ArtículosInformes

Lancelot y Guinevere (1963)

Retrospectiva Camelot: Episodio 8

Una película de vanguardia en materia de acción y aventuras que tuvo una enorme influencia en el cine de Ridley Scott y además brindó una de las mejores propuestas que se hicieron sobre la leyenda del Rey Arturo.

Esta producción quedó en el olvido con el paso del tiempo y por esa razón merece ser destacada en esta temática. En la actualidad es raro encontrar una nota sobre este film, pese a que tuvo un enorme impacto en muchas de las cosas que vemos hoy en día dentro de este género.

Lancelot y Guinevere, también conocida como The Sword of Lancelot, es un film de 1963 dirigido y protagonizado por Cornel Wilde, uno de los mejores actores esgrimistas en la historia del cine, quien fue entrenado en esta disciplina por Lawrence Olivier.

Hasta ese momento esta leyenda había sido adaptada en la pantalla grande un par de veces y el antecedente más importante era el clásico de Richard Thorpe, Los caballeros del Rey Arturo, de 1953.

Como ocurrió con las mayoría de las producciones que destaque en este informe hasta el momento, esta historia también tomó como fuente la interpretación de Sir Thomas Malory, titulada La muerte de Arturo.

No obstante lo curioso de este film es que en realidad estaba más en sintonía con la leyenda de Tristán e Isolda, dos personajes importantes relacionados con el mito arturico que veremos más adelante.

En este relato Arturo está por casarse con Guinevere y envía a Lancelote (encarnado por el propio director Wilde) para que la escolte a Camelot.  En el camino el caballero y la doncella se terminan enamorando y esto genera graves consecuencias para los tres protagonistas.

Arturo fue interpretado por Brian Aherne, quien ya había encarnado al mismo personaje en la película El Príncipe Valiente (1954), la adaptación  del cómic de Harold Foster que reseñé semanas atrás.

El rol de Guinevere quedó a cargo de la esposa del director, Jean Wallace, recordada por su brillante cabellera rubia que parecía salida de una publicidad de shampoo.

Una cuestión que se le objetó a este film es que los papeles principales estaban a cargo de actores de más de 40 años y eso desentonaba con el espíritu de los personajes clásicos.

Algo que es cierto, ya que en este caso Arturo recién se casa a los 60 años con Guinevere que tiene 40. Es raro pero en las décadas del ´50 y ´60 esto era común en el cine.

lance

No obstante,  Lancelot y Guinevere de todos modos dejó su huella en la historia del cine por otros motivos mucho más importantes e interesantes.

En primer lugar esta fue una película que trabajó el mito artúrico con mucho más realismo.

Merlín en esta versión de la historia es más un curandero de la corte de Camelot que durante buena parte del film se la pasa concentrado en crear una sopa y apenas interviene en el conflicto central.

Por otra parte el tono del conflicto fue mucho más serio y dramático que el que se vio en las películas previas relacionadas con esta temática.

La otra particularidad de esta producción estuvo relacionada con las secuencias de acción que estuvieron completamente adelantadas a su tiempo.

Este es el principal motivo por el que vale la pena descubrir la película.

Estoy convencido que Ridley Scott tuvo que haber visto este film cuando era joven, ya que su manera de trabajar este tipo de secuencias tiene mucho que ver con esta obra de Cornel Wilde.

Las secuencias de acción son brutales y bastante sangrientas para lo que era el cine hollywodense de comienzos de los años ´60.

Las peleas de espadas no eran teatrales como los filmes de Errol Flynn sino que presentaban escenas mucho más gráficas en materia de violencia, algo no tenía precedentes en el cine hasta ese momento.

Acá las armas medievales partían cráneos y el director lo mostraba claramente en la pantalla.

La batalla épica final que tiene el film es impactantes de ver si se tiene en cuenta la época en el que fue realizada.

Obviamente las imágenes no son tan estilizadas como los filmes de Scott, porque esta película se hizo en 1963 y tuvo un presupuesto mucho menor a lo que costó Gladiador o Cruzada.

Sin embargo el tratamiento de la acción no es tan diferente.

Dentro de las producciones clásicas que se hicieron sobre la leyenda del Rey Arturo esta fue por lejos la más sangrienta de todas.

La película sin embargo fue un fracaso comercial debido a que en 1963 el público estaba más entusiasmado por las historias bíblicas que eran las que generaban grandes recaudaciones en la taquilla.

Lancelot y Guinevere quedó en el olvido con el paso del tiempo pero es una muy buena propuesta dentro de esta temática que brindó una visión diferente de un cuento clásico.

El avance.