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Retrospectiva Dark Universe: La tumba de la momia (1942)

Dentro de los personajes clásicos del Dark Universe, La momia sobresalió entre los grandes imbatibles de la taquilla.

Aunque las películas de la serie no contaran con el apoyo de la prensa, comercialmente funcionaban bien y por alguna razón a la gente le gustaba este monstruo y no se cansaban de ver sus historias, aunque los argumentos fueran siempre lo mismo

En la intensa grilla de estrenos de 1942, el estudio Universal programó dos películas que en muchas ciudades de Estados Unidos se exhibieron en continuado, donde el público pagaba una entrada para ver los dos estrenos.

Esta producción fue la segunda entrega del relanzamiento que tuvo el personaje en 1940 con la momia Kharis, interpretada en esta ocasión por la nueva estrella de la franquicia, Lon Chaney Jr.

Algo muy divertido de esta continuación es que la trama no tiene el menor sentido y todo el conflicto se desarrolla a través de situaciones incoherentes.

En principio la historia se desarrolla 30 años después de los hechos de La mano de la momia. Es decir que la ambientación del conflicto tendría lugar en 1970, pero los productores no hicieron el menor esfuerzo en modificar el escenario y las locaciones y vestimentas de los personajes lucen como en 1942.

Salvo por el hecho que los protagonistas del film anterior aparecen más viejos, por los efectos de maquillaje, no hay señales claras en la trama que retraten el paso del tiempo.

El conflicto se dispara cuando un sacerdote egipcio decide vengar el ultraje de la tumba de Kharis y viaja a los Estados Unidos para matar a los sobrevivientes de esa expedición.

Aparentemente el hombre contaba con un excelente servicio de inteligencia, ya que encuentra con facilidad a los arqueólogos en un pueblo de Massachusetts.

Una vez que se instala en el lugar suelta a la momia, que revive sin explicación, para que asesine a sus enemigos.

Un delirio absoluto que no obstante logra ser muy divertido gracias a la interpretación de Chaney Jr.

Esta es problablemente una de las versiones más aterradoras de la momia y el personaje consigue dar miedo.

Sobre todo por la presencia física del actor que era más intimidante y se potenciaba por la excelente labor en el maquillaje de Jack Pierce.

Lon Chaney Jr. odió trabajar en esta película porque la caracterización del personaje le resultaba más incómoda que la del hombre lobo y cada jornada de filmación tenía que estar sentado ocho horas en las oficinas de Pierce.

Los momentos violentos de la momia están muy bien logrados y probablemente eso ayudó a que la gente disfrutara la película, aunque la historia no tuviera el menor sentido.

Por estas cuestiones, la prensa destruyó el film en las críticas pero eso no impidió que fuera un éxito comercial y Universal programara otra continuación para 1944.

Este era el avance original.

En la funciones en continuado luego de La tumba de la momia se proyectaba Night Monster, que engañaba al público con una publicidad falsa.

Los afiches promocionaban que el film estaba protagonizado por Bela Lugosi y Lionel Atwill, dos artistas famosos de la franquicia, pero en realidad ambos artistas tenían roles muy secundarios.

 

Esta producción fue un bodrio absoluto y presentaba la trillada historia del científico loco, cuyos experimentos creaban un monstruo peligroso.

Si bien las escenas de terror están muy bien realizadas, la propuesta era un clon de Frankenstein realizada con menor presupuesto.

Dentro de las propuestas de esta franquicia en mi opinión no califica entre la más entretenidas.

De todos modos cabe destacar que si no fuera por el argumento trillado, la película era más que decente en los aspectos técnicos, parar haber sido filmada en 10 días, dos meses antes que llegara a los cines.

El propio Alfred Hitchcock en su momento elogió en los medios de prensa esta característica de Night Monster y la velocidad con la que Universal producía sus filmes de terror.

Con el paso del tiempo la película no se convirtió en un clásico pero todavía tiene sus adeptos entre los amantes del cine clase B del género.