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Santa Claus conquista a los Marcianos

CINE CLASE Z EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN

Esta vez no les voy a recomendar nada, directamente les voy a rogar que se hagan el favor de disfrutar de uno de los peores filmes realizados en la historia de la humanidad que para mi superó claramente a Plan 9 del Espacio Sideral, de Ed Wood.

Si alguna vez disfrutaste de los programas de televisión Cha Cha Cha, Todo por 2 pesos o Peter Capusotto y sus videos esta es la «película» navideña.

Podés pasarte horas revisando archivos y tratando de buscar un film más terrible y divertido que este,  pero vas a perder el tiempo, ya que con excepción de la obra de Wood, nada supera a Santa Claus conquista a los Marcianos.

La dirección de esta obra maestra de las películas malas que divierten corrió por cuenta de Nicholas Webster, un cineasta que muchos historiadores consideran el gran sucesor de Ed Wood.

En 1964 Webster le probó al mundo que cualquiera puede hacer una buena película, pero para lograr algo realmente malísimo se requiere de una incapacidad especial.

Lo loco de todo esto es que pese a que la obra es un mamarracho resulta desopilante y justamente ese es el motivo por el cual  se convirtió en un clásico inolvidable.

Una vez que la descubriste jamás la vas a olvidar por la sencilla razón de que no se puede encontrar todos los días algo peor que esto.

Santa Claus conquista a los Marcianos es un film de ciencia ficción que logró convertirse en un fenómeno de culto gracias al apoyo del público en los Estados Unidos.

Durante décadas fue un clásico de la televisión norteamericana en la época navideña. En nuestro país me parece que no pegó tanto porque no recuerdo haberla visto en la tele.

Yo no sé si Alfredo Casero conocerá esta película, pero lo cierto es que mucho antes que él hiciera con sus compañeros Cha Cha Cha, el director Webster presentó este film que se desarrolló en la misma línea de humor.

La historia tranquilamente podría haber sido un sketch del programa de Casero.

santamars

La trama se desarrolla en Marte donde el director nos presenta a una familia de extraterrestres muy particular, integrada por Kimar, el rey marciano y padre del grupo, Momar, la mamá, y su dos hijos Girmar (Girl Martian, la niña) y Bomar (Boy Martian, el niño).

El padre vive muy preocupado porque los hijos se la pasan mirando televisión del planeta Tierra, especialmente un canal infantil donde entrevistan a Santa Claus, quien se prepara para repartir los regalos de Navidad en el Polo Norte.

Debo destacar que los marcianos son interpretados por actores que visten ridículas mallas verdes ajustadas, con su rostro pintado del mismo color y un casco con antenitas.

Lo cierto es que Kimar decide consultar por esta situación a un sabio del planeta que es una especie de rabino marciano.

El viejo le explica que los pibes necesitan liberarse y divertirse más porque están asfixiados por la rígidas conductas marcianas.

La solución de este problema en Marte reside en crear una figura como Santa Claus, para que los marcianos puedan festejar y distenderse al menos una vez al año.

Como no hay nadie así en el planeta, el rey dirige sus tropas al Polo Norte para secuestrar a Santa.

Sin embargo, Voldar, un marciano bigotudo no quiere saber nada con la Navidad  se propone matar al gordo de los regalos, porque asegura que Santa corrompe a los niños de la Tierra. Para probarlo antes sus pares el desconfiado extraterrestre decide secuestrar a dos chicos humanos.

Lo que viene a continuación es una serie de situaciones bizarras memorables.

De entrada morís de risa con la carcajadas exageradas de Papá Noel y su actitud ante el conflicto.

Mientras en la tierra el ejército norteamericano mueve cielo y tierra para encontrar a Claus y detener a los marcianos, el ícono de la Navidad decide armar una fábrica de juguetes en el espacio para los pibes marcianos.

Todos los escenarios del Polo Norte fueron recreados en un estudio de televisión y los paisajes parecen salidos de una obra de teatro escolar.

Hay una escena hermosa en la que los chicos secuestrados por los marcianos son acechados en una cueva del Polo Norte por un oso.

El animal es un flaco disfrazado en un típico traje que usan los personajes del Trencito de la alegría. Es decir, un muñeco de peluche donde se notan la formas humanas del actor que está metido en el traje.

Las secuencias de los aviones militares que entran en acción las robaron del clásico de Stanley Kubrick, Dr Strangelove, porque el presupuesto no alcanzaba para recrear ese tipo de situaciones.

El clímax de la película es sublime.

Los pibes marcianos junto con los terrestres  empiezan a golpear al villano bigotudo con juguetes, ya que el tipo se manifiesta en contra de la Navidad.  El malvado Voldar resulta ser un fiasco patético que no puede detener a cuatro chicos, mientras Santa Claus se mata de risa mirando la situación sin hacer nada.

Esta es una de las películas más bizarras y divertidas que vi en mi vida y no puedo dejar de recomendarla.

La buena noticia es que los derechos de Santa Claus conquista a los Marcianos actualmente son de dominio público y pueden encontrar gratis este film en internet en un montón de lugares, donde lo pueden bajar sin problemas.

En You Tube inclusive está disponible en HD.

Super clásico navideño que si te gusta el humor absurdo tenés que descubrir alguna vez. No se la pierdan!!

Acá pueden ver el  trailer de esta obra maestra: