Crónicas policiales

El estrangulador de Boston

220px-The_Boston_StranglerÚLTIMA PARTE.

La Justicia de los Estados Unidos no condenó a Albert DeSalvo por los homicidios de las mujeres de Boston, pero si lo hizo la opinión pública y los medios de comunicación que vieron responsable a este hombre por esos hechos.

A partir de ese  momento DeSalvo se convirtió en uno de los grandes asesinos seriales en la historia de ese país y durante las décadas siguientes su nombre estuvo entre los criminales más nefastos del siglo 20.

Para la gente él era el famoso estrangulador de Boston que había aterrorizado la ciudad.

Un año después del juicio, en Hollywood no perdieron el tiempo e hicieron la película basada en estos hechos donde directamente le inculcan a DeSalvo los crímenes.

El film estuvo protagonizado por grandes actores como Tony Curtis, en el papel del delincuente, Henry Fonda y George Kennedy. La dirección corrió por cuenta de Richard Fleischer (Conan, el destructor, El guerrero rojo) y fue un éxito de taquilla.

Curtis fue nominado al Globo de Oro por su interpretación.

Este es el avance que vendía esta producción que inmortalizó a DeSalvo como uno de los grandes asesinos seriales norteamericanos.

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Un año después los Rolling Stones incluían en el disco «Let it Bleed«, la canción «The Midnight Rider» que contaba la historia del estrangulador desde la voz de Albert.

En un punto DeSalvo había conseguido la fama que buscaba.

Una película exitosa, canciones y la primera plana de todos los diarios y revistas más importantes del mundo.

Desde entonces su nombre fue parte de los grandes casos de homicidios en serie.

En 1995 en la película Copycat, Harry Connick Jr. interpretaba un psicópata que imitaba los crímenes de los grandes asesinos famosos. Entre ellos se hacían mención a los de DeSalvo.

El nombre de Albert inclusive terminó apareciendo en el video juego Silent Hill 4 : The Room con un personaje que llamaron Andrew DeSalvo y hace referencia al delicuente.

La serie inglesa de humor Psycoville recientemente presentó una escena donde había figuras de cera con los grandes asesinos de la historia. Al lado de Jack, el destripador aparecía DeSalvo.

ddEn el 2008 se hizo otra película que recreó los hechos titulada The Boston Strangler:The Untold Story con David Faustino, recordado por interpretar al hijo de Al Bundy en la serie Casado con hijos.

Nada mal para un sujeto al que no sólo nunca se le pudo encontrar una prueba concreta que estuviera vinculado a los crímenes, sino que luego se demostró que su testimonio estaba lleno de mentiras que no tenían relación con los hechos.

Este es uno de los puntos más apasionantes del caso del estrangulador de Boston porque en la actualidad se sigue relacionando a DeSalvo con los homicidios cuando el avance de la ciencia forense moderna indica otra cosa.

Hechos.

El estrangulador fue visto por algunas personas cuando salía de los edificios donde cometió los delitos. Los testigos que fueron citados al juicio no pudieron reconocer a DeSalvo y describieron a una persona de una contextura física distinta.

Junto a las víctimas en la escena del crimen se encontraron restos de cigarrillos, como ocurrió con los casos de Mary Sullivan y Sophie Clark. Niguna de ellas solía fumar, al igual que DeSalvo.

En los últimos años las pruebas que este hombre no tuvo nada que ver con la historia de los estrangulamientos aumentaron.

Un examen forense realizado en el 2001 determinó en el caso de Mary Sullivan, asesinada en 1964, que las muestras de ADN encontradas en su cuerpo no concordaban con las de DeSalvo.

En su confesión Albert además había narrado en detalles como había violado a la joven cuando  los especialistas forenses pudieron confirmar que no hubo abuso sexual.

Robert Ressler es una de la máximas eminencias de la ciencia forense. Un agente del FBI que tuvo un papel clave a la hora de desarrollar los perfiles psicológicos que permiten hoy en día orientar a la policía en el momento de buscar a un criminal.

Ressler entrevistó a centenares de delincuentes, como Jeffrey Dahmer (cuya historia fue contada en estas crónicas), y a él se le atribuye el haber creado el concepto del término «asesino serial».

Su evaluación del caso DeSalvo fue contundente.

El doctor aseguró que es una locura inconcebible trasladar los distintos patrones de los  crímenes de Boston en un solo individuo.

Para Ressler los homicidios de esa ciudad  fueron perpetrados por distintos asesinos, que es la teoría que sostienen actualmente los profesionales del campo forense.

John E. Douglas, otro célebre agente del FBI que fue además uno de los primeros especialistas en perfiles criminales (actividad que recién se desarrolló en los años ’70) y estudió personalmente a piscópatas como Charles Manson y Edmund Kemper coincide con el análisis de Ressler.

