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Betty Boop regresa a los cómics

Un tremendo ícono de la cultura popular que vuelve a la historieta después de 30 años de ausencia y como no podía ser de otra manera de la mano de la editorial Dynamite.

Betty Boop tendrá su propia serie de cómics a partir de octubre en un nuevo proyecto inspirado por los históricos cortometrajes de Max Fleischer.

La revista estará a cargo del guionista Roger Langridge ( Mandrake, Judge Dredd) y las ilustraciones correrán por cuenta de Gisèle Lagacé (Archie), quien se convirtió en la primera mujer en desarrollar el arte de la historias de Betty.

En el campo de la animación el personaje siempre fue trabajado por hombres que plasmaban en Betty las fantasías masculinas que en ese momento tenían los artistas de las mujeres.

Después de tantos años será interesante ver como Betty se desenvuelve desde una perspectiva más femenina.

El personaje es un ícono popular de la animación que fue creado para el público adulto en 1926.

Grim Natwick, un artista que había trabajado en Disney y la productora Ub Iwerks, fue el responsable de desarrollar el diseño de Betty, quien representaba a la clásica chica flapper de los años 20.

El término flapper es anglicismo con el que se denominó a la generación de mujeres jóvenes de aquella década que desafiaron los convencionalismos sociales a través de las vestimentas, peinados y conductas.

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Las flapper girls fumaban en público, tomaban alcohol y tenían una sexualidad abierta sin prejuicios, algo que en ese momento no era considerado correcto.

Betty Boop representaba a esa generación de mujeres y a partir de su debut en la animación se convirtió en el primer personaje femenino importante de este género artístico.

Hasta 1926 los roles femeninos en los dibujos animados por lo general eran clones de figuras masculinas, como el caso de Minnie Mouse.

Betty Boop tenía su propia personalidad y desafiaba los convencionalismos sociales con historias plagadas de referencias sexuales y humor picante que no era aptas para niños.

Durante los primeros tres años de su filmografía los estudios Fleischer realizaron los cortos más polémicos donde la protagonista revelaba abiertamente su sexualidad, llevaba vestidos muy cortos y casi siempre mostraba su escote.

Lo graciosos es que los artistas mantuvieron a Betty virgen y en estas primeras historias siempre se encontraba con degenerados de toda clase que buscaban robar su virtud o como la llamaba ella su  «Boop Boop a Doop».

Las protestas de la Liga Nacional de la Decencia y la nuevas leyes de censura en Hollywood durante 1934 afectaron muchísimo los contenidos originales de Betty Boop, cuyas aventuras se volvieron más familiares.

No obstante, durante muchas décadas el personaje estuvo prohibido en la televisión norteamericana por el tema de las referencias sexuales y los estereotipos racistas que presentaba.

En los años ´80 la chica de los estudios Fleischer volvió a resurgir popularmente con numerosos productos de merchandising que generaron el regreso de Betty en la animación, a través de la película ¿Quién engaño a Roger Rabbit? (1998).

En la historia el personaje tuvo su propia serie editada por King Features en los diarios hasta que se canceló en 1986.

Después de 30 años este ícono de la cultura popular finalmente regresara con su propia revista que será interesante seguir por su conexión con los cortos originales.