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150 grandes películas de artes marciales (XXXI)

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6-IRON MONKEY (1993)

¿Por qué me fascina tanto esta película?

Probablemente por la fusión original que ofrece entre el wuxia tradicional de fantasía y la literatura pulp americana que brindó una experiencia muy especial.

Iron Monkey es un proyecto que surgió cuando Jet Li se cansó de interpretar al famoso héroe Wong Fei-Hung, ya que entendía que la trilogía de Once Upon a Time in China había sido suficiente.

Su siguiente película para despegarse del personaje fue The Bodyguard, que incluí en el Top 200 del cine de acción y se centraba más en el subgénero del Heroic Bloodshed, donde la acción le daba más prioridad a las armas de fuego.

El productor Tsui Hark entonces decidió desarrollar una precuela cemtrada en la infancia del histórico artista marcial con un giro diferente.

En este relato tomó la leyenda clásica del Zorro y la adaptó al universo del wuxia para presentar a este justiciero social llamado Iron Monkey.

Ringo Yu interpretaba a un doctor especializado en la medicina tradicional china. quien ayudaba los pobres y llevaba una doble vida como un artista marcial vengador que combatía la corrupción en las autoridades de su aldea.

Eventualmente formaba una alianza con el padre de Wong Fei-Hung, interpretado por Donnie Yen, para detener a un monje shaolin que buscaba deponer al gobernador de su pueblo.

La película incluía numerosos elementos asociados con el Zorro donde no faltaba la versión oriental del Sargento García que aportaba el contenido humorístico.

Iron Monkey no usaba un sable sino su habilidades de combate y algunos artilugios extravagantes como se puede ver en esta recordada escena.

La dirección corrió por cuenta de Yuen Woo-ping, quien se lució con numerosas coreografías atractivas donde trabajaba muy bien el perfil comiquero del héroe.

Por aquellos años el retrato de la acción se apoyaba más en las situaciones de fantasía y el director se hizo un festín con este concepto.

No obstante, también aprovechaba el talento de Donnie Yen que tenía algunas escenas de combate sin cables excepcionales.

Jean Wang interpretó a Miss Orchid, la esposa de Iron Monkey que conformaba una grand dupla con el protagonista y también intervenía en la acción.

El rol del pequeño Wong Fei-Hung quedó a cargo de una chica, Angie Tsang, a quien Tsui Hark escogió por su talento en las artes marciales.

En la trama pasaba por varón y la chica tenía una gran química con Donnie Yen, quien encarnaba a su padre.

Esta fue su labor más reconocida en el cine ya que luego dejó la actuación para seguir una carrera deportiva, donde se convirtió en una reconocida capeona de wushu.

Desde el 2003 se desempeña como agente de policía en Hong Kong.

Soy muy fan de Iron Monkey por esa narrativa de cuento de hadas chino y aventura pulp que brindó una película excelente que hoy es una obra de culto dentro de este género.

En Estados Unidos se convirtió en una de las producciones extranjeras más taquilleras en la historia de ese país y llegó a las salas gracias a Quentin Tarantino, quien convenció a Miramax para que compraran los derechos de distribución.

 

5-LAS 36 CÁMARAS DE SHAOLIN (1978)

El clásico por excelencia de las historias de Kung Fu que revivió el cine de artes marciales, junto con las comedias de Jackie Chan, tras la crisis creativa que generaron los clones de Bruce Lee.

Mientras los disparatados imitadores generaban risas con sus ridiculeces, el director Lau Kar-Leung volvió a las fuentes del género con esta obra que retomaba la seriedad perdida y trabajaba la cultura shaolin con más realismo.

Su suceso catapultó a la fama tanto al realizador como a su protagonista, Gordon Liu, quien se convertiría en una de las estrellas principales de los Hermanos Shaw.

Más allá de la excelente puesta en escena en los aspectos visuales, este film presenta un desarrollo impecable de la historia y el personaje principal, que no era común de ver en ese momento.

Kar-Leung le otorgaba un contexto político a la trama que se relacionaba con la rebelión del pueblo chino contra el régimen Manchu, con el fin de aportarle un mayor contenido a su obra más allá de la acción.

Gordon Liu interpretaba a un joven que buscaba ser entrenado por los monjes shaolin para combatir las injusticias de los represores, una premisa básica a la que le sobraban antecedentes.

Sin embargo el modo en que narraba este concepto el director fue lo que marcó la diferencia.

El desarrollo que tenía el héroe a lo largo del conflicto no tenía precedentes en un film de artes marciales hasta 1978.

Por lo general, el entrenamiento donde el personaje dominaba las disciplinas en las que era instruido se resumía en un montaje de cinco minutos.

En esta producción ocupaba casi una hora y describía en detalle el progreso del protagonista que paso a paso se convertía en un formidable artista marcial.

Desde los aspectos técnicos esta película representa una de las obras más lujosas que realizaron los Hermanos Shaw.

El diseño de los templos y las diversas cámaras con sus características especiales ofrecían numerosos detalles y junto con los vestuarios, la música y una fotografía de calidad brindaron un espectáculo de primer nivel.

Con esta película se inició una nueva era para este estudio que encontraría a sus realizadores más relevantes en Lau Kar-Leung  y Chang Cheh con los Venom Mob.

Otro detalle curioso de Las 36 cámaras de Shaolin es que tuvo una profunda influencia en la comunidad de Hip hop en los Estados Unidos.

Muy especialmente en lo que fue la formación de la agrupación Wu-Tang Clan, quienes incluirían en sus trabajos referencias directas a estas películas además de diálogos famosos dentro de las canciones.

