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Entrevista con el realizador argentino de Condorito, Ignacio Ochoa

Esta semana llega a los cines Condorito, una película de animación peruana que reunió a artistas de distintos países de Latinoamérica.

Luego de ver el film entrevisté a Ignacio Ochoa, el artista argentino que se desempeñó como supervisor de la animación y cuenta con una larga experiencia en este campo.

En el pasado trabajó en películas como El arca, El Ratón Pérez y Metegol, además de colaborar para Cartoon Network, Boomerang y Disney Home Video.  

Hugo Zapata: -Ignacio una particularidad del cómic de Condorito es que sus historias no tenían una continuidad y presentaban situaciones graciosas en pocas viñetas

Me imagino que debe haber sido un gran desafió encontrar una historia que involucrara a todos los personajes clásicos y al mismo tiempo desarrollara sus vínculos en una propuesta entretenida.

Ignacio Ochoa:Efectivamente. La solución fue recurrir a la aventura. Tenemos una historia que nos lleva por muchos escenarios diferentes, respetando la esencia de los personajes del cómic, y plagada de chistes. De esta manera, el espectador disfruta de una travesía heroica endulzada con comedia.

-¿Como supervisor de animación en que aspecto de la película se centró más tu trabajo?

-Por un lado seleccionar el equipo de animadores y acompañarlos en la realización de las escenas, supervisando su trabajo y manteniendo unidad estética y de movimiento a lo largo de toda la película. Todo lo que respecta a la actuación de los personajes pasaba por mí antes de llegar a los ojos de los directores para el “ok” final. Además trabajé en storyboard, colaboré en la etapa de desarrollo de los personajes, e hice voces para la película.

-Una característica muy especial de Condorito es que retrata muchos elementos de la idiosincrasia chilena pero al mismo tiempo supo conectar con el resto de las comunidades latinas.

¿Por qué crees que logró impactar tanto en culturas diferentes durante tanto tiempo?

-Creo que la clave está en los personajes de este universo, y el costumbrismo de clase media en el que se desenvuelven las historias. Los personajes de Condorito son caricaturas de personas reales que podemos encontrar en cualquier lugar de Latinoamérica, incluso el pueblo y sus lugares típicos pueden ser similares a los que podemos encontrar a la vuelta de la esquina.

-¿Antes de terminar involucrado en este film tenías contacto con la historieta? Lo pregunto por qué llego a ser muy popular en su momento inclusive entre la gente que no es aficionada a los cómics.

-Si, por supuesto. De chico leía mucho Condorito, y solía copiar los dibujos de las historietas. Es parte de mi infancia y de las cosas que me motivaron para decidirme a ser dibujante y animador.

-La riqueza y variedad de los personajes de Pepo es uno de los ganchos de esta propuesta. ¿Dentro de los personajes secundarios tenés afinidad con alguno en particular que deseabas verlo en el film?

Sin duda los muchachos, los amigos de Condorito, particularmente a Garganta de Lata, es un personaje que siempre me cautivó desde el diseño y el humor.

-¿Qué representa Condorito en esta etapa de tu carrera?

-Es un paso más en el camino, pero donde pude participar de lleno desde el lado creativo como nunca antes, gracias al lugar y la confianza que me dieron los directores de la película, Alex Orelle y Eduardo Schuldt.

– Esta película fue realizada por la productora peruana Aronnax de Perú, un país que hace años la viene remando en la industria de la animación. En esta producción se percibe una evolución notable en los aspectos técnicos.

¿Podríamos decir que Condorito representa la Metegol de la animación peruana?

Podríamos decirlo sin que nos tiemblen las plumas. Al igual que Metegol en Argentina, Condorito para Perú representa un crecimiento y una experiencia de aprendizaje enorme para los que hacen animación, y no solo en este país sino también en Latinoamérica. El paso dado es enorme tanto en lo técnico como en lo artístico.

-Vos trabajaste casualmente en Metegol que fue muy importante para nuestro país. Pensaba, Perú da un paso importante con Condorito, México viene creciendo en este campo y Chile hace poco ganó un Oscar por el cortometraje Historia de un oso.

¿Estamos ante en el nacimiento de una nueva era dorada de la animación en Latinoamericana? Al menos las cosas se están emparejando en el continente.

No sé si era dorada, eso lo dirá el tiempo, pero si un lindo momento. Las cosas se están emparejando a nivel mundial, en todos los continentes ha crecido notablemente la producción de animación y aparecen productos de tan alta calidad. Ahora, es real, y vale destacar y celebrar lo que pasa en Latinoamérica. Esperemos que Condorito sirva para contagiar y seguir elevando la vara de calidad en nuestro continente.

-La animación computada en las últimas décadas simplificó los procesos técnicos de la animación pero también siento que se perdió esa artesanía tan particular que tenía la animación tradicional. Hoy muchas películas del género realizadas con CGI tienden a presentar una estética standard donde inclusive los personajes humanos suelen verse muy parecidos.

¿Crees que la animación tradicional en la línea de lo que era el viejo Disney o Ghibli está destinada a convertirse en una rareza de festivales de cine?

Al menos en Hollywood (salvo por rarezas como Mi pequeño pony) parece haber muerto hace mucho tiempo.   

La similitud en las estéticas de las películas generadas por computadora no tiene que ver con la técnica, son imposiciones del mercado, miedo a arriesgarse a seguir otros caminos, la lamentable costumbre de copiar lo que funcionó, y cierta escuela de enseñanza a nivel global que apunta a ese tipo de diseño.

La animación tradicional perdió mucha pantalla en los últimos 20 años, pero sigue en pie. Europa y Asia producen películas fantásticas en esa técnica, y de a poco los productores se darán cuenta que la técnica no hace a la película buena, mala o moderna. Esperemos que el “dibujo” animado no se convierta en una rareza de festival.

-Para cerrar me gustaría conocer cuáles fueron los dibujos animados que definieron tu vocación como artista y entre los largometrajes cuál es tu película favorita.

Tom y Jerry (MGM-dirigidos por Hanna y Barbera), Popeye (Fleisher), La pantera rosa, el universo “Looney Tunes”, el universo Hanna- Barbera, y los clásicos de Disney. En cuanto a película preferida, “101 Dálmatas”, la estética y la solidez de los personajes me fascinan.

Pero no quiero dejar de destacar “Mi vecino Totoro” “La tumba de las luciérnagas”, “Peter Pan”, “Bambi”, “Robin Hood”; y por supuesto como hitos en la historia, a “Blanca Nieves” y “Toy Story”. Para mí la mejor de Pixar es “Toy Story 2”, tema de pelea recurrente con mis colegas, pero eso lo dejamos para discutirlo otra oportunidad.