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Irena Sendler: Adiós a una grande

irena sendlerEl lunes pasado falleció a los 98 años Irena Sendler, una señora con unos ovarios gigantes que fue un ejemplo muy importante de valentía, honor y resistencia.

Tres palabras muy poderosas sin dudas que se relacionan con esta mujer, quien logró salvar a 2500 chicos judíos del Holocausto.

El año pasado había sido postulada para el Premio Nobel de la Paz que finalmente quedó en manos del estaounidense Al Gore. Dudo mucho que a Irena le haya importado no quedarse con el premio.

Ella destestaba los reconocimientos populares y se enojaba cuando la llamaban héroe, palabra que voy a intentar usar lo menos posible en esta nota. El problema es que si hay una persona a quien le corresponde esa descripción es a Irena.

«Cada chico que salvé con mi ayuda es la justificación de mi existencia en este mundo y no un título para la gloria», comentó Sendler una vez.

Esa declaración es una de la mejores definiciones que se pueden encontrar sobre de su persona.

Irena Sendler nació el 15 de febrero de 1910 en Polonia. Cuando en 1939 los nazis invadieron ese territorio ella trabajaba como asistente social en la ciudad de Welfare.

En la época en que el horror se desató en su país Irena se dedicó a sacar de las ciudades, inclusive mucho antes que se estableciera el guetto de Varsovia, a chicos y bebés que de haber permanecido en esos lugares hubieran sido asesinados.

Los métodos que utilizaba eran muchas veces increíbles y no fueron pocos los niños que sacó en valijas o cajas que parecían regalos. Los chicos eran ocultados en familias católicas y conventos para evitar de esa manera su traslado a los campos de concentración.

La mujer se encargaba de alimentarlos y se estima que junto con otras compañeras lograron falsificar 3000 documentos que permitieron a muchas familias escapar de Polonia.

En diciembre de 1942 fue reclutada por Zegota, una organización clandestina que se encargaba de ayudar a los judíos a encontar un lugar seguro durante la ocupación de los nazis en Polonia.

Bajo el nombre secreto de «Jolanta» durante un año la mujer logró salvar de una muerte segura a 2500 chicos a quienes se le otorgó una nueva identidad. Con el pretexto de hacer inspecciones sanitarias, Irena entraba a los guettos y se llevaba los bebés y chicos que encontraba para darles un refugio seguro.

En 1943 la mujer terminó arrestada por los oficiales de la Gestapo, que sospechaban de las frecuentes visitas de Irena en los barrios dominados por los nazis. Durante su detención fue torturada a golpes y en ese momento logró otra hazaña que años más tarde le ganaría el respeto de la comunidad internacional, principalmente de los militares.

A Irena le rompieron los brazos y las piernas, algo que le generó dificultades para moverse durante el resto de su vida, sin embargo, nunca se quebró y los nazis no pudieron encontrar los refugios donde ocultaba a los chicos.

Policías y soldados de todos los rangos, años después comentaron que lo que logró Irena en su momento fue un caso poco frecuente sobre lo que no existen muchos antecedentes. Durante un proceso de tortura tarde o temprano la persona sometida termina quebrada y respondiendo lo que le piden. Es muy difícil que alguien sometido a las torturas que la mujer padeció no se rinda y hable.

Cuando los nazis se dieron cuenta que no podía sacarle información la sentenciaron a muerte. Mientras la transportaban para ejecutarla en un paredón , un soldado la dejó escapar. El hombre había recibido una suma de dinero importante por parte de miembros de Zegota y le importó muy poco desobedecer una orden cuando recibió los billetes. Para los nazis, Sendler había sido oficialmente eliminada.

A partir de ese momento Irena vivió en la clandestindad hasta el fin de la guerra, pero de todas maneras continuó ayudando a evitar que los chicos terminaran en los campos de concentración.

Su historia se mantuvo en el anonimato durante muchas décadas hasta que unos estudiantes norteamericanos que estudiaban el Holocausto la encontarron e hicieron pública su trabajo durante la guerra. A partir de ahí vendrían numerosos reconocimientos internacionales .

La mayoría de los chicos que rescató nunca llegaron a ver a sus padres otra vez, que terminaron asesinados en los campos de prisión, pero si lograron salir adelante y tiempo despúes se reecontraron con la mujer que los había salvado.

Se han escrito obras de teatro y libros sobre su historia y actualmente se encuentra en producción una película sobre su vida.

En los estos últimos años su salud era muy frágil. Creo que el haber perdido el Premio Nobel de la Paz fue un alivio para ella, a juzgar por sus últimas declaraciones donde quedaba en evidencia que no le gustaba las fanfarrías públicas e inclusive se lamentaba por no haber hecho más cosas durante la guerra.

Como si lo que hizo fuera poco.

Irena Sendler es un ejemplo inspirador de resistencia cuya vida brinda unas cuantas lecciones importantes.

Un comentario en «Irena Sendler: Adiós a una grande»

  • UN GRANDE CORAZON,LA MEJOR

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