El álbum debut de ellos fue Enter the Wu Tang (36 Chambers), de 1993, que también homenajeaba a Operación Dragón y hoy es considerado uno de los mejores discos de rap de todos tiempos.

Esto se relaciona con la profunda conexión que existe entre la comunidad negra norteamericana y el cine de artes marciales que expliqué previamente en una entrada previa.

Las 36 cámaras de Shaolin es una gran película y representa un título esencial en esta temática.

4-HÉROE (2002)

Dos años antes del estreno de esta película en nuestro país tuve la loca oportunidad de compartir un café con Maggie Cheung.

En el 2001 ella visitó Argentina para acompañar a su por entonces esposo, el director francés Olivier Assayas, quien había sido invitado al Festival de Cine Independiente de Buenos Aires para presentar su trabajo, Los destinos sentimentales.

Yo me encontraba cubriendo el festival y no tenía planeado asistir a la charla de Assayas donde estaban todos los críticos, ya que se cruzaba con otra película que tenía planeado ver. Como me quedaba tiempo, antes que comenzara la función fui al patio de comidas a comprar algo para tomar.

Mientras esperaba que me entregaran mi café en un local del Abasto veo que en una de las mesas estaba sentada sola, hojeando una revista, Maggie Cheung.

Respiré hondo y entonces decidí algo que nunca hice en mi vida y jamás volvería a repetir (menos como periodista); acercarme y pedirle con respeto un autógrafo a un artista.

Por esas sincronías maravillosas de la vida (hay cosas que están predestinadas) en ese momento yo tenía en mis manos un póster mediano del film Con ánimo de amar, de Wong Kar-Wair, que ella venía de protagonizar con Tony Leung y había visto ese mismo día por la mañana.

Maggie, que por suerte hablaba inglés, estaba tan desconcertada que alguien en Buenos Aires le pidiera un autógrafo que me invitó a sentarme a terminar mi café con ella.

Le intrigaba saber como la había reconocido y si sus películas previas habían llegado a la cartelera.  Hablamos de Jackie Chan, Johnnie To (ella trabajó en The Heroic Trio) y Con ánimo de amar.

A diferencia del perfil que tienen a menudo sus personajes en persona es mucho más simpática y extrovertida.

En el póster me puso «Love. Maggie. xx» junto con su firma. Después lo muestro en Instagram.

Luego la vinieron a busca de la organización y se llevaron y yo me fui a mi casa. Estaba tan contento por la situación que no estaba en condiciones de ver otra película.

Años después la encontré en la pantalla grande en esta tremenda escena de Héroe que es un poema cinematográfico.

Me encanta la actitud que tiene su personaje en el duelo con Zhang Ziyi.

Soy Maggie Cheung bitch, no tenés chances de vencerme.

Esta película de Zhang Yimou es una obra maestra del wuxia  folclorico que surgió en este período de renacimiento que tuvo el subgénero a raíz del suceso de El tigre y el dragón.

En mi opinión todo lo que está bien en el cine lo resume esta película que tiene una factura técnica impecable.

El reparto reunió un Dream Team del cine asiático donde además de Maggie participaban Jet Li, Donnie Yen, Tony Leung y Zhang Ziyi en una historia compleja que giraba en torno al surgimiento del primer emperador de China, dentro de un contexto fantástico.

La puesta en escena de las secuencias de acción, el modo en que los colores de la fotografía se contrastan con los vestuarios, la música y las coreografías de acción ofrecieron en su momento un espectáculo visual que no tenía precedentes y hasta la fecha no pudo ser superado.

Estas son las clases de películas donde a veces si estoy aburrido pongo el dvd o  busco en You Tube escenas puntuales para repasarlas.

Tiene momentos icónicos que no me canso de ver aunque a esta altura los conozco de memoria.

Como por ejemplo esta escena de Maggie con Jet Li que es un carta de amor a esos relatos de la mitología china que representan la identidad cultural más pura de esa nación.

El cine de artes marciales como género y expresión artística va más allá de los tira patadas virtuosos con técnicas perfectas y eso es lo que lo vuelve tan apasionante.

La diversidad de matices en una misma categoría.

Héroe por otra parte prueba que la filmografía de Jet Li está dividida en dos segmentos diferentes.

Por una lado están las producciones occidentales, que salvo por Danny The Dog, no le demandaba grandes desafíos como actor y básicamente lo vemos en personajes que se van a la piñas por una hora y y media y no hay mucho más que eso.

Después está su trabajo dentro del wuxia donde tenía la posibilidad de componer un personaje y demostrar sus talento como actor.

Lo que hace en Héroe o Swordsman 2 prueba que es mucho más que una figura de acción.

Las secuencias de acción de esta película fueron creadas por Ching Siu-tung, un realizador aclamado por el clásico A Chinese Ghost Story (1987) y la saga Swordsman.

Por último y no menos importante, el concepto que el villano y asesino se convierte en un héroe y la progresión que atraviesa entre esas dos instancias fue algo innovador que se prestaba a su discusión y le aportaba un contenido interesante a la trama.

Es justo destacar que esta película la pudimos ver en los cines gracias a la intervención de Quentin Tarantino, el Libertador del género, quien convenció a la compañía Miramax para que comprara los derechos de distribución en los Estados Unidos.

Luego eso derivó que Disney la estrenara en Latinoamérica.

Héroe tiene la magia de los clásicos de verdad que son inmunes al tiempo.

La podés ver tranquilamente en la actualidad que parece un film moderno muy superior a toda la basura desapasionada que se hace hoy en China dentro de esta misma categoría.