Douglas expresó en un libro que DeSalvo era un violador que conseguía aliviar sus frustraciones cuando dominaba sexualmente a una mujer y  un delincuente de esa clase es muy poco frecuente que asesine a las víctimas como ocurrió con los casos de Boston.

Boston-Stranglers-book200La periodista Susan Kelly hizo una extraordinaria investigación que recopiló en su libro de 1995, «The Boston Strangler: The Public Convition of Albert DeSalvo and the Story of Eleven Shocking Murders«, donde reveló la enorme cantidad de pruebas que muestran que DeSalvo fue un gran fabulador y no tuvo nada que ver con el caso de los estrangulamientos.

Tampoco era un pobre  inocente.  Se trataba de un violador que dañó y lastimó mujeres pero en el caso concreto de estos hechos que lo hicieron famoso no tuvo nada que ver.

En su libro Kelly presenta el testimonio de varios policías que trabajaron en el caso y tampoco estaban convencidos que DeSalvo fuera el asesino en serie que todo creían en ese momento.

Ahora bien, hay dos cuestiones que quedan pendientes.

¿Por qué Albert DeSalvo se hizo cargo de crímenes que no cometió?

En principio había sido por una cuestión de dinero que habría concebido con George Nassar, el asesino que conoció en el hospital psiquiátrico.  Albert nunca pensó que lo enviarían a prisión sino que esperaba terminar encerrado en un hospital. Nassar cobraría la recompensa por contribuir a la captura del estrangulador y la dividirían en dos partes, algo que nunca ocurrió.

En ese momento hay que recordar que había mucha presión política y pública por atrapar al asesino y DeSalvo le vino a las autoridades como anillo al dedo.

Sin embargo las cosas salieron de otra manera. El Jurado que estuvo a cargo de la causa nunca creyó en el testimonio del hombre y al no haber pruebas concretas lo enviaron a la cárcel por el tema de las violaciones.

¿Cómo hizo DeSalvo para conocer detalles de los crímenes que manifestó en su confesión si no tenía que ver con los hechos?

De acuerdo a la periodista Susan Kelly que accedió a los archivos confidenciales de la causa hay varias hipótesis que explican este tema.

Las crónica de los diarios de aquellos días eran extremadamente detallistas y contenían muchísima información que DeSalvo pudo haber leído tranquilamente. Hay que recordar que también vivía por la zona y conocía perfectamente los lugares donde se habían cometido los crímenes.

Por otra parte,  la comisión a cargo de la investigación del caso tuvo fallas severas de filtración de información.

Muchos detalles de las autopsias de las víctimas terminaron en los diarios, sumado al hecho que se hicieron conferencias de prensa que no había sido autorizadas por los jefes de la policía donde se distribuía de manera gratuita información clave de la causa.

No se descarta también que agentes de la policía le dieran información a DeSalvo para terminar de una vez con un caso que tenía a toda la fuerza de Boston enloquecida.

Por último existe la posibilidad que la información proveniera del propio George Nassar, el psícopata que compartió tiempo con DeSalvo en el hospital psiquiátrico y un período en la cárcel.

Nassar fue condenado a la pena de muerte el 26 de junio de 1966 por el asesinato del dueño de una estación de servicio y su hija de 14 años.

Luego le cambiaron la condena por cadena perpetua y la Corte Suprema de Justicia de Massachusetts le negó la libertad numerosas veces. La última en el 2008.

El piscólogo Ames Robey que lo evaluó en el hospital lo definió como un misógino psicópata que tenía más chances de ser el estrangulador que DeSalvo.

Aunque Nassar estuvo viviendo en Boston durante el período de los estrangulamientos de mujeres no se pudo encontrar ninguna prueba que lo vincularan a los hechos.

Estas sospechas complicaron bastantes su causa y generaron que no le concedan la libertad.

El problema con este caso es que los patrones de los crímenes no eran tan parecidos como la policía creía y muchos de esos detalles se mantuvieron ocultos, según menciona en su libro Susan Kelly.

Hubo víctimas que fueron violadas, algunas apuñaladas y otras que fueron estranguladas.

Los investigadores cometieron el error de creer que se trataban del mismo crimen cuando en realidad eran hechos distintos.

La teoría más fuerte sobre este caso en la actualidad es que fueron varios asesinos los responsables de esos homicidios.

Algo muy intrigante también es que con la detención de DeSalvo nunca más volvieron aparecer mujeres estranguladas en Boston.

Por eso no se descarta que DeSalvo y Nassar pudieran haber conocido en prisión la identidad del verdadero asesino o que se supiera entre los convictos.

Lo cierto es que DeSalvo obtuvo la fama que quería, las autoridades de Boston presentaron el culpable que buscaban y los crímenes de esas mujeres quedaron impunes.

