Miss Marvel: Volumen 1

En este preciso momento mientras estás leyendo esta nota Carol Danvers, la más grande heroína del universo Marvel, no es muy conocida por la gran mayoría de la gente.

El comiquero probablemente la puede identificar pero en el público general es un personaje ignoto.

Una historia que cambiará el 8 de marzo de 2019 cuando esta gran heroína haga su debut en la pantalla grande. Una producción que por cierto viene demorada y en un comienzo estaba programada para el 2018.

Carol Danvers representa en Marvel lo que la Mujer Maravilla a DC; es decir una heroína con una historia alucinante cuyo origen estuvo completamente adelantado a su tiempo.

Lamentablemente nunca llegó a tener la misma popularidad que Diana Prince (en parte porque es un personaje con más trayectoria) y en parte también porque desde la editorial Marvel durante mucho tiempo le dieron prioridad a otros personajes femeninos.

Elektra, She-Hulk o Tormenta de los X-Men siempre tuvieron más difusión.

No obstante Carol Danvers se diferencía de todas ellas por ser una superheroína que marcó una bisagra en el mundo de los cómics.

A través de una serie de notas me dedicaré a analizar las distintas etapas de este gran personaje, desde su origen hasta la actualidad.

Este año será una de las grandes protagonistas de Guerra Civil 2 el evento épico que Marvel tiene preparado para este año.

Sin embargo, Carol antes tuvo un pasado que merece ser destacado.

Hacia mediados de los años ´70 los personajes femeninos de Marvel empezaban a cobrar fuerza en la editorial.

La Viuda Negra venía llamado la atención desde mediados de los años ´60, donde había demostrado ser un chica con fuerte personalidad en la revista de Iron Man, algo que no era sencillo encontrar en las historietas de aquellos días.

Por lo general las heroínas de los cómics norteamericanos, salvo por algunas excepciones como la Mujer Maravilla o Brenda Starr, tenían la tendencia de ser copias femeninas de personajes masculinos establecidos.

Podemos citar los casos de Supergirl o Shanna-The She Devil, el equivalente femenino de Tarzán, que contaban con sus propias publicaciones sin ofrecer nada nuevo.

Después estaban Dejah Thoris en la historieta de John Carter y Red Sonja que era la versión femenina de Conan.

Dentro de este panorama hizo su debut Carol Danvers el 13 de marzo de 1968 en el número 13 de Marvel Super Heroes.

Esta creación de Roy Thomas y Gene Colan presentaba a una chica de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que se destacaba como jefa de seguridad en una unidad militar.

Este no era un dato menor. Una mujer que no era una secretaria dentro del ejército, sino que ocupaba una posición importante en un ambiente laboral dominado por hombres.

En una viñeta de ese número el general Bridges se encargaría de hacerle ver al lector que Carol era un personaje especial cuando se la presentaba al doctor Walter Lawson, el alter ego del Capitán Marvel.

» ¡Esta es Miss Danvers! Hombre o mujer, ¡ella es el mejor jefe de seguridad que una base de misiles pueda desear!”

A partir de ese momento Carol se convirtió en un personaje secundario en el cómic del Capitán Marvel.

En el número 18 de esa revista (publicado en noviembre de 1969) entonce se produjo un hecho que tendría una enorme repercusión en el género de superhéroes.

Mientras el Capitán Marvel luchaba con un villano se producía una explosión en la base militar y el ADN humano de Carol se fusiona con el del héroe que pertenecía a la raza alienígena Kree.

De esa manera se gestaba lo que nueve años después sería el surgimiento de una nueva heroína.

La superheroína progresista

En enero de 1977  Carol regresó en su propia revista como Miss Marvel y nada volvió a ser lo mismo en este arte.

Dos genios del cómic como Gerry Conway (co-creador del Punisher) y Chris Claremoint (quien revolucionaria pocos después la revista de los X-Men con argumentos que hicieron historia) fueron los responsables de otorgarle a un personaje femenino un tratamiento especial que se había obviado hasta ese momento.

El debut de Miss Marvel fue sumamente importante por dos grandes motivos.

En primer lugar se trató una revista absolutamente progresista que retrataba muchas consignas que expresaban las campañas políticas de los movimientos de liberación femenina de los años ´70.

Como si esto no fuera poco además los autores presentaban un personaje tridimensional con una complejidad que ni siquiera la Mujer Maravilla había tenido en su historieta.

El primer número de este cómic era impactante por las ideas que trabajaba y ya desde la cubierta se dejaba en claro que Carol Danvers no era otra Supergirl sin personalidad.

En la tapa se destacaban dos detalles importantes que serían hechos históricos en el género de superhéroes.

La frase «This Female Fight Back» dejaba en claro que Carol no tenía los principios pacifistas de la Mujer Maravilla y era una chica que peleaba como sus colegas masculinos.

Sin embargo, el detalle que hizo especial a esta propuesta fue el uso del término «Ms.» para bautizar a la protagonista como la primera superheroína feminista de la historia.

El término Ms. (que provenía de Mistress) estaba asociado a fines de los ´70 con los movimientos feministas de ese momento, algo que además se retrataba en la lucha personal de Carol para que las mujeres tuvieran el mismo reconocimiento y salario que los hombres en los campos laborales.

Los escritores Conway y Claremoint construyeron una historieta de superhéroes que retrataba a la perfección una situación social que estaba presente en la cultura de ese momento.

En otras palabras, Carole Danvers era mucho más realista que todas sus colegas del universo Marvel.

Un cómic diferente

Desde los primeros números Ms.Marvel demostró ser un cómic con un contenido mucho más profundo y serio que lo que se podía leer en las publicaciones de la Mujer Maravilla y Supergirl que por aquellos días no atravesaban su mejor momento.

La historia de Carol Danvers era muy interesante porque ella no era consciente que se transformaba en Ms.Marvel.

Carole llevaba su vida normal como periodista del Daily Bugle y durante determinados momentos del día se desvanecía y adquiría otra identidad que la convertía en Ms. Marvel.

Cuando recuperaba el conocimiento no tenía nociones de lo que le había pasado y eso afectaba su sanidad mental.

Con el transcurso de los números se iba revelando el problema de las dos identidades, hasta el que ADN extraterrestre y el humano finalmente se fusionaban por completo y ella podía controlar sus poderes.

La presentación de Ms. Marvel era brutal y marcaba un contraste con otras colegas de la protagonista.

En el primer número se enfrentaba a El Escorpión, el villano de Spiderman, y lo vencía con una violencia que no era común de ver en un personaje femenino.

Hay una viñeta donde una niña se queda maravillada al ver a Ms. Marvel en acción y la madre, que es representada como una mujer conservadora, se horroriza por el comportamiento de la heroína.

Una característica especial de la revista fue que Carol también tenía que lidiar con las barreras y limitaciones que enfrentaba como mujer en el campo laboral.

Jonah Jameson la contrataba como editora de la revista Mujer y desde el primer día tiene problemas con el director del diario.

Carol quería hacer una revista que tuviera un contenido relevante para las mujeres de 1977, pero Jonah se negaba a que hiciera una propuesta progresista porque a su entender a las mujeres sólo les interesaba las recetas de cocina y los chismes del mundo del espectáculo.

Obviamente Carol seguía su propio criterio periodístico, algo que le sacaba canas verdes al irritable Jonah.

Otro aspecto muy interesante del personaje es el conflicto personal que tenía con su padre, con quien tenía una pésima relación.

A lo largo de la serie luego se revelaba que el origen del problema tenía que ver con el hecho de ser una mujer independiente que había decidido emprender una carrera universitaria. Una elección que iba en contra de los deseos del padre, quien prefería verla como ama de casa dedicada criar niños.

El problema es que esos no eran los deseos de Carol para su vida.

En 1977 esta clase de argumento en una historieta de superhéroes fue algo totalmente revolucionario y abrió la puertas a la aparición de muchas heroína que vendrían después.

Casos como los de la Mujer Araña o She-Hulk que tendrían una tratamiento similar en sus contenidos.

En el número 19 se produjo el encuentro de Carol con el Capitán Marvel donde los autores sorprendieron con otro detalle que hizo especial a este personaje.

Luego de esa aventura la protagonista decidía cambiar su traje, ya que no quería que el resto de la comunidad de superhéroes la vieran como una simple versión femenina del Capitán Marvel.

Carol deseaba buscar su propia identidad y rediseñaba su traje que con el que sería reconocida en las décadas siguientes.

Lamentablemente las ventas no acompañaron a Ms.Marvel y la revista tuvo una conclusión abrupta en el número 25, publicado en junio de 1979.

Carol cambió su nombre en años posteriores por el de Binary y Warbird y su perfil progresista se fue perdiendo a medida que se convirtió en un personaje secundario de los cómics de X-Men, Avengers, Excalibur y New Mutants durante las décadas de´80 y ´90.

Con la llegada del siglo 21 Marvel rescató del olvido a Carole y Ms.Marvel regresó con toda su gloria en una nueva etapa que la terminaría por catapultar como la heroína más importante de la compañía.

Aunque eso lo veremos en una próxima nota.