 1941 los contenidos de Hollywood se centraron en el cine de propaganda, con el fin de levantar la moral de la sociedad y la tropas.

Como mencioné en otras notas, durante este período hasta Sherlock Holmes (con Basil Rathbone) y Tarzán se enfrentaron a a los nazis y no había modo que se pudiera hacer eso con el justiciero inglés.

Motivo por el cual la aventura medieval quedó relegada para contar esta clase de relatos más actuales.

El otro incoveniente fue que los estudios no le encontraban la vuelta al proyecto de Robin Hood sin que resultara opacado por la repercusión de Errol Flynn en ese rol.

Durante el conflicto bélico había sido una de las producciones que más se emitía en el ejército noreteamerciano para entretener a los soldados y en el general el público asociaba a todos estos personajes con el film de 1938.

Motivo por el cual Warner reestrenaría la película en 1948 con un enorme suceso comercial.

El productor Clifford Sanforth comentó años después en una entrevista que en ese momento los estudios se encontraban estancados a la hora de pensar una nueva película, porque no veían el modo de superar lo que había hecho Flynn.

Cuando parecía que el proyecto estaba terminado su hijo le sacó las papas del fuego al preguntarle un día si Robin y Marian habían tenido un hijo.

Sanforth entonces se dio cuenta que para traer de regreso al héroe inglés era necesario hacer algo completamente diferente.

Así fue que compró los derechos de la novela El hijo de Robin Hood, de Paul Castleton y en 1944 se anunció que Robin regresaría en un serial de la compaía Republic, quien dominaba el género con las exitosas producciones de Dick Tracy, el Llanero solitario y el Zorro.

Originalmente Howard Hil, el famoso experto en tiro con arco que había trabajado en el film de Warner, iba a ser el protagonista.

Sin embargo el proyecto se modificó cuando Sandforth le vendió la idea por más plata al estudio Columbia para hacer una película.

En abril de 1945 comenzó el rodaje de El hijo de Robin Hood pero luego tuvieron que cambiarle el título por The Bandits of Sherwood Forest, cuando MGM objetó que tenía los derechos de la palabras «Robin Hood«y los derechos para cine de una ópera musical centrada en el personaje.

Después que el público pasara unos años viendo como los héroes populares combatían a los nazis en la pantalla grande, las condiciones estaban dadas para el regreso de la aventura medieval y Columbia apostó fuerte a este proyecto.

El rol principal quedó a cargo de Cornel Wilde, quien era la gran estrella del momento y venía de ganar un premio Oscar como Mejor actor por A Song to Remember, la biografía del pianista Fréderic Chopin.

La figura femenina fue Anita Louise, una de las estrellas populares del cine de los años ´30 (Sueño de una noche de verano, María Antonieta) a la que los estudios empezaban a relegar en papeles secundarios.

De todos modos era una artista que el público reconocía en el cine y acá encaranaba al interés romántico del héroe, Lady Catherine.

La película se desarrolló con el formato Technicolor y la dirección fue una tarea conjunta entre Henry Levin (quien años después haría Viaje al centro de la Tierra) y George Sherman ,responsable de numerosos seriales de la productora Republic.

Sherman la tenía muy clara con el género de aventuras y la acción y en esta propuesta brindó un escapismo decente que no obstante no llegó a convencer al público.

La trama se centraba en la nueva generación de los rebeldes de Sherwood liderada por el hijo de Robin, quien debía proteger al joven heredero de la corona inglesa , a quien los buitres de la corte buscaban despachar.

Cornel Wilde humillaba, literalmemente, a Errol Flynn en las secuencias de acción con las espadas debido a que era un esgrimista profesional que había sido miembro del equipo olímpico norteamericano.

Lamentablemente no llegó a trascender en el cine por esta cuestión ya que los mejores papeles siempre se los quedaba Tyrone Power.

No obstante era un esgrimista de elite, del nivel de Power y Basil Rathbone o Guy Williams, que sorprendía con sus habilidades.

Al ver en esta película la velocidad y reflejos con los que reacciona, pese a que se trata de coreografía de esgrima recreativa, queda claro que el artista era un deportista profesional en este campo.

A la pobre Anita Louise la relegaban al rol del florero decorativo, probablemente por una obligación contractual, que era la situación que en ese momento intentaba cambiar Olivia de Havilland en Hollywood.

El film de Columbia clonaba la estética del film y los vestuarios de Warner de 1938 con menor presupuesto, algo que se nota claramente durante su visionado.

Pese a todo conseguía ofrecer un buen pasatiempo de aventuras con muy buenas secuencias de acción.

Lamentablemente a Cornel Wilde le tocó retomar el rol de Robin Hood después de Errol Flynn y no consiguió tener el mismo efecto en el público.

Si bien el film fue un éxito moderado no recaudó la plata suficiente para hacer más películas como había planeado el productor Clifford Sanforth.

Lo loco de esta situación es que pese a todo contribuyó a restablecer al personaje en Hollywood y eso ayudó que más estudios luego desarrollaran proyectos en torno a la figura de Hood.

The Bandits of Sherwood Forest quedó en el olvido por todo lo que vino después pero es una linda película clásica de aventuras para pasar el tiempo.

A continuación un fragmento donde se lo puede ver a Cornel Wilde en acción.

No importa que su estilo de combate esté más cerca del Zorro que de Robin, ya que se trata de sumergirse en la fantasía que propone la historia.