Por estos días el actor Casey Affleck prepara una nueva película sobre estos hechos que hace poco logró vender al estudio Warner. El film esta vez trataría el tema como un caso que quedó sin resolver que es lo que ocurrió realmente.

Noviembre de 1973, Massachusetts, Estados Unidos.

El miedo lo había acorralado y sabía que tenía que hablar antes que fuera demasiado tarde.

No se encontraba en una prisión común, sino en la cárcel de máxima seguridad más violenta que existía en el país.

El doctor en psicología Ames Robey atendió el teléfono y le bastaron unos segundos para darse cuenta de que se trataba la llamada.

Su paciente se encontraba agitado y podía percibir el terror en su voz.

Pedía reunirse con él y que además estuviera presente un periodista. Finalmente se había decidido a hablar y decirle lo que muchos estaban esperando.

Ames Robey arregló el encuentro y cuando colgó el teléfono tuvo la certeza que finalmente le sería revelada la verdadera identidad del famoso estrangulador de Boston.

Albert DeSalvo supo que había hecho la llamada demasiado tarde cuando el cuchillo penetró su pecho.

Había sido una mala idea fugarse del Hospital Psiquiátrico Bridgewater con otros dos internos para evitar que lo enviaran a la cárcel luego de ser condenado.  Por ese motivo lo habían trasladado a la prisión de máxima seguridad más peligrosa del país.

Tener enemigos entre otros presos y la atención mediática por ser considerado uno de los asesinos más terribles del siglo 20 no eran una buena combinación en ese lugar.

La hoja del cuchillo salió de su pecho y volvió a golpear con fuerza su cuerpo otras 16 veces.  DeSalvo cayó al piso y murió desangrado.

Nadie investigó su muerte y el crimen quedó en la nada, igual que las mujeres de Boston.

Si DeSalvo conocía la verdadera identidad del estrangulador se lo llevó a la tumba porque nunca tuvo posibilidad de hablar con su psicólogo, quien siempre supo que él no tenía nada que ver con los hechos que lo vinculaban.

En la celda de Albert encontraron un poema que había escrito antes de su asesinato que luego se hizo público en los medios.

«Esta es la historia aún no contada del estrangulador,
El hombre que dice que asesinó a 13 mujeres,
unas jóvenes y otras mayores.
El estrangulador difícil de alcanzar, ahí va,
Dónde su pasión por los viajes lo enviará, nadie lo sabe.
Él se golpea con la luz del día,
Dejando una pista por mal camino.
Jóvenes y mayores, sus labios están sellados,
El secreto de sus muertes nunca será revelado.
A pesar de que él está enfermo de la cabeza,
Él es demasiado inteligente para que la policía lo encuentre.
El revelar su secreto le traerá fama,
Pero cargará a su familia de vergüenza que no deseaban.
Hoy él se encuentra en una celda encerrado,
Sumergido en un secreto que sólo él puede decir.
Personas de todas partes todavía dudan,
¿Si el estrangulador está en la cárcel o por allí vagando?»

 

 

9 comentarios en «El estrangulador de Boston»

  • buenisimo!!!! increible relato! ahora q me acuerdo el ‘silent hill 4 the room’ juega mucho con los asesinos seriales,andrew de salvo era una de las victimas del psicopata walter sullivan
    hugo para cuando la historia de john wayne gacy???
    saludos!!!

  • Faaaaa!!! Gran final! Muy bueno Hugo!

  • Como siempre dejandonos sin aliento con tus relatos Hugo. A partir de leerte mucho me despertaron disparadores, de seguir leyendo sobre otros asesinos seriales. Anoche precisamente veia la entrevista hecha al pedofilo mas grande de latinoamerica Luis Alfredo Garabito, Si pudieras escribir sobre el, aunque hay demasiada tela para cortar. No concibo leer otro informe mas feaciente que el tuyo. Saludos!

  • Terrible. Lo peor de todo es que haya quedado impune (o impuneS) quienes realmente fueron!!

  • ¡Espectacular como siempre, Hugo!

    ¡El final es impactante!

    ¡Saludos!

  • Y para cuando el libro recopilando todas las crónicas?

  • Tal vez alguno con una fantasía perversa, haya aprovechado la explosión mediática en torno al estrangulador para cometer un crimen, esperando que la investigación se oriente hacia el supuesto asesino múltiple.

    Se te extrañaba Hugo, lo mejor para este año.

  • La idea es esa Dario. Recopilarlas y sumar crónicas nuevas que voy a escribir especialmente para ese libro.
    Es un libro que se va armando de poco.

  • Excelente laburo Hugo !!!

    Están geniales estas crónicas. Espero el libro que seguro va a resultar muy interesante.

    ¡Éxitos